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Ferro superó a Atenas por 83-76 y dio un nuevo paso de cara a su objetivo de terminar entre los dos primeros de la Conferencia Sur. Una de las grandes figuras del triunfo verdolaga fue Lucas Arn (16 puntos), cuyo rol ha subido desde la salida del español Alvaro Calvo y él está sabiendo aprovecharlo al máximo. Tras el encuentro, hablamos con el ex San Isidro.

- ¿Qué análisis hacés del partido?

. Creo que cuando nosotros impusimos intensidad sacamos una brecha y cuando decaímos ellos se vinieron. Ellos son un gran equipo, con un potencial ofensivo muy importante, con un tipo como Mickeal que maneja el ritmo de juego con mucha experiencia. Sumado a Bruno y a otros jugadores que le dan calidad al juego, más los jóvenes que intentan imprimir intensidad. Por momentos lo hicieron bien y por otros, tuvimos la chance de despegarnos en el tablero. Creo que cuando mejor defendimos, fue cuando más se nos abrió el aro en ofensiva. Así que por ahí hay que corregir ciertas situaciones, donde perdimos el foco o bajamos la intensidad, lo cual hace que nos conviertan y después nos cuesta anotar a nosotros.

- ¿Esos bajones de intensidad pueden tener que ver con que en algún sentido, sabían que lo iban a terminar ganando?

. Yo creo que sí, estábamos confiados que el partido lo íbamos a ganar igual. En realidad uno siempre entra con esa confianza. Pero en el partido contra Bahía no tuvimos esas desconcentraciones porque nos hubiesen costado mucho más caro, me parece. Pasa un poco por el cansancio, el desgaste... nos pasó lo mismo cuando le ganamos a San Lorenzo, que después vinimos acá y perdimos. Después de un desgaste tan grande nos cuesta enfocarnos 40 minutos. Pero eso se trabaja y obviamente es lo que va trayendo la temporada, ya con 40 y pico de partidos, todos muy seguidos. Esta Liga no solo te hace pagar en cuanto a calidad, sino también en intensidad. El que está mejor físicamente es el que quizá saca una diferencia.

- Da la sensación de que vos junto a Ramón, son los encargados de subir la batería del equipo cuando está baja. ¿Te gusta esa responsabilidad?

. Sí, sin dudas. En equipos anteriores cumplía ese mismo rol de imprimirle energía al equipo, cuando decaía. Sin ir más lejos en el Instituto que ascendió, esa era mi función. Las condiciones físicas por suerte me dan para hacerlo. A veces lo logro, otras veces no, de acuerdo a cómo se planta el rival. Pero sí, Ramón (Clemente), Lucho (Tantos) y yo, somos los encargados de despertar un poco al equipo cuando las piernas no responden tanto.

- Si tuviera que votar al jugador que más me sorprendió este año, te elegiría a vos. ¿Te tenías confianza para tener este rendimiento?

. Te agradezco por la mención. Uno antes de poder hacer las cosas, tiene que creerlas. Siempre estuve convencido de que podía aportar. No sé desde qué punto. No soy ni un especialista en el lanzamiento, ni un especialista en rebotes... soy un conjunto de cosas, o un utilitario como se diría en el rubro automotor. Me gusta hacer eso, aportar en lo que falta. En este equipo tuve que ser inteligente, porque hay muchos jugadores y todos aportan cosas distintas. Cuando encontré lo que podía dar, subí mi calidad en tiempo y en juego. Fue un proceso de menor a mayor que obviamente siempre lo creí posible, porque sino no se hubiese dado.

- La parte que más llama la atención es el goleo...

. Sí, el cambio más grande quizá es la parte ofensiva. Pero no porque en otros equipos no lo haya hecho, sino porque acá hay goleadores muy bien cubiertos. Con el correr de los partidos y del scouting, los otros equipos te estudian y alguna variante tiene que aparecer. Bueno, ahí está mi rol. Estoy muy contento con el equipo y porque uno es jugador y siempre quiere jugar.