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Empezamos a descubrir a los 10 mejores equipos de la historia moderna, según nuestro criterio, y en base a algunos parámetros, más unas pocas consideraciones. Tomamos como era moderna los 80, con el ingreso a la Liga de Magic Johnson y Larry Bird. Y los equipos elegidos en algunos casos serán de un solo año, de más años, o de períodos. Lo haremos de forma cronológica, sin orden, porque creemos que es difícil comparar a equipos de épocas tan distintas. Empezamos. 

Nuestro primer elegido es Boston Celtics 1980-1986. La segunda era dorada de la franquicia del trébol, con su también segunda camada de hombres súper representativos, liderados por Larry Bird, pero con dos lugartenientes inolvidables, como Kevin McHale y Robert Parish, El Jefe. Dirigidos primero por Bill Fitch y luego por KC Jones, que había sido parte central de la primera generación dorada verde, en los 60. 

Boston, aun siendo alternadamente protagonista entre el final de los años de Bill Russell (1969) y estos 80, con dos títulos en el medio (1974 y 1976), con John Havlicek y Dave Cowens manteniendo el prestigio, fue con el insuperable Larry Bird que volvió a dominar la NBA con sus duelos únicos e irrepetibles ante los Lakers de Magic Johnson. Perdón a los más jóvenes: jamás habrá un duelo como esos Lakers-Celtics. Jamás. 

Larry Bird llegó a la NBA en 1979, al mismo tiempo que Magic, y ambos revolucionaron una Liga que en lo deportivo no estaba mal, pero que no era ni por asomo el boom de atracción e interés global que empezó a ser a partir de ellos. Faltaba el empujón último, que se dio con la llegada de David Stern en 1984, pero igual el rubio de Boston y el de la sonrisa eterna de LA hicieron un excelente trabajo de base. 

Esos Celtics, destruidos a finales de los 70 con los últimos destellos de gran Havlicek y de Cowens, encontraron la hendija abierta y, con una maravillosa movida del genio desde los escritorios, Red Auerbach, se hicieron con Bird en el draft de 1978, un año antes de su llegada a la NBA, aprovechando que todavía no era tan seguro tu destaque en la mejor Liga del mundo. 

La 79/80 fue justamenta la transición de ese equipo de malo a extraordinario. Bird fue la bisagra, jugando ese año con los viejos Cowens y Maravich, esperando por refuerzos, que llegaron oportunamente. Ya estaba Cedric Maxwell, joven con proyección, y se fichó a Robert Parish, que llegó desde Golden State más un pick de draft que terminó siendo Kevin McHale, otro blanco con pinta de poco, pero que rendía más que nadie segundo por segundo. A cambio de Ricky Brown y un pick de primera ronda que sería uno de los grandes fracasos de la historia, Joe Barry Carroll.

Ya eran otro equipo. Con Bird como líder ofensivo y creador de juego, dos internos de categoría como Parish y McHale (ya cumpliendo la tarea de sexto hombre, quizá el mejor de la historia) y buenos guardias como Ford, Archibald y Maxwell, los Celtics se convirtieron en el equipo sensación de la temporada y la ganaron venciendo en la final 4-2 a los Rockets, que habían dado la gran sorpresa superando a los Lakers en la primera ronda del Oeste (2-1, se jugaba solo a 3 partidos). 

Si bien los Celtics no pudieron repetir en 1981/82, cayendo en la final del Este contra Philadelphia, siguieron sumando jugadores que terminaron siendo símbolos, como Danny Ainge (ese año) y Dennis Johnson (83/84), para ganar otra vez el anillo en ese 1984. Los Celtics eran el mejor representante del buen juego, optimizado. Lo opuesto al Showtime de los Lakers, sus archienemigos. Boston no tenía grandes atletas, no daba espectáculo circense, pero se pasaba el balón como nadie, entendía el juego y defendía como pocos. 

También se caracterizó por armar el mejor equipo de blancos de la historia: Bird, McHale, Ainge, el actual entrenador de Indiana, Rick Carlisle, luego incluso Bill Walton, que se sumó para dar una mano en el último título de ese grupo, en 1986, 4-2 otra vez ante los Rockets, ahora el de las Torres Gemelas (Ralph Sampson, Hakeem Olajowon). 

Los problemas de espalda de Bird cada vez fueron empeorando más, pero igual los Celtics llegaron a la final de 1987. Fue la última actuación estelar de este grupo que se fue apagando de a poco, pero que dejó indudablemente una marca única en la historia de la NBA. Tres anillos, dos finales y un legado para siempre.