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Las comparaciones en muchos casos son odiosas, sobre todo entre hermanos. Sin embargo, Marc salió de esa sombra y tuvo un brillo enorme con luz propia para realizar una carrera de leyenda tanto con España como en la NBA.

Desde antes de su debut con Barcelona en 2003, todos le ponían el ojo a partir de la explosión de un Pau que ya era figura en la NBA y con España. Ya para 2006 fue parte del equipo español que logró el Mundial de Japón y desde allí su carrera no hizo más que crecer.

El interno fue elegido por los Lakers en el draft del 2007 y curiosamente sus derechos fueron parte del traspaso que llevó a su hermano a Los Angeles para vivir la mejor etapa de su carrera NBA. Desde su arribo en 2008 a Memphis fue una pieza fundamental de los Grizzlies para ser competitivos y protagonistas.

Fueron 11 temporadas en la franquicia, para tener el honor en un futuro del retiro de su camiseta, una clara muestra de lo importante que fue. Jugando allí fue parte del segundo mejor quinteto de Rookies en la 2008/09, tres veces All Star, una de ellas haciendo historia junto a Pau como titulares, Mejor Defensor y segundo mejor Quinteto en la 2012/13 y parte del Mejor Quinteto en 2015.

Habiendo tocado ya un techo, decidió salir y pasó a Toronto. Para dimensionar el paso de Marc por Memphis, basta con decir que lidera al a franquicia en minutos, rebotes, tapas y triples dobles, y es segundo en puntos y asistencias.

En la franquicia canadiense alcanzó la gloria deportiva ganando el histórico anillo ante Golden State con un papel importante en el equipo liderado por Kawhi Leonard.

Pero no solo su carrera en la NBA fue legendaria, ya que con la selección española logró tanto el título de la Copa del Mundo en 2006 y también en 2019 como una pieza angular del equipo junto a Ricky Rubio. Además, fue parte de los históricos equipos que lograron la Plata en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012 y también se llevó los títulos del Eurobasket en 2009 y 2011, para un total de 9 medallas con la Roja a lo largo de 15 años de jugar casi de manera ininterrumpida y con un protagonismo que fue en aumento hasta ser una pieza imprescindible de la mejor generación de la historia del básquet español.

Tras ello decidió regresar a España y jugar en su Girona, ciudad donde había jugado entre 2006 y 2008, que permitió su explosión previa llegada a la NBA. Allí lo hizo primero como presidente y dueño del equipo y luego como jugador para darle el lugar en la ACB y finalmente con una última temporada despedida en la máxima división desplegando todo su talento para mantener la categoría.

Una carrera de leyenda para un Marc Gasol que puso bien arriba el apellido, a la altura de las grandes leyendas españolas y junto a su hermano Pau. Un talento descomunal desde la pintura que brilló con luz propia y que rompió todas las barreras para quedar en la historia.