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Argentina 73 - España 92

Aunque la presión era mayor para España, necesitada de ganar para no quedar eliminada en la fase de grupos, la de Argentina era un poco menor, pero también importante, porque ganando evitaba el cuarto puesto que podía darse dependiendo del resultado posterior de Lituania-Croacia. Al final quedó en manos de España, superior ante un flojo juego defensivo de Argentina y por 92-73. A pesar de que llegó a estar más de veinte abajo, en el último cuarto se simuló una reacción poniéndose a once pero se hizo muy complicado y España lo cerró cómodo.

Rudy Fernández fue el máximo anotador con 23 puntos, mientras que Pau Gasol sumó un doble-doble de 19 tantos y 13 rebotes. Por el lado de Argentina, lo más destacado pasó por Nicolás Laprovittola, uno de los motores del último empuje albiceleste con 21 unidades.

Con 3 cambios en la inicial (Lapro, Delfino, Acuña, más Ginóbili y Scola), el sueño de Argentina duró un minuto. Arranque furioso de Ginóbili con dos bombas, para hacer olvidar el 0/8 triples ante Brasil, para un 8-0 inesperado, que duró un santiamén. Argentina empezó a mostrar muchas falencias atrás, sobre todo por el lado de Scola (muy rápido Mirotic para él), y España a correr, una de las cosas que quería evitar Argentina. Rudy tuvo cuatro minutos brillantes (10 puntos) y en un abrir y cerrar de ojos España había metido un parcial de 22-3 para sacar 11 (11-22).

No era el de Scola el único problema, obvio. Otro muy importante fue la pérdida de balones no forzados (2 caminatas de Acuña), los malos tiros, la dependencia del lanzamiento de tres puntos y la baja puntería. Del 3/3 de inicio se pasó a un 1/14 letal que le dio demasiadas ventajas a un rival que, urgido, no iba a permitirse desconcentraciones. España pasó a manejar el juego a su voluntad. El desgaste en Argentina obviamente que hacía mella, pero no era el único factor.

Sacando algunas reacciones moderadas, Argentina no tuvo juego. Scola se metió otra vez en problemas de faltas muy rápido (3 a los 6 minutos del cuarto), Delía tuvo un ingreso muy malo y España terminó ahí de sacar una diferencia que rondó casi siempre los 13/15 puntos. Hernández ya había mandado un rato largo antes a Campazzo y Nocioni a la cancha, pero se sabía que no iba a haber una solución mágica. Ginóbili fue el único inspirado en ataque (13 en la mitad), pero sin que eso resolviera mucho. Argentina completó 20 minutos malos, perdiendo los rebotes por cifras dobladas (12/24), perdiendo pelotas (7) y tirando 35% de cancha. Un combo fatal. España, con Rudy (13) y Mirotic (10), hacía la diferencia.

La segunda mitad no cambió demasiado, salvo promediando el tercer cuarto, en el que al árbitro canadiense Seibel se le salió la cadena mal y empezó a tirar una catarata de técnicas (2 por flop) que terminó con Navarro en las duchas. Argentina bajó a 13 la diferencia que llegó a ser de 22, pero la esencia del juego no había cambiado. Era necesario un milagro, y los milagros...no existen.

Hernández empezó a rotar, por obligación y por necesidad futura (pensando en cuartos), y se la jugó a revolver el juego con los más jóvenes más Scola. Al menos, logró guardar una buena cantidad de minutos a Ginóbili, Nocioni y Campazzo. España no terminó de quebrarlo en el tercero (71-57), y se siguió complicando en el cuarto (75-64), pero volvió Rudy, siguió Gasol (flojo) e igual le alcanzó para cerrarlo 92-73. 

Con este resultado, España se aseguró el segundo puesto del grupo, mientras que Argentina deberá esperar a Lituania-Croacia para saber dónde queda. Si gana Lituania, se ubicará en el tercer puesto y chocará el miércoles contra Australia. Si gana Croacia, será cuarto y el rival será Estados Unidos. La peor opción.