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Uno de los momentos más icónicos que reflejan el carácter competitivo de Kobe Bryant ocurrió en 2010, cuando Matt Barnes, entonces jugador de Orlando Magic, amagó con lanzarle la pelota en la cara, y Kobe ni siquiera parpadeó. Ese intento de intimidación terminó favoreciendo a Barnes, ya que llamó la atención de la estrella de los Lakers. Ambos jugadores venían picándose durante un largo rato, Bryant iba al choque pero terminaba levantando los brazos, lo que parecía sacar más de quicio al de Orlando. 

Curiosamente, esa jugada fue el inicio de una amistad entre ambos. Barnes reveló que, después de esa temporada, Kobe lo llamó y le dijo: "Cualquiera que esté lo suficientemente loco para joderme, está lo suficientemente loco para jugar conmigo. ¿Querés ser un Laker?" Tres días después, Barnes ya era su compañero de equipo en Los Angeles Lakers.

Kobe tenía una gran influencia en la franquicia y podía sugerir jugadores que compartieran su mentalidad competitiva. Barnes fue uno de los beneficiados de esa situación y destacó cómo su relación con Kobe evolucionó de rivales a compañeros y después a amigos. "Tuve la oportunidad de conocerlo realmente como persona, no solo como jugador", recordó.