Basquetplus.com

A menos de dos minutos para el final del juego, Barcelona dominaba con tranquilidad al Betis, el resultado conspiraba para que en cualquier momento de los instantes finales del partido lo llamasen a la cancha y así fue. Saras Jasikevicius miró a la banca y llamó a Agustín Ubal para que entre e hiciera su sueño realidad, no hubo mucho para anotar en su estadística más que el tiempo de juego, pero en los intangibles, en el apartado ilusión, bien podría haber un doble dígito.

Nacido en Montevideo un 19 de julio del 2003, Agustín Ubal hizo sus valijas desde su Uruguay natal hacia la masía blaugrana, siguiendo el mismo camino que dos coterráneos suyos del Río de La Plata como Leandro Bolmaro y Juan Ignacio Marcos. Sus buenas actuaciones con la Celeste en los certámenes internacionales hizo que ese gran prospecto de armador llamara la atención de los scouters europeos.

Con la celeste en el pecho, Ubal se destacó en tres torneos internacionales consecutivos, en el U15 del 2018 en Montevideo llevó a Uruguay al segundo puesto en el Sudamericano, siendo el tercer goleador del certamen con 15.2 puntos, corroborando lo hecho en el FIBA Américas U16 del año siguiente con 19.3 tantos. Con el cambio de categoría, perteneciendo a la U17, volvió a disputar un Sudamericano y allí se destapó con 24 puntos por encuentro, mostrando un ascenso constante.

Ruben Magnano entrenador de la mayor en Uruguay tomó nota del chico y lo citó para los juegos clasificatorios a la Americup y allí tuvo un estreno más que interesante, analizado también en la óptica de Básquet Plus.

Su estatura dice 1.98, su posición es base y su versatilidad enorme, lo mismo que su techo. Hoy comenzó a escribir su historia en el básquet grande europeo y podrá anotar en su libreta de la vida que un 10 de octubre del 2021 jugó para la primera del Barcelona, un logró para la posteridad siendo un uruguayo jugando entre los equipos más fuertes del viejo continente.

Agustín Ubal, no lo llamen ahora, todavía debe estar soñando.