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El apellido Johnson es sinónimo de éxito en la NBA, gracias a la leyenda de Earvin Magic Johnson, quien lideró a los Lakers durante la era del "Showtime". Sin embargo, lo que pocos saben es que su hermano Larry también pudo haber brillado en la liga. “La asistencia sin mirar vino de Larry Johnson, no de Magic Johnson. Nunca me dieron crédito, pero está bien”, confesó Larry en una entrevista. A pesar de su talento, Larry abandonó el básquet en la secundaria debido a críticas racistas y se volcó al oscuro mundo de las drogas.

Mientras Magic construía una carrera llena de títulos, Larry enfrentaba un camino diametralmente opuesto. “Era un adicto a las drogas y al alcohol. Tenía un hábito de 450 dólares al día. Sobredosis dos veces, casi muero”, reveló Larry. Este difícil contexto lo llevó a prisión, pero también lo motivó a cambiar su vida. En 1989, tras enfrentar cargos graves, decidió abandonar las adicciones y fundó la organización Brotherhood Against Drugs para ayudar a otros a no repetir sus errores.

Magic siempre apoyó a su hermano, incluso cuando sus caminos parecían irreconciliables. Larry recuerda cómo Earvin le enviaba señales durante entrevistas, levantando un dedo para decirle que todo iba a estar bien. Además, le ofreció un trabajo en Sodexo Magic, su empresa. "Quería jugar en la NBA, quería jugar para New York Knicks y quería comprarles a mis padres una casa grande, pero todo eso se vino abajo porque tomé el camino equivocado", confesó Larry sobre sus sueños frustrados.