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En la actualidad, la Liga Nacional disfruta de la presencia de uno de los mejores entrenadores argentinos de los últimos tiempos: Néstor García, flamante coach de San Lorenzo de Almagro. Sin embargo, la historia en cuestión se remonta a la temporada 1997/98, cuando el Che ocupaba el banco de Boca Juniors. En uno de aquellos partidos, su equipo no encontraba la manera de frenar a un tal Manu Ginobili, joven promesa de Estudiantes de Bahía Blanca. García pidió un tiempo muerto y su conversación con el histórico Paco Festa ha perdurado en el tiempo como una de las anécdotas más recordadas de la competencia.

Fuente: @renaldinhos