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Internacional

Dirigir y vivir en Kosovo, un argentino dijo presente

18:48 07/05/2025 | Facundo Murias fue convocado por Paco Olmos para ser parte del Prishtina, el equipo más grande del país balcánico y vivió una experiencia intensa y particular.

Murias, el argentino que dijo presente en Kosovo

La zona de los Balcanes es una donde los argentinos no han tenido mucho lugar. Y Kosovo aún menos, siendo el país más joven luego de su independencia de Serbia en 2008. Y hacia allí fue el primer argentino en ser parte de la competencia local.

Se trató de Facundo Murias, que llegó a Prishtina junto al entrenador español Paco Olmos. Nacido en Junín y formado en Ciclista, comenzó un periplo por Petrolero, Ameghino y luego al exterior, como asistente en Chile y luego en México, donde está firme hace ya algunas temporadas. “Había acabado la liga de Chihuahua en México, estábamos de vacaciones y de la nada me llama Paco Olmos para decirme si estaba listo, que tenía que viajar al día siguiente. Esto fue un sábado, dos de la tarde, y al otro día de la mañana estábamos saliendo para el aeropuerto para tomarnos un vuelo para Kosovo, sin conocimiento de nada. Así que esa noche obviamente me pasé estudiando el equipo, viendo la liga, descargando unos partidos, y en el vuelo mirando, preparando un informe para el entrenador” contó.

Y agregó: “Muy contento con esta posibilidad y muy sorprendido sobre todo. Por ahí estando del otro lado uno no conoce lo que es Kosovo, y por ahí lo tenemos un poco etiquetado, pero la verdad que llegamos acá y la ciudad es muy linda, el club muy bien, la organización muy bien, y el nivel de básquet está muy bien. Sorprendido para bien y muy contento de haber tenido esta experiencia que llegó en un momento impensado”.

Sobre el país, Facundo reconoció que “absolutamente nada conocía. Sabía que en el equipo este estaba un jugador que habíamos tenido en Xalapa la temporada pasada, que los equipos contaban con varios extranjeros en los rosters, y que la mayoría de los equipos tiene seis extranjeros, de los cuales pueden alinear cinco. Sigal Prishtina es un equipo que ha jugado competiciones europeas, entonces más o menos lo tenía registrado. Sabía que había otro equipo que se llamaba Peja, que también es un nombre un poquito fuerte, pero no tenía conocimiento de nada”.

A su vez, en cuanto a la competencia tenía algunas reglas particulares: “Para hacer un cambio en cancha podías tener tres extranjeros y dos nacionales. Podés tener 5 extranjeros en el roster de 12 jugadores, pero en cancha, jugando, podés tener tres extranjeros y dos nacionales. Con esta regla lo que hacen es cuidar y tratar de potenciar un poco el jugador nacional”.

Como todo país balcánico, el básquet es religión: “Me sorprendió es la pasión de la gente, están locos por el básquet, los estadios están llenos, hay vídeos de la gente que se viralizan por las distintas redes sociales, de la gente saltando como loca, es increíble. Nosotros tuvimos siete partidos en total, los siete partidos a cancha llena, pero llena absoluta. Competir en atmósferas así es muy lindo, pero bueno, también tiene sus contras. En el tercer partido que jugábamos en el local tiraron petardos a la cancha, nos tuvieron que desalojar la cancha, cosas que uno no está acostumbrado, más allá de que en Argentina, en Chile, en México, que son los lugares donde yo había estado, todo se vive con una pasión increíble”. Y agregó que “en el último partido estuvimos como cerca de una hora encerrado en un vestuario porque no podíamos salir, cosas que por lo menos a mí no me habían tocado vivir. Me tocó jugar el clásico en esta última serie y más allá del nivel, la pasión con la que vive la gente, el deporte, el clásico y todo, es increíble y es llamativo y honestamente nunca pensé que venía a un lugar así, honestamente no sabía que era así”.

Sobre el club, Murias contó que “Prishtina es el equipo más grande, el más ganador. Es un equipo que tiene 40 títulos pero hay cuatro o cinco equipos que la gente se desvive por el equipo. Hace poquito me encontré con un jugador argentino de fútbol que está jugando acá y me decía que al fútbol que prácticamente la gente no va, pero que él sabía que la gente iba a ver el básquet”.

En cuanto a lo cotidiano de los juegos, “Se viaja en el día, el viaje más largo queda dos horas, entonces se viaja generalmente la tarde del juego, generalmente un bus, un colectivo normal como todo y se va directamente a jugar, es algo que ya nos habían marcado”.

Sobre el nivel, agregó que “los nacionales son de Kosovo, de Macedonia, de Albania, y a todos los toman como domésticos. Los equipos que tienen mejores jugadores domésticos, obviamente son los equipos que más compiten, y el tema de los extranjeros es también por una cuestión económica. La mayoría de los equipos depende de los extranjeros, el volumen ofensivo pasa por ahí. El jugador nacional tiene mucho carácter, mucho carácter, en defensa se ponen duros, en ataque por ahí son más de rol, algunos más anotadores, algunos más de rol, pero suman, hay un buen nivel deportivo”.

Por último remarcó que fuera del campo la tensión de la guerra aún se vive: “Kosovo es un país que se ha independizado de Serbia y un poquito acá es mala palabra, porque hubo una guerra de por medio inclusive hay que tratar de no nombrar un poco a Serbia acá”.

Alejandro Malky / [email protected]
En X: @basquetplus
En X: @alemalky

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