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Desde el 30 de octubre, que fue la noche en la que sufrió una rotura en su mano izquierda, que Stephen Curry no disputaba un juego de manera oficial. Inicialmente el pronóstico había arrojado que estaría de regreso en las canchas en tan solo unas jugadas, pero cuando lograron establecer la gravedad de la situación, las ilusiones del equipo por entrar a la postemporada se derrumbaron por completo.

Anoche, en el partido ante los Raptors, el mejor base de la historia de los Warriors volvió a decir presente y, entrando como titular, no defraudó. Aportó 23 puntos (3/4 en dobles, 3/12 en triples y 8/8 en libres), repartió 7 asistencias y bajó 6 rebotes en 27 minutos. Una buena actuación para ser que en el medio transcurrieron 58 partidos y desde ese entonces, por ejemplo, D'Angelo Russell dejó su lugar para la llegada de Andrew Wiggins al equipo.

Pero la verdadera pregunta acá es, ¿cómo le fue a la franquicia sin el base que conquistó el MVP en 2015 y 2016? Uno de los datos más resonantes es la gran cantidad de quintetos que tuvo que poner en cancha Steve Kerr a lo largo de todo este tiempo. Fue un total de 33, situación que no se daba desde la llegada de Stephen a la liga.

Desde la temporada 2016/17, la llegada de Kevin Durant al equipo revolucionó a la NBA y estableció a los Warriors como el mejor equipo. Pero con la salida del ex-Oklahoma, sumado a las lesiones de Klay Thompson, también en las últimas finales, y la del propio Curry en el cuarto juego, quedaba un solo soldado de la dinastía: Draymond Green. Sin embargo, el interno no le fue esquivo a las lesiones y, por momentos, los Warriors tuvieron en cancha a ninguno de los cuatro que tanas alegrías les había dado hace poco tiempo.

Fueron en total 17 partidos sin alguno de estos cuatro jugadores, situción que no sucedía desde la temporada 2008/09, cuando todavía no había sido drafteado Curry. Si repasamos algunos nombres en la franquicia en esos años podremos encontrar a Marco Belinelli, hoy en los Spurs y campeón en 2014 con los texanos, Jamal Crawford, Monta Ellis, el francés Ronny Turiaf y un muy joven Anthony Randolph, hoy en el Real Madrid con Campazzo, Laprovittola y Deck.

Un dato que deja en evidencia el gran hueco en la ofensiva que dejó la ausencia de tres de los mejores anotadores de la liga fue la gran caída de su rating ofensivo. En la última temporada fue de 115.9 puntos anotados por cada 100 posesiones, estadística con la que lideraron la temporada. Hoy es un muy pobre 104.7 puntos, lo que los ubica en la última posición de esta tabla, un fiel reflejo de lo que viene siendo el equipo en este curso.

Por último, la cantidad de derrotas. Los Warriors habían acostumbrado a sus fans a ganar, ganar y no parar de ganar al punto de que, en la temporada 2015/16, rompieron el récord histórico de 72-10 establecido por los Bulls de Jordan al conseguir 73-9. Pero todo tiene un final y no fue la excepción para ellos, que volvieron a cosechar más de 40 derrotas en temporada regular. La última vez que les sucedió esto fue en la 2011/12, cuando el equipo finalizó con 23 triunfos y 43 derrotas. Un dato: para el curso siguiente draftearon a Draymond Green, a partir de ese momento, todo fue de menor a mayor.

Está claro que la ausencia de Curry, sumado a las pérdidas por lesión de Thompson y la salida de Durant, caló hondo en el equipo de Steve Kerr. Indudablemente no podrán salir del fondo de la tabla de la conferencia Oeste y seguramente ya están pensando en la próxima temporada, pero queda claro que no tener por tanto tiempo a, quizás, el mejor jugador de su historia, es un lujo que no se pueden volver a permitir.