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A pesar de haber dedicado gran parte de sus 25 años de vida a jugar al básquet y con un solo año de universidad en su haber, Aaron Gordon, la nueva pieza importante con la cuenta Denver, también se mueve por otras aguas referidas a lo cultural, a la introspección corporal y al ajedrez, un deporte al cual el ex Magic utiliza mucho para agudizar el ejercicio de la mente. 

"Lo que me gusta del ajedrez es la singularidad en que cada juego, creo que debido a que cada persona piensa diferente, cada partida tiene distintas variables a la anterior. Pienso que hay muchas lecciones de vida que se pueden sacar del ajedrez y mi parte favorita de esto es que se puede ser muy competitivo y cerebral a la vez en una partida", reflexionó Gordon sobre uno de sus mayores pasatiempos en su vida adulto y en cuanto niño también, ya que en sus años de infancia y adolescencia era un asiduo concurrente a un club de ajedrez.

Además del ajedrez, Gordon divide su tiempo libre con otros hobbies o actividades dedicadas a ejercitar su mente como el golf, la lectura, pintar o mismo haciendo música, mostrando muchas aristas de distintas índoles bastantes inusuales para un jugador profesional de la NBA. "Soy muy curioso por naturaleza, muy activo, casi hiperactivo", reveló.

Su agente, Calvin Andrew, en relación a los intereses que muestra Gordon por fuera del básquet lo definió como un "unicornio en la NBA" debido al complemento entre lo intelectual y súper atleta que es su cliente. "Es extremadamente raro, me gusta trabajar con él porque podemos hablar, debatir y desarrollar cosas más allá del básquetbol". agregó Andrew.

El pasado 25 de marzo, Aaron Gordon dejó Orlando por petición propia, seis años junto a la franquicia de Florida fueron suficientes para plantar bandera y decir hasta acá llegué en busca de un nuevo reto, con aspiraciones más importantes y por eso que Denver fue una opción muy viable para desarrollar su juego con un equipo fuerte por detrás.

“No la pasé bien en el tradeadline, perdí el sueño por estar emocionado con un potencial cambio, un nuevo comienzo o la oportunidad de continuar con el equipo que estaba. Fue un momento muy estresante, aunque creo que fue una señal de que se avecinaba algo grande”, contó el ala pivote y también expresó con respecto a su salida de Orlando: “Sentí que era el momento, pasé unos buenos años con Orlando intentando ganar lo máximo que se podía, pero era hora de cambiar a una cultura ganadora y de ser parte de un equipo con aspiraciones a ganar”.

La frenética NBA con partidos día por medio, mete a los jugadores en un vorágine de básquetbol de las que se les es difícil separarse por mucho tiempo. Pero continuando con su costado de siempre buscarle una vuelta de tuerca al problema, Aaron Gordon tiene la particularidad de que en sus rutinas diarias hay dos momentos reservados para la meditación.

“Me ayuda a controlar mi mente, en lugar de mi mente me controle a mí y también a desarrollar una capacidad de recuperación, un valor, un nivel de aplomo y compostura. Cuanto más medito, más claro se vuelve mi enfoque, me permite disfrutar más el proceso de todo y no empantanarme con cosas que podría haber hecho en el pasado o cosas que haré en el futuro, simplemente me devuelve al presente”, sostuvo el surgido de la universidad de Arizona.

Desde su llegada a Denver, el equipo levantó mucho y solo la mancha por la lesión de Murray se podría decir que fue un inicio casi perfecto de Gordon como jugador de los Nuggets. Con Aaron en cancha Denver ganó nueve juegos sobre once y con números personales de  11.4 puntos y 4.5 rebotes.

"Acá en Denver hay muy buenos pasadores, geniales y talentosos. Cuando estas rodeado de este tipo de jugadores quieres dar un paso frente, hacerlo lo mejor que podes y seguir mejorando. Están todos orientados a ganar y todos tienen un conjunto de habilidades único aquí, es simplemente divertido", reflexionó sobre sus primeras impresiones de sus nuevos compañeros

En esta nueva aventura en Colorado, Gordon ha tomado una determinación de cambiar de número y utilizar el número 50 y a pesar de que no ha explicado el porqué de dejar el 00, los rumores indican que eligió ese nombre a manera de recuerdo por las muchas veces que lo calificaron con  50 puntos en los torneos de volcadas y que sin embargo nunca pudo ganar uno, una verdadera rareza.

Sin dudas que la lesión de Murray fue un balde de agua fría para toda la franquicia y sus fans, cuando todo marchaba sobre ruedas la baja del canadiense abre interrogantes. Lo que si no dejó dudas fue que la incorporación de Aaron Gordon era lo que el equipo necesitaba y a la vista cde omo funciona el equipo y el encaje perfecto que da su movilidad para encontrar las asistencias de sus compañeros, especialmente de Nikola Jokic atento a sus cortes y de Facu Campazzo al momento de jugar pick and roll.

Mauro Osores / [email protected]
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