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Sacramento carga una cruz bastante pesada de 16 temporadas sin entrar en playoffs de la NBA. En este sentido, ya hicieron un movimiento que fue polémico la pasada temporada, dejando ir a Tyrese Haliburton y trayendo a Domantas Sabonis para hacer dupla con De´Aaron Fox.

Sin embargo, para esta campaña parecen haberse armado de buena forma para olvidar al base y llegar a tierra prometida. En el draft eligieron a Keegan Murray, que ya empezó a demostrar su interesante nivel en la Summer League, siendo el MVP con 23.2 puntos y 7.3 rebotes, con un 50% de campo y un 40% de tres puntos.

Además, desde Europa se llevaron al interno Chima Moneke para ayudar al lituano, y luego apuntaron a tiradores. Por eso contrataron a Kevin Huerter y a Malik Monk, buenas opciones de tiradores que esperan tener su lugar y minutos apropiados para terminar de explotar.

Por otra parte, se mantienen Davion Mitchell, Chimezie Metu y Harrison Barnes, buenos jugadores de rol para apuntalar la idea de Mike Brown, que llega para hacer el trabajo y cumplir el objetivo de una franquicia golpeada por las malas decisiones en el pasado, que parecen empezar a cambiar ahora.