La situación que vivió Huracán de San Justo en Bahía Blanca durante estos días ha sido insólita. El equipo bonaerense atraviesa la etapa de Cuartos de Final del Torneo Federal donde se enfrenta a Villa Mitre, y en el reciente viaje que realizó a tierras bahienses tuvo que padecer momentos lamentables que derivaron en amenazas y atentaron a la seguridad de los jugadores del plantel.
Actualmente la serie está 2-1 para Villa Mitre (se juega al mejor de cinco), pero lo deportivo pasó totalmente a segundo plano en cuanto se supo la naturaleza de los hechos que atravesó Huracán. El Globo tras vivir situaciones muy particulares e inéditas, debió volver a San Justo para resguardar la seguridad de su equipo, después de un tercer partido bastante traumático. La medida se tomó para no arriesgar la salud de sus integrantes pensando en el Juego 4 que en un principio debía disputarse este domingo, pero al final se postergó tras una medida del Tribunal de Disciplina.
La decisión de las autoridades del Torneo Federal no dejaron conformes a la institución de San Justo, básicamente porque en la misma creen que deberán volver a Bahía Blanca para continuar la serie, y con el clima caliente ya instalado. Además, porque se entiendo que en estos días la seguridad puede ser difícil de controlar, independientemente de que el Tribunal exige un estricto protocolo de prevención y contención a los participantes.
Pero para conocer un poco más de raíz todo lo acontecido en esta serie, este domingo Básquet Plus habló con Gabriel Fernández, el emblema de un Huracán indignado con esta repudiable situación vivida en su travesía por la ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires. Aquí, su relato.
"Al menos en mi carrera nunca me tocó vivir nada parecido. Empezó en San Justo, nos sacaron nuestra cancha y tuvimos que ir a jugar a la Universidad de La Matanza, donde había muy poca gente por ser un domingo, y porque obviamente ya no estábamos en nuestra cancha de siempre. Desde la CABB nos sacaron de nuestra cancha porque decían que era chica y nos cambiaron. Los dirigentes del otro equipo más la gente nos insultó a más no poder. Ese primer partido lo ganamos fácil, por treinta y cuatro puntos, y ahí ya se empezó a generar un roce en la cancha. Empezó por parte de los jugadores de ellos, nosotros ganando por una gran cantidad de puntos jugamos tranquilos, prácticamente no tuvimos fricción desde nuestro lado. Ellos sin embargo nos dieron golpes raros, tratando de sacarnos del juego. Ante cualquier acción positiva nuestra ya empezaron a advertir 'ya van a ir a Bahía'", comenzó contando Fernández.
"El segundo partido, el que nos tocó perder, fue mucho más parejo. Pero el roce de ellos era a falta o media falta, agarrando todo el tiempo. Nosotros nos empezamos a quejar con los árbitros, aunque en ningún momento los árbitros pudieron manejar esa situación. Un mal desempeño de los árbitros se puede tolerar, aunque también creo todo que pudo haber empezado por ahí. En vez de contener el partido y poner las cosas en su lugar los árbitros dejaron jugar, dejaron que ellos agarren, peguen y jueguen al tope de las faltas. Nos dirigieron como si estuviéramos en calidad de visitante. Lamentablemente ese partido terminó en un montón de encontronazos entre jugadores y en insultos de los dirigentes, ya con la amenaza de 'ya van a ir a Bahía' cuando el partido lo tenían ganado y donde nosotros aceptamos que ese partido no fue el mejor que hemos jugado".
"Cuando llegamos a Bahía, en el primer entrenamiento, un dirigente importante de Villa Mitre, de nombre Cristian Hernán González que lo conocen como 'Corcho', tuvo un encontronazo con Ezequiel Manzanares. Fue uno de los que más había insultado en San Justo, y cuando llegamos a Bahía presenció nuestro entrenamiento, cuando eso es imposible de pasar porque un dirigente no puede permanecer en la cancha en el medio de un entrenamiento del rival. Nos dieron cancha a las 17:30 horas sabiendo que nosotros llegábamos muy cansados de viajar. Esta persona tuvo un encontronazo con Ezequiel, nosotros sabíamos que nos había insultado en San Justo a todos y nos pareció algo dentro de todo normal que puede pasar en el deporte. No está bien, eso está claro, pero puede pasar".
"Después de eso, cuando estábamos ingresando a la cancha, un grupo de hinchas de ellos nos cortó el camino, nos amenazaron de muerte, nos dijeron que nos iban a matar y que íbamos a salir en sillas de ruedas. Amenazaron a varios jugadores, en especial a Manzanares que era el que había tenido la discusión con el dirigente de Villa Mitre. No solamente la gente de afuera lo sabía, sino que también yo me enteré después del partido que por Facebook este mismo dirigente había arengado, que algo había que hacerle a este chico, que por favor no se les vaya la mano como en otras anteriores situaciones. Se empezó a meter y a arengar con gente por la cual después no tiene control, por todo lo que terminó pasando después te das cuenta que no tiene control sobre ellos".
"El partido no fue un partido de básquet, sino uno de rugby o de lucha libre. A nosotros nos pitaron 8 antideportivas, un jugador de ellos, (Nicolás) Renzi, le pegó una piña de boxeo a Manzanares la cual lo dobló después de un parate de juego del árbitro que vio pero que cobró doble antideportiva. Imaginate, nosotros ya estábamos frustrados y cansados, porque estamos algo recortados después de la lesión de (Gerónimo) Fernández Chávez".
"Después del partido parte del equipo se quedó a comer en el club. Saliendo, no conformes con haber ganado el partido, esta gente nos tiraron botellas, y cuatro o cinco de ellos ya tuvieron contacto físico de golpes con algunos de los jugadores de nuestro equipo. Directamente sacaron una botella y golpearon a nuestros jugadores. Manzanares que está con una contractura tuvo que salir corriendo. Rompieron una botella, sacaron un arma, nos amenazaron de muerte, nos dijeron que no volvamos más por ahí, que nos vayamos. Eran más de diez o doce personas, había dos o tres que estaban en un estado deplorable".
"No hubo seguridad ni policías ni nada. Durante el partido también fuimos agredidos de todas maneras. Cuando cae Manzanares de la piña que te contaba el médico del otro equipo le dice 'dale levantate, no te hagas el boludo que no tenés nada'".
"Fue una cosa que nunca me tocó vivir. Uno puede jugar fuerte, yo no soy María Teresa de Calcuta adentro de la cancha porque siempre utilicé mi físico y mi fuerza, pero siempre ha sido dentro de las leyes y las reglas que tiene el básquet, y dentro de la picardía que tiene uno dentro de la cancha con alguna falta fuerte, no más que eso. Más que eso imposible porque no tiene sentido, terminás siendo sancionado por el árbitro y perjudicás a tu equipo. Me parece que a los árbitros se les fue de las manos el partido y en vez de sancionar a ellos nos sancionaban a nosotros por ser visitantes".
"La verdad es que es una lástima terminar mi carrera de esta forma, no quiero terminarla así. Por lo que veo hay una resolución de la CABB donde nos hace ir de vuelta a Bahía Blanca. Vamos a ir a jugar sin seguridad, nos amenazaron de muerte cuando ya tendría que haber habido seguridad, mi hermano está dentro del equipo, no vale la pena volver a jugar contra este equipo en esta situación. Nosotros salimos de nuestra cancha, la cambiamos, hicimos de local en La Matanza e hicimos todo lo que teníamos que hacer, y ellos se mantuvieron en su cancha y sin haber ni un solo policía porque yo no vi a ninguno. Desde que empezó hasta que terminó el partido lo insultaron a Manzanares, todo el mundo sabía el episodio del entrenamiento donde estaba este dirigente y los jugadores de San Justo".
"Me pareció toda una situación preparada contra Manzanares y después una situación contra todo el equipo. Ya después de la cena hubo una agresión directa al equipo, con amenazas, con una persona que rompe una botella y se la tira a Ezequiel, otro que rompe otra botella y va contra el cuello de Gabriel Pires... en fin, una locura. Es una locura porque el básquet no es eso. Creo que ellos nos podían ganar en la cancha jugando bien al básquet, pero han jugado al rugby, con agresiones. Obviamente ante el juego rudo de ellos y la falta de arbitraje reaccionamos, somos personas, nos frustramos".
"Es una lástima porque el Torneo Federal es una linda competencia, está teniendo mucha convocatoria de gente y hay una linda rivalidad entre los equipos, hay mucho folklore de básquet. Pero lamentablemente estas cosas exceden, lo único que genera es desconcierto y que las familias se alejen de las canchas, y que nosotros creamos que nuestras vidas no están seguras y que corramos peligro. Nos tuvimos que ir de Bahía Blanca porque no valía la pena permanecer ahí por un partido, por más que sea de playoffs".
"Después hay antecedentes, porque Villa Mitre tuvo el episodio de un apriete a un jugador con arma blanca hace 15 días cuando terminó un partido de la liga local. Todo el mundo lo sabe, lo que pasa es que miramos para otro lado, nos hacemos los bobos y me parece que esas cosas tienen que ser sancionadas. Me parece que esos clubes tienen que pagar por los errores que cometen".
"Cuando terminó el partido e hicimos la denuncia de lo que había pasado dirigentes del propio club no nos garantizaron la seguridad porque supuestamente había una parte de la hinchada de ellos que estaba descontrolada, que era la parte del fútbol que fue la que nos amenazó con tirarnos tiros en el hotel. Esto excede a un partido de básquet, se ha calentado mucho el ambiente, demasiado".
"Acá hay una cadena de responsables, empezando por los árbitros que han dirigido el partido porque si un jugador le pega una piña a otro y cobra antideportiva para el otro lado genera más violencia, eso le da la derecha a los que pensaban que nos tenían matar y sacarnos de la cancha a las piñas. Después está el otro tema, no menor, de la discusión que tiene el dirigente con Manzanares en el entrenamiento para después ir a arengar por Facebook y generar violencia. Ese mismo dirigente nos insultó todo los partidos allá en La Matanza y nadie le hizo o dijo nada. La discusión fue porque permaneció dentro de la cancha mientras entrenábamos cuando no debía hacerlo, es una falta de respeto porque en mis más de 20 años como jugador nunca pasó que un dirigente se quede en la cancha cuando entrena el otro equipo. No se puede estar en el entrenamiento del equipo visitante, no podés estar mirando ni espiando qué hace el otro. No es algo menor que él haya llamado a toda la gente y le haya contado a todos por Facebook que tuvo una discusión con un jugador en un entrenamiento, porque lo que está haciendo es fomentar la violencia. De ahí es de donde nos agarramos nosotros para decir que todo lo que vivimos a partir de ahí fue una verdadera locura, porque tuvo una actitud mafiosa de desafiarnos y de hacernos pasar los momentos que pasamos. No tengas dudas que todo está digitado desde la dirigencia del club, porque si ya por Facebook está arengando a todo el mundo y les está diciendo que algo hay que hacer pero sin pasarse como la otra vez entonces estás generando algo desde la dirigencia".
Lo vivido y sufrido por el plantel del Globo claramente ha sido una sucesión de hechos lamentables. Desde Huracán de San Justo buscan alguna forma de que la decisión se revea, porque así como comentó el propio Fernández la dirigencia del club bahiense parece no ofrecer un sustento apto con el tema de la seguridad. Por ese motivo no desean regresar a Bahía Blanca y esperan ver si hay algún otro de resolución al conflicto porque no quieren bajarse del torneo.
EL DESCARGO DEL PRESIDENTE DE HURACAN
Otro de los miembros del Globo que salió a dar su postura fue Gabriel Adolfo Nagel, presidente de Huracán, que durante estas horas decidió emitir una carta pública donde explica la desconformidad con el fallo del Tribunal, y donde se lamenta por la situación que su equipo atravesó en estos días.
"El Centro Deportivo Huracán de San Justo denuncia estado absoluto de desprotección por parte del Honorable Tribunal de Disciplina y directivos de la CABB ante los gravísimos hechos en los cuáles fuera víctima en la ciudad de Bahía Blanca. En forma insólita y sin mediar contacto personal de parte de directivos de la CABB con directivos de nuestra institución, intentamos dar con el Sr. Susbielles por distintos medios y ha sido imposible obtener un contacto directo con su persona, hemos tomado conocimiento por la página web del Torneo Federal que los hechos acaecidos han sido enmarcados en el Art. 117 b (sus asociados produjeren desordenes y no acataren las normas de comportamiento) el que prevé una multa de 3 a 30 aranceles de AJC y que se han dado directivas al área de competencias para que se reprograme el partido en la Ciudad de Bahía Blanca estableciendo un protocolo de seguridad para garantizar el ingreso y egreso de la ciudad entre otros ítems tales como refuerzo en la cantidad de efectivos policiales.
Nos avergüenzan mandándonos a jugar un partido de básquetbol como si estuviéramos en un estado de sitio, la resolución del HTD respecto de las personas que integran un plantel que fue sometido a agresiones físicas, psicológicas, lesiones y amenazas de muerte es que vuelvan a la ciudad en la que fueron víctimas del ultraje como delincuentes rodeados de patrulleros y jueguen el partido en una cancha atestada de efectivos policiales cuál recorrida de inspectores de la ONU por una zona
neutral o de desarme durante una guerra.
Desde ya adelanto que la institución que presido no va a someterse a tal avasallamiento y desprestigio, que los jugadores que visten nuestra camiseta nunca, tras ser víctimas, van a ser destratados sin que intente defenderlos sea cuál sea la consecuencia que este comunicado traiga para mí institución y/o para mí, que mientras me quede un poco de amor por el básquetbol nunca un integrante de la Generación Dorada, como el olímpico Gabriel Fernández, va a entrar a una ciudad y a una cancha de básquetbol como un delincuente, tal como lo propone el HTD de la CABB.
Creo en el básquetbol como una escuela de vida, como un espacio para formar jóvenes y construir una sociedad con los valores que el deporte recrea, no soy ingenuo y tampoco desconozco que no todos los dirigentes estamos para lo mismo en el deporte, respeto a todo el mundo y no juzgo a quienes lo utilizan como plataforma de presentación para proyectarse políticamente pero exijo que mientras transitan por las instituciones asuman las responsabilidades que le competen y cuiden a los clubes y sus deportistas. En Bahía Blanca no hubo un muerto en la noche del 23 de Abril, solamente porque los agresores eran más lentos que mis jugadores. No puede ser que las medidas radicales surjan solo después de los hechos irreparables.
Con profundo dolor y desánimo saludo a la familia del básquetbol".