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No sería nada original decir que, en base a historia, buen manejo, gran organización, tradición y jerarquía de sus participantes, la Copa del Rey de España es el torneo de clubes más importante del mundo si no contamos a las ligas. Iniciada hace nada menos que 90 años (1933), si bien de entrada no tuvo continuidad por la guerra (no se jugó en 1934, 1937, 1938 y 1939), luego se hizo ininterrumpida desde 1940 y hoy goza de impecable salud. 

La Copa no es solamente un gran espectáculo deportivo, sino también un gran negocio y un ejemplo de cómo algo se puede convertir una reunión múltiple de clubes, jugadores e hinchas en una fiesta única, donde todos se van satisfechos, aunque su equipo no gane. Son 4 días donde se vive el básquetbol al mismo tiempo que se disfruta una ciudad, siempre bien elegida. En este caso, la bellísima Málaga le da marco perfecto a la edición número 88, 41º en la era moderna de la acb. 

Si medimos justamente ese parámetro, la presencia y el éxito de jugadores y entrenadores argentinos ha sido brutal. Desde el precursor, el gran Juanito De la Cruz (campeón 7 veces -6 seguidas- con el Barcelona, entre 1978 y 1987), pasando por Marcelo Nicola, que recuperó el cetro para un argentino en 1995, incluyendo a León Najnudel (único entrenador argentino en ganarla, en 1984), hasta los actuales Facu Campazzo y Nico Laprovittola, bicampeones (uno 2 con el Madrid, el otro 1 y 1 entre Madrid y Barcelona). 

Ellos dos son de los argentinos con mayor repercusión en el torneo, ya que además de haber obtenido dos títulos cada uno, aparecen en varios rubros históricos. A saber: Facu es, con Pablo Prigioni, el único argentino en haber sido MVP alguna vez. Pablo lo fue en Madrid 2006, mientras que Campazzo lo fue, casualmente, en Málaga, en 2020. Lapro tiene una marca increíble: 50 puntos de valoración en el 2019, jugando para al Joventut de Badalona, el número más alto de toda la historia, desde que se lleva esta estadística. Nico es el último argentino campeón: 2022 con Barcelona. 

Prigioni, además del MVP, tiene récord de asistencias en un partido (15), justamente en la final de este 2006, jugando para el TAU Cerámica. Facu tiene la tercera mejor marca (13), en el 2020, su última participación. Chapu Nocioni, campeón 5 veces (2 con Baskonia, 3 con el Madrid), posee además un récord de 4 tapones en un partido del 2015, 4º cifra más alta de la historia. Lo remarcamos porque Chapu jugó ese partido con un tobillo a la miseria, pero no podía faltar, porque era su primer año, el equipo no arrancó bien la temporada y tanto él como Pablo Laso eran discutidos. Paradoja: ese año ganaron todos: Supercopa, Copa, ACB y Euroliga después de 20 años. Todo comenzó en esa Copa. 

Campazzo también tiene la segunda marca más alta en un partido en recuperos (7 en 2020), mientras que Prigioni está quinto con 6 (en 2006). En cuanto a títulos, De la Cruz marcha octavo con 7 (lideran Epi y Clifford Luyk con 10), en un grupo que tiene a varios, como Brabender, Corbalán, Felipe Reyes y Juan Carlos Navarro. En este torneo, tanto Sergio Llull como Rudy Fernández irán por empatarlos, ya que tienen 6 cada uno.