Basquetplus.com

El apellido Herrera fue y es sinónimo de básquet en Cuba. Ruperto padre fue un destacado jugador de una de las épocas de gloria del básquetbol de ese país en los 70, mientras que sus hijos Ruperto y Roberto heredaron la pasión y siguieron el mismo destino. Roberto, justamente, fue noticia ayer al fallecer en Miami tras luchar con un cáncer de hígado. Tenía solo 46 años. 

Roberto y Ruperto hijo estuvieron muchas veces en la Argentina, en la época que Cuba tenía un acuerdo con Obras y su selección se entrenaba en nuestro país preparándose para los torneos internacionales. De esa forma, de hecho, Ruperto empezó su carrera en la Argentina, donde se quedó, se nacionalizó y fue campeón de la Liga con Gimnasia de Comodoro en la 2005/06. 

Roberto, en cambio, desertó de Cuba a fines de los 90, en el Preolímpico de Puerto Rico en 1999, junto con Lázaro Borrell, y no volvió a jugar para la selección. Se quedó mayormente jugando en el país boricua hasta el 2008. Luego se instaló y se quedó a vivir en Miami, donde era chofer de un transporte público. Tenía esposa y dos hijos. Un cáncer de hígado se lo llevó muy temprano.