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Desde su irrupción fuerte en el Mundial U19, la vida de Lee Aaliya entró en un torbellino. Convocatorias a la Selección Argentina de mayores, el paso frustrado a la NCAA, los meses sin jugar, la llegada a Europa, los pocos minutos, y mucho más que solo él sabe que vivió. En ese contexto, decidió regresar a la Liga y firmó con Instituto, liderado con un Lucas Victoriano que puede potenciarlo.

- Primeros días en Instituto de vuelta en la Liga, ¿cómo lo estás viviendo? ¿Cómo te recibieron Córdoba y la Gloria?

. Es muy lindo volver a Argentina y volver a un equipo tremendo, donde siempre se apunta arriba en la Liga. Aparte la Liga Nacional cada vez está mejor, está subiendo el nivel cada vez más, también jugar la Champions, son cosas que me van a servir a seguir mejorando. Estoy muy contento.

-¿Qué te convenció para llegar a Instituto?

. La propuesta de Victoriano, todos saben lo buen entrenador que es. No solo él, sino el cuerpo técnico que tiene atrás. Son todos muy buenos, se entrenan muy bien, ven cada detalle que puedas mejorar. Entonces era una propuesta muy buena, me da la confianza para equivocarme y así poder seguir mejorando.

-¿Qué te dijo Victoriano de tu rol? ¿Qué es lo que va a esperar de vos?

. Apunto a jugar de 4, jugar de frente, mejorar el tiro, meter energía, estar muy activo en lo defensivo. También moverme al 4 y no tocar más el 5, establecerme ahí si Dios quiere.

- Bautista Lugarini es un caso similar al tuyo, de un joven que vuelve a la Liga y con Lucas Victoriano se desarrolló como un interesante 3-4 mejorando su tiro sobre todo, ¿lo ves como un reflejo de lo que buscás?

. Esa es la idea. Desde que llegué me recalcan de cómo fue la mejora de Bauti. Los entrenamientos en Instituto te llevan a mejorar lo que no tenés. Y por eso podés cometer el error, no se frustran, no se enojan. Te dicen ‘hacé, equivocate, así vas a mejorar’. Entonces esa es la idea, mejorar y sacar la mejor versión de mí.

-¿Qué conclusiones sacaste de lo que fue la selección en los amistosos con México, luego no poder ir a la concentración en España y finalmente frente a Uruguay?

. Fue muy buena, estaba con ganas porque ya me habían dicho cuando yo estaba en España que se iba a hacer. Entonces estaba con ganas de meterle y con ganas también de salir de ahí e ir a la mayor. Terminé con buenas sensaciones. Los primeros dos partidos no me fue como yo quería, pero en el tercero sí volví a ser un poco yo. Lamentablemente a la mayor no pude ir porque tuve unos problemas con los papeles y no podía entrar a España. Pero estaba entusiasmado, tenía muchas ganas de ir desde antes de la de México. Pero bueno, por algo es, ya habrá más.

-¿Hablás con Pablo sobre tu juego y sobre qué es lo que tenés que seguir trabajando para establecerte en la mayor? En los primeros juegos con México se te vio sufrir en el roce físico, pero en el último se vio al Lee que todos conocemos.

. A veces a mí me pasa que muchos tienen confianza en mí. Y yo no la tengo. Entonces me cuesta encontrar eso. Y en el momento que la encuentro. Ahí sí me puedo lucir. Entonces sí. Lo hablé con Herman (Mándole) y con Pablo (Prigioni), la idea es no frustrarme si un día me va mal, son procesos, no solo uno para que ellos también me puedan ver y ver cómo encajaría en el equipo. En cada concentración trato de llevarme todo lo posible para la próxima ir mejor.

- Decías que muchos tienen confianza en vos y que vos por ahí no la tenías y demás. ¿Trabajás eso con algún psicólogo?

. Lo vengo trabajando mucho. Hasta hace poco estaba venido también con psicólogo, en Mallorca más que nada porque no fue fácil, pero se lo que quiero hacer.

-¿Te gusta el estilo de juego que proponen en la selección?

. A mí me gusta mucho. Con mi juego me sirve todo el tema de las transiciones, jugar rápido, el slip, los pick and roll. A mí me sirve mucho.

- Tu 2023 fue muy intenso, apareciste en Gimnasia y en Atenas, tuviste un Mundial U19 brillante, se empezó a hablar de vos como la máxima promesa, el tema de la NCAA y Michigan, los meses sin jugar, ¿cómo manejaste todo eso?

. Una locura, en un año pasó de todo. Desde chico estoy muy enfocado y se qué es lo que quiero y adónde quiero llegar, trato de ser lo más paciente posible. Tuve que estar 7 meses parado y fui paciente. A veces me cuesta asimilar, pero ahora estoy más calmado y trato de enfocarme en mi juego.

- No salió lo de la NCAA pero seguiste entrenando en Obras. ¿Cómo viviste esos 7 meses? ¿Ansiedad, intriga, enojo, frustración?

. Mucho de eso, fueron durísimos. Al principio no tanto. Yo me comprometí con Michigan y el primer mes no tanto, pero después empezó a joder. Me decían que la siguiente semana iba a salir, o que ya estaba por salir, y siempre agregaban cosas y pedidos, fue muy frustrante porque al fin y al cabo era mi carrera y me jodieron mucho esos 7 meses. Por suerte Obras me dio la posibilidad de entrenar en Obras, me dieron casa y comida sin jugar en Obras, y eso no es normal, estoy muy contento con eso. Tuve la posibilidad de quedarme en Obras cuando firmé en Murcia, pero me terminó yendo a Mallorca y me costó volver a jugar.

-¿Qué era lo que te convencía de la NCAA para ir?

. La idea de ir a Estados Unidos era. Yo desde chico quise ir a Estados Unido, siempre estuve entre Estados Unidos y Europa para mi futuro. Quería estar en una universidad siempre me pareció llamativo. También el tema educativo. Poder salir con un título. Pero más que nada en Estados Unidos es bastante diferente, yo quería mejorar mucho individualmente y ahí podía hacerlo más que en FIBA que es más colectivo.

-¿Con qué te encontraste en España? ¿Cómo fue todo el proceso de firmar con UCAM Murcia y llegar a Palmer Mallorca?

. Cuando llegó enero la NCAA me dio la devolución diciendo que hasta noviembre no me iban a habilitar, encima también tenía partidos suspendido, había penalizaciones, y me dije que no podía seguir sin jugar, iba a ser una locura más de un año y medio sin jugar. Entonces empezamos a ver la opción de ir a Europa y la mejor que vi fue Murcia. Y decidí ir a préstamo a Mallorca, pero me costaron esos 7 meses de no jugar, no me fue bien. No veo que la LEB Plata fuera una liga complicada, pero esa inactividad me pasó factura, no estaba preparado. Si bien venía entrenando en Obras no era lo mismo, sentía mucha angustia, no estaba con las mejores ganas de entrenar, fueron duros esos momentos.

- Encima llegaste y en pocos partidos cambiaron el entrenador.

. Ese fue otro golpe, eso me mató porque se fue el entrenador que me quería y me había llamado. Y cuando sube el asistente vi menos minutos, algo que me jodió también. En este momento lo que más necesito es jugar para mejorar.

-¿El llamado de la selección te devolvió la confianza?

. Eso me gustó un montón. Me había llamado Pablo cuando arranqué en Mallorca diciéndome que iba a haber amistosos de vuelta, entonces ya me había emocionado. Estaba con ganas de que salga ya, y me puse feliz de estar en la selección y en el país de vuelta.

-¿Qué es lo que te planteaste vos como desafío para volver a la Liga de cara a un posible futuro en Murcia?

. El desafío de este año es mejorar todas las cosas que me hacen falta. El tiro lo vengo mejorando bastante, estoy haciendo mucho hincapié ahí. También en mi coordinación de pies, usar la mano izquierda, estar bien activo defensivamente, todas cosas que van a llevar mi básquet al siguiente nivel. También tengo que trabajar mentalmente para dar el salto el año que viene a Murcia.

 -¿Te habló Murcia de qué es lo que esperan de vos?

. Esperan ver a un Lee que pueda llegar a Murcia con otra cabeza, con una mentalidad más madura, más desarrollado para ver si finalmente ellos me pueden utilizar.

Alejandro Malky / [email protected]
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