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Argentino vive un momento sumamente complejo en esta Liga Nacional, con solo un triunfo en 15 partidos. Y como dice la canción, en las malas hay que estar mucho más. Por eso el mando del turco lo tomó, ahora de manera definitiva, Diego Camún, quizás uno de los mayores exponentes de la identidad que tanto representa al club juninense.

“Las sensaciones son muy positivas y muy lindas a la vez, no, imaginate más allá del escenario por ahí que no es el más, el mejor escenario para tomar un equipo, pero bueno, las cosas se dieron de esta manera y hoy me encuentro con que soy el entrenador de la liga después de pasar toda una vida en el club, así que las sensaciones son positivas, muy lindas y disfrutando” explicó en diálogo con Básquet Plus.

El que hasta ahora era asistente principal tuvo su primer juego como principal en la Liga en el único triunfo de los juninenses frente a Boca. Y el final del juego, con un desahogo total, tuvo momentos sumamente emotivos con el plantel y muchos hinchas abrazando a un Diego que explotó su lado de hincha de adentro y al que le pasó toda su vida en ese momento, y decimos vida porque la transitó casi toda dentro de la institución.

“Veníamos muy golpeados, viste, sin poder ganar un solo juego, era muy necesario una victoria y en ese momento lo habían cortado Julián (Pagura) y me tuve que hacer cargo del equipo y encima Julio Mázzaro había tenido un problema familiar y estuve, entonces se dieron muchas condiciones y el juego lo dio de esa manera que pudimos ganar en el cierre después de haber hecho tres cuartos muy buenos y en el último sufrimos hasta el último segundo. Me brotó mucha emoción, se me vinieron muchos momentos de mi vida en la cabeza y momentos de mi vida que he pasado acá en el club, desde los cuatro años que estoy acá y bueno la verdad que fue un momento muy lindo”.

Y agregó: “Primero pensé en mi vieja que no está, que yo obviamente la tengo siempre presente y creo que estuvo conmigo, mi viejo que está en su platea, lo primero que hice fue ir a abrazarlo y besarlo, mis amigos y la gente del club, no creo que haya otro hincha igual, que tiene tanta pasión y sufre tanto las derrotas que haber ganado y que ellos tengan esa alegría fue una emoción muy grande y por eso las lágrimas”.

 

 

 

 

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Una vida en Las Morochas y en Argentino

Su conexión con Argentino es también con el barrio, ese que lo cobijó desde su mismo nacimiento, y recuerda el mismo momento en el que ingresó el Turco en su vida: “Yo nací acá una cuadra y tenía tres años y un entrenador histórico del club, Matrero Danunzio, me regaló una pelota en ese momento marca Yatay con un clavo en el pico para que no se desinflara, ese es un recuerdo que quedó marcado para todo mi vida”.

Desde allí no paró, pasando por todos los espacios posibles, primero dentro del campo y luego a un costado dando indicaciones: “Fui pasando toda mi vida en lo que fue inferiores y fui desarrollándome como un jugador, pero también como persona dentro del club más que nada porque fue mi segunda casa toda la vida. Y agregó: “Hice inferiores y después jugué en la primera local, pero ya estaba estudiando Educación Física, entonces ya lo hacía más como un hobby. Ya en el segundo año empecé a trabajar con una escuelita de básquet que en ese momento estaba Raúl Azpilicueta y desde ahí es que no paré nunca más y no me fui nunca más.

Por todo eso y mucho más que vivió fuera del campo, Camún es Argentino mismo, esa esencia tan especial del club: “El sentido de pertenencia, el barrio, los amigos del barrio, decirte que caminamos las calles del club toda la vida, con mi amigo Juan Antonio Abdala que nacimos acá adentro y vivimos acá adentro y lloramos acá adentro, hemos pasado por cosas muy lindas y hemos pasado por cosas no tan lindas”.

Tanto pasó, que Camún recuerda todo momento de Argentino en el profesionalismo, viviendo muchos de ellos hasta su llegada al plantel superior como asistente. “Los ascensos en la época de Cristian Márquez, la primera época de entrenador de Adrián Capelli, todo lo que fue el proceso de los provinciales regionales a los ascensos de la B, al TNA y los ascensos fueron lo que más viví como hincha ya que yo estaba en inferiores en esos momentos trabajando en inferiores”.

Ya un histórico dentro de las categorías inferiores del turco, recuerda grandes momentos: “Como entrenador ya empecé a disfrutar también cuando fui ascendiendo de categorías provinciales. El recuerdo más grande que tengo fue el campeonato argentino de juveniles de la Liga Junior en ese caso en ese momento estaba Chiche Jápez de entrenador, asistente de Elche García y como estaba en un proceso complicado se quedó en Junín y yo viajé a jugar el octagonal final con ese gran equipo de reclutados que estaban Martín Cequeira, Denis Gómez, Pablo Espinosa, Panda Scala que era más chico y ya lo llevamos de viaje tenía 16 años y jugó en el torneo, estaba Enzo Ruiz, Nico Romano se había ido justo a San Martín, era un gran equipo y salimos campeones argentinos que eso también es un recuerdo muy lindo”.

Hace una década que es asistente del equipo profesional y recuerda gratos momentos: “Hace muchos años que estamos en ese proceso esos que hemos salvado categorías con Matías Huarte me van a quedar en el recuerdo para siempre”.

La identidad como bandera

Matías Huarte, Chiche Jápez, Adrián Capelli, todos entrenadores que tienen una gran identificación con Argentino han estado en los últimos años, y ahora le toca a un Camún que lo vive como hincha dentro del traje de entrenador: “Es difícil también separar un poco a veces el sentimiento del profesional, que sería bueno empezar a separarlo un poco pero bueno lo vivo como un hincha con mucha sangre hirviendo pero se disfruta mucho”.

A pesar de considerarse uno más de la hinchada, pero que da una mano desde adentro, Diego explica que “no alcanza, hay que prepararse, creo que la experiencia también me dio esa tranquilidad de poder diferenciarlo y ahora me toca el cargo de entrenador y disfrutarlo y tratar de hacerlo de la mejor manera.

Para cerrar, Camún dio su visión de lo que hace tan distinto dentro de la Liga a Argentino: “Argentino lo hace distinto que es un club de barrio, es un solo club de básquet, no tiene otra cosa que básquet, tiene dos canchas de básquet, gracias a dios ahora tenemos una casa enfrente que hace poco se compró y hay un gimnasio. Es un club muy humilde donde todo cuesta un montón más, donde los presupuestos son muy bajos a comparación de lo que es la liga y bueno ese sentido de pertenencia que lo hace diferente a todo.

Quizás no desde los 4 años, pero si que hace mucho esperaba esta oportunidad en su segunda casa: “Se me pasó muchísimas veces por la cabeza, siempre con las dudas que uno dice para ser entrenador tengo que saber muchísimo más, todos saben más que yo, esos miedos que fueron pasando y las dudas, pero en el sueño estaba, hoy es realidad así que soy feliz y responsable del momento que me toca, que sé que es muy difícil y lo vamos a tratar de llevar adelante”.

Alejandro Malky / [email protected]
En X: @basquetplus
En X: @alemalky