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El plantel de los Houston Rockets para la temporada 2024-25 refleja el compromiso de la franquicia con el desarrollo de sus jóvenes talentos. Con siete jugadores menores de 24 años, entre ellos Jalen Green y Alperen Sengun, la apuesta es consolidar un núcleo que promete dar el salto definitivo. La llegada del entrenador Ime Udoka ha sido fundamental: bajo su dirección, el equipo mejoró su defensa al cierre de la campaña pasada y rozó la clasificación al Play-In tras una racha de 11 triunfos liderada por Green en marzo.

Uno de los nombres más esperados es Reed Sheppard, elegido con el pick 3 del Draft 2024. Este base se distingue por su tiro certero y capacidad defensiva, cualidades esenciales para un equipo que necesita mayor estabilidad en ambos extremos de la cancha. A este joven talento se suma la incorporación del experimentado Steven Adams, que buscará dar respaldo desde la banca a Sengun y solidificar la rotación interior, una debilidad histórica del equipo.

Jabari Smith Jr. se proyecta como otro pilar clave en el esquema de Udoka. A pesar de mostrar irregularidad en sus primeros años, el ala-pivote de 2,11 metros tiene el potencial para consolidarse como una de las figuras. Su evolución será determinante para definir si Houston puede mantener la continuidad del proyecto a largo plazo o si, como ya anticiparon directivos, optarán por realizar un intercambio estratégico para adquirir una estrella consagrada.

El mayor desafío para los Rockets será alcanzar una mayor consistencia como visitantes, ya que la temporada pasada apenas lograron 14 victorias fuera de casa. Con un Oeste cada vez más competitivo, el equipo aspira a superar las 41 victorias que consiguieron en 2023-24 y colarse en el Play-In. La duda radica en si la directiva mantendrá la paciencia o si intentarán acelerar el proceso mediante un traspaso de impacto aprovechando su acumulación de picks.

Con un plantel joven y un entrenador probado, Houston se encuentra en una encrucijada: desarrollar su núcleo o realizar un movimiento agresivo en el mercado. Sin importar cuál sea la decisión final, la franquicia ha logrado generar expectativas en torno a una generación de talentos que, si mantiene el crecimiento, podría colocar a los Rockets nuevamente en la elite del baloncesto en los próximos años.

Pablo Catalá / [email protected]
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