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Carlos Delfino a cada paso da muestras de vigencia. A sus prácticamente 41 años jugará el Preclasificatorio Olímpico a días de cumplirse 19 años del Oro olímpico en Atenas 2004. Y como sucediera con Luis Scola en los últimos tiempos, jugará con jóvenes que en ese momento aún eran muy chicos.

Sin ir más lejos, Juan Fernández aún no había cumplido los dos años de edad en su Santa Fe natal, similar situación que Tomás Chapero, con tres años recién cumplidos.

Gonzalo Bressán, por su parte, cumpliría tres años en noviembre de 2004 y ya se encontraba viviendo en España desde el 2002.

Francisco Cáffaro, por su parte, tenía cuatro años.

El capitán, Facu Campazzo, tenía 13 años y jugaba en Municipal de Córdoba. Poco más de dos años después la rompería frente a Peñarol y el Milrayitas se lo llevaría.

Nico Brussino, por su lado, tenía 11 años y empezaba a crecer en ADEO de Cañada de Gómez.

Pato Garino ya era parte de Unión de Mar del Plata a sus 11 años en minibásquet.

Luca Vildoza y Gabriel Deck, ambos nacidos en 1995, comenzaban a despuntar en Quilmes de Mar del Plata y en Colonia Dora, con 9 y 8 años respectivamente.

A su vez, Lucio Redivo ya tenía 10 años y jugaba en el minibásquet de Pacífico de Bahía Blanca, donde es leyenda y tiene hasta un mural en el club junto al ídolo Marcelo Richotti.

Por último, Maxi Fjellerup tenía solo 6 años y comenzaba a respiraba básquet, disfrutaba de ver a su papá en la primera de Tres Arroyos y jugaba en la escuelita de Argentino Junior de su ciudad natal.

Alejandro Malky / [email protected]
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