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Por obvias razones, la cara de Patrick Dumont no es demasiado conocida en el ambiente del básquetbol y podríamos decir que ni siquiera en el ambiente de Dallas, donde irrumpió hace 13 meses para comprar la mayoría de las acciones de los Mavericks que estaban en poder de Mark Cuban. Dumont es la cabeza de la familia Adelson-Dumont que tiene ahora el 69% del paquete (es el yerno de Miriam Adelson, que tiene la mayor porción) y decidió dar la cara tras el trade que llevó a Luka Doncic a los Lakers, a través del periódico local, The Dallas Morning News.

Sobre la decisión del trade, Dumont dijo: "Es difícil tomar decisiones difíciles. Y es difícil tomar las decisiones correctas cuando son difíciles. Y es fácil no hacer nada. Pero cuando quieres alcanzar la excelencia en una organización, tienes que tomar decisiones difíciles, mantenerlas y seguir adelante”.

Dumont reconoció que sabía que la reacción de la gente podía ser la que ocurrió, pero quiso dejar bien en claro que el rumor de la mudanza a Las Vegas es mentira. "Los Dallas Mavericks no se mudarán a Las Vegas. No hay duda al respecto. Esa es la respuesta, sin lugar a dudas. Los Dallas Mavericks son los Dallas Mavericks y estarán en Dallas”.

Quizá la parte más polémica del reportaje es cuando le preguntan a Dumont si cree que estos Mavericks son mejores que antes del 1 de febrero, cuando cerraron el trade por Davis: "Lo creo. Mira, ha sido una semana emotiva para todos. Realmente lo ha sido. Lo entiendo claramente y lo aprecio mucho. Soy un gran fan de Luka. Mi familia es una gran fan de Luka. Aprecio profundamente lo que trajo a este equipo, lo que trajo a Dallas y la emoción que genera. Es un jugador electrizante. Quiero que sepan que me solidarizo con todos nuestros fanáticos que se sienten heridos. Miren, en lo que a mí respecta, Luka es un Mav de por vida y realmente le deseo nada más que felicidad y éxito en su carrera mientras continúa en Los Ángeles”.

¿Por qué piensa entonces que son estos Mavs mejores que antes? Sus palabras hablan evidentemente desde lo que recibe de Nico Harrison, el gran odiado en toda esta historia. Y Dumont es claro en eso: confía ciegamente en él. Y niega terminantemente que la operación se haya hecho por un tema financiero, a partir de los 345 millones por 5 años que podía negociar Doncic en este receso para una extensión. 

La parte más dura de Dumont fue en relación a lo no basquetbolístico, aunque sin ser directo: "En mi opinión, la forma en que los equipos ganan es mediante la concentración, teniendo el carácter adecuado, teniendo la cultura adecuada y teniendo la dedicación adecuada para trabajar lo más duro posible para crear un resultado ganador del campeonato. Si no estás haciendo eso, vas a perder. Si nos fijamos en los grandes de la liga, la gente con la que crecimos tú y yo —[Michael] Jordan, [Larry] Bird, Kobe [Bryant], Shaq [O'Neal]— trabajaron muy duro, todos los días, con un único objetivo: ganar. Si no tienes eso, no funciona. Y si no tienes eso, no deberías ser parte de los Dallas Mavericks. Eso es lo que queremos. Soy inquebrantable en esto. Toda la organización lo sabe. Así es como trabajo fuera del baloncesto. Esta es la única manera de ser competitivo y ganar. Si quieres tomarte unas vacaciones, no lo hagas con nosotros”.

A medida que habla, queda claro que Dumont es nuevo en esto (Mark Cuban lo deja saber cada vez que abre la boca), y por eso no extraña su frase final. "Lo he dicho desde el principio: confiamos en Nico. Hay que respetar su historial. Hay que respetar su intelecto. Hay que respetar sus relaciones, su criterio, su punto de vista y su forma de comunicarse. Lo respeto. Toda nuestra familia lo respeta”. Como dijo Harrison, por ese motivo, solo será él el responsable de cómo salga esta operación. Pero para saberlo falta mucho tiempo. Quizá años.