Seguramente el nombre de Juan Uro resulta desconocido para buena parte del ambiente del básquetbol argentino, y es lógico. No ha estado ligado a este deporte en nuestro país, salvo como fan, y ha desarrollado su carrera, relacionada al marketing y las finanzas, básicamente en los Estados Unidos.
Sin embargo, no sería muy errado decir que es hoy es quizá el argentino con cargo más alto en el mundo del básquetbol después de Horacio Muratore, presidente de la FIBA.
Desde fines de junio de 2015, Uro es vicepresidente ejecutivo de la NBA en el área de estrategia global y finanzas. Dicho de otra manera, es uno de los 10 directivos con ese rango en la NBA, que reportan a Adam Silver, el comisionado de la Liga, más allá de no hacerlo directamente. Charlamos con Uro para que nos cuente su historia y su trabajo.
- Me gustaría que me expliques un poco tu recorrido hasta llegar a la NBA. Sé que estuviste mucho tiempo en McKinsey, que tuviste un paso por el Ministerio de Economía hace bastante tiempo, pero no hay mucho detalle de cómo terminás en la mejor liga del mundo.
. Te cuento. Nací en La Plata hace 41 años. Me gustaba mucho el fútbol, el básquet, el tenis. Crecí yendo al Club Universitario. En el momento de elegir una carrera, me quedé ahí estudiando Ciencias Económicas en la UNLP, y a mediados de mi carrera empecé a trabajar en el Ministerio de Economía, primero en la provincia de Buenos Aires y después en la Nación. Estuve 5 o 6 años en distintos organismos.
-¿Te agarró la época del estallido?
. Yo siempre pensé en venir a Estados Unidos a hacer un posgrado y me vine a mediados del 2002 con lo cual viví de cerca la peor parte de la crisis de Argentina y recuerdo hoy en día esos tiempos muy dolorosos para el país.
-¿Ahí llegás a McKinsey?
. Sí. Mi idea era siempre volver a la región. Mi oferta inicial en McKinsey era para ir a Brasil, pero mi mujer, que también estaba haciendo un posgrado en Estados Unidos, tenía que quedarse un año más, entonces arreglé para empezar allí. Después, finalmente, me terminé quedando más de 10 años en Estados Unidos, aunque siempre trabajando con muchas cuestiones globales, algunas relacionadas a Latinoamérica. También Europa y Asia.
-¿Y en esa etapa tuviste relación con el deporte?
. Más que nada trabajé con jefes de estrategia en distintos rubros: bancos, compañías de seguro, empresas de telecomunicaciones, farmacéuticas... de todo un poco. Con el deporte siempre tuve una relación pasional, aunque era muy malo. Mi primer deporte de hecho fue el básquet en Gimnasia, pero estaba claro que no iba a tener vuelo. Y en Estados Unidos hice mucho lo que se llama pro bono, que es un servicio que se da a distintos organismos sin cobrar. Y trabajé mucho aportando mis conocimientos en el maratón de Nueva York. Y en esas charlas que tuve con gente que fui sumando en estos años, siempre me decían que tenía que hacer algo con el deporte, que tenía que cambiar un poco el ámbito y aprovechar las ideas creativas globales que tenía, además de mi pasión por el deporte. Y terminé hablando con un par de instituciones, incluyendo claro la NBA. Me reuní con Adam Silver y distintos miembros del grupo ejecutivo y encontré una apertura increíble. Me contaron lo que querían hacer, me preguntaron lo que yo quería hacer y me dijeron que si ambas cosas confluían, era bienvenido. Fue una oportunidad que se te da quizá una vez en la vida y no podía decir que no.
-¿Cómo se llega a acceder a eso? ¿Por concurso, llamado directo?
. La NBA es una institución que está creciendo muy fuerte y en mi caso fue estar en el lugar correcto en el momento justo. Una coincidencia. La NBA está buscando crecer desde lo estratégico y financiero, que son dos áreas que yo conozco bien, porque trabajé con muchas de las 100 empresas más importantes del mundo. Ellos estaban buscando más rigor y más capacidad, tener a alguien que tiene una perspectiva global y justo se dio que yo estaba buscando armar un nuevo capítulo dentro de mi carrera profesional. Fue medio de carambola.
- Desde que tengo uso de memoria, la NBA fue una adelantada. Fue la primera que vio que había que globalizarse, la primera que puso en práctica algo como el League Pass cuando nadie veía TV por streaming y así más cosas. Para una persona como vos que maneja temas estratégicos y de finanzas, ¿te encontraste con una empresa de avanzada aún por sobre el nivel que conocías?
. Sí, la NBA es una empresa muy innovadora, que busca marcar rumbos, y no seguir rumbos. A nivel de redes sociales, por ejemplo, somos la número uno. En dar contenidos. La persona que ve un partido, ya sea en el estadio, o en Filipinas, tiene acceso a clips gratis todo el tiempo, por Twitter, Facebook y demás. Tenemos un gran enganche con el público. La gente hoy en día no está en la televisión. Está con su celular, o su ipad, o su computadora, y tenemos que estar ahí. Si tenemos que hablar de contenidos, o generar nuevos contenidos, estamos muy avanzados en relación a otras ligas. El fan del básquetbol, además, es en general mucho más joven que el de otros deportes, entonces tenés que innovar continuamente. No podés quedarte en los formatos tradicionales. Tenés que estar en la vanguardia.
- Suena apasionante y al mismo tiempo estresante. Innovar en una empresa innovadora debe ser bastante complicado.
. Es un desafío importante, que lo tomamos de una manera muy humilde. El grupo ejecutivo entiende que muchas veces las ideas frescas vienen de empleados más nuevos, más jovenes. Hay redes de innovación con los empleados, donde cualquiera puede tirar una idea.
- Son una empresa de Manhattan con mentalidad de Silicon Valley.
. Eso intentamos día a día. Es muy buena descripción.
- Hablabas que la TV ya no es lo único. La NBA tiene claro que los ratings ya no son tan importantes si los otros dispositivos siguen creciendo como está ocurriendo.
. Sí. El séptimo partido de las recientes finales, por ejemplo, fue visto por un millón de personas en ESPN Watch. En sus celulares. Obviamente, esto en el rating de TV no sale. Lo vieron mientras se movían por el mundo. Y tenés otros millones que quizá no lo vieron, pero estuvieron involucradas por redes sociales. La NBA representa algo de participación, que implica que, donde estás, cuando hay un partido, te podés involucrar.
- Siempre supo también que a los negocios había que sembrarlos para cosecharlos más adelante. El League Pass hoy en día sigue siendo muy barato, pero suma gente todo el tiempo.
. Tal cual. El valor del League Pass, si lo dividís por la cantidad de juego, da unos 10 centavos por partido.
- Y vos que sos especialista en estrategia global, ¿para dónde irán las cosas en los próximos 10 años? En realidad no sé si se pueden hacer estrategias ya a 10 años.
. Parte se puede y parte requiere de un nivel de operatoria distinto. Hoy no podés definir una estrategia, ejecutarla por 10 años y esperar que el resultado venga. Necesitás adaptarte constantemente. Que la empresa, los procesos y los empleados tengan una mentalidad de constante evolución, adaptarse sobre la marcha. Pero a nivel de estrategia, la motivación sigue siendo la misma. Tenés 7000 millones de personas en el mundo, un juego que es apasionante y que entiende la mayoría de esos 7000 millones. Y, más allá de los desafíos de los usos horarios, o temas por el estilo, debería ser todavía mucho más relevante de lo que es a nivel global. Es como cuando Coca Cola decía que tenía el 60% del mercado de gaseosas, pero en realidad era el 1% de lo que se bebía en todo el mundo. Es el mismo desafío. La NBA es la número uno y muy vista, pero no tenemos 7000 millones de consumidores. Tenemos que seguir generando pasión en los fans. Hay un potencial en el que podemos mejorar mucho.
-¿No te abruma un poco el tema de los cambios tan veloces?
. Se hace divertido. Puede ser agobiante cuando no tenés las respuestas, pero cuando tenés equipos tan dinámicos como en la NBA se hace divertido porque aprendés constantemente. Te aseguro que en este año lo que aprendí de patrones de consumo, de lo que hacen los jóvenes, fue tremendo. Las empresas en el mundo están buscando cómo involucrarse con los consumidores. En el deporte es al revés. La gente quiere involucrarse, quiere opinar, es activa.
-¿Te favorece que haya dueños de franquicias, como Ballmer o Cuban, que están en el rubro comunicaciones? ¿Aportan?
. Muchísimo. Ellos quieren que sus equipos salgan campeones, los 30 dueños, pero también buscan que la NBA y todas las franquicias se sigan expandiendo a nivel global. Y tenés incluso dueños globales. Y conocimiento a nivel de todo tipo de industria. Tenés tipos de comunicación, de finanzas, y todos aportan. No es un grupo de dueños reacios a participar.
-¿Y cómo es trabajar con Adam Silver, que tuvo que soportar la mochila de reemplazar a David Stern?
. Tuvo como se dice zapatos grandes para llenar, pero Adam tiene un conocimiento increíble de la Liga. Lleva 20 años y conoce todos los detalles y desafíos. Y tiene unos valores y una ética profesional admirable. El arrancó con el problema de los Clippers y él tuvo que tomar una decisión muy importante muy al comienzo de su mandato. Y eso marca sus valores y su convicción. Y es también muy humilde. Escucha a los fans, a los dueños, al resto de los empleados de la Liga. Busca siempre las mejores ideas.
- Si te preguntara para el lector de a pie cuál es tu trabajo, ¿cómo se lo explicarías fácil?
. Se podría pensar básicamente como dos cosas. Uno, estrategia. Rumbo a largo plazo. De negocio en general, a nivel de crecimiento. Qué inversiones tenemos que hacer. La segunda parte es la financiera. Asegurarse, monitorear y hacer que la Liga crezca a nivel financiero.
- Te pregunto por Latinoamérica y Argentina. ¿Tenés su teoría de cómo puede crecer?
. El básquet es el número 2 o 3 en la mayoría de los países de Latinoamérica. Si bien el fútbol es dominante, no es fútbol o básquet. Necesitamos trabajar de una manera en la que crezca el consumo de ambos. Igual pasa en Estados Unidos. No es básquet o béisbol. Son ambos. A nivel de ligas locales y de lo que la NBA representa, tenemos mucho margen para seguir creciendo. Tenemos fans que saben y consumen mucho básquet. El tema pasa por cómo hacerlo.
-¿Y en Argentina?
. El conocimiento que existe es increíble. Y como siguen su liga. Pero creo que hay mucho para hacer como NBA.
-¿Se abre alguna chance de hacer algo más con el cambio de gobierno que hubo en diciembre?
. Creo que sí. Tanto desde la Secretaría de Deportes como desde la Confederación, con McAllister y Susbielles, se está haciendo mucho por el deporte y por el básquet. A nivel de productos o servicios que lleguen al consumidor, tenemos un nuevo acuerdo con ESPN, por lo que tendrán 5 partidos semanales desde el año que viene. A nivel regional tenemos socios como Netshoes que es muy importante, y creo que se van a ir abriendo nuevas posibilidades, porque la gente quiere conectarse con el producto más allá del partido. Quiere la camiseta, la gorra, algo más físico. Ojalá siga evolucionando.
- En Latinoamérica hay oficinas de la NBA en México y Brasil. ¿Se puede esperar una en Argentina?
. Puede ser en el largo plazo. Hoy no hay planes, pero si el mercado sigue creciendo puede existir esa posibilidad.
- Hace unos días salió campeón San Lorenzo y Marcelo Tinelli dijo esa noche que pronto anunciaría un acuerdo con la NBA. ¿Qué podés decir?
. Lo escuché. Lo conozco a Marcelo, estuvimos hablando. No tengo ningún anuncio para hacer, pero la NBA ha jugado partidos en Latinoamérica, en Brasil por ejemplo, equipos brasileños han venido en la NBA. Y a mí me gustaría seguir creciendo en la región. En Argentina y otros países, en el mediano plazo, me encantaría que haya un partido de la NBA, o que sus equipos vengan aquí. Si es San Lorenzo perfecto, si es otro también perfecto.
Fabián García / [email protected]
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