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El 29 de enero del 2024 quedará marcado a fuego en la historia de Quilmes. Es que poco menos de 33 años después, el conjunto marplatense volverá a su casa de Luro y Guido, el José Martínez cuando enfrente a Pergamino Básquet.

El 17 de mayo de 1991, por la Liga B, actual Liga Argentina, fue el día del triunfo ante Pico FC por 101 a 91, el ascenso a la Liga y la última vez que jugó en su reducto de manera oficial. Luis Fernández, histórico jugador y actual entrenador del cervecero, expresó el sentir del hincha: “Para todos los que somos de Quilmes, nos criamos, aprendimos, nos hicimos hombres, formamos familia en Quilmes, es algo que no puede dejar de trascenderte, de penetrarte emocionalmente, que la piel se te erice. Volvés a un lugar que en la historia nos dio muchas satisfacciones, obviamente deportivas desde el lado basquetbolístico, pero es algo que mucha gente, muchos muy grandes y muchos de una edad ya como la mía y muchos chiquititos que hoy son padres de familias ya grandes, pero eran chiquititos que vieron proezas quilmeñas ahí o equipos europeos ahí en la década del 70 y extranjeros a fines de los 70, va a ser algo increíble”.

A su vez, destacó lo que significa el José Martínez: “Siempre fue un estadio muy especial jugar en él, porque es muy vinculante con el espectador, con el hincha. Entonces eso nos puede transmitir un extra a todo el equipo. De todas maneras, yo pienso al revés, pero lo pienso en el deporte así, no solamente en el básquet. Me parece que nos tienen que transmitir a la gente que somos del deporte, los jugadores, o sea, los protagonistas, jugadores de cuerpo técnico, nos tienen que transmitir desde adentro hacia afuera. Pero, en el caso de Quilmes, el hincha es muy particular y es muy hincha. Realmente nos sigue, siguió toda la vida a todos los equipos, a todos lados, y estar en su casa, eso nos tiene que jugar indudablemente a favor. La parte emocional tiene que estar de nuestro lado, porque lo vamos a sentir y el equipo contrario también lo va a sentir, con respeto, obvio, no haciendo cosas que no corresponderían al deporte. Pero me parece que se va a hacer sentir jugar en Quilmes del local”.

Fernández fue un histórico de aquellas primeras épocas del básquet profesional de Quilmes. Y su memoria se fue para los primeros años: “Se me viene a la mente en el año 1987, cuando se armó el equipo profesional para ascender, se jugó torneo regional, torneo provincial y la liga C. Estábamos con un equipo que sabíamos que íbamos a ascender porque nos sentíamos así, íbamos a todas las canchas a imponernos. Y jugar en el José Martínez era hacerlo con un extra ahí de la gente y del socio, del hincha, y esos recuerdos son imborrables, yo tenía a mi familia en la tribuna, mi papá vivo y bueno, terminando el partido le di la camiseta a él, yo estaba en cancha. Yo jugaba bastante y entonces son recuerdos imborrables de la historia del club”.

Y su mente pasó a la función de entrenador y asistente: “Ascendimos, yo como parte del cuerpo técnico, con el Huevo Sànchez también de entrenador, y hoy ser entrenador del equipo que vuelve a jugar ahí es increíble”.

Por último, expresó: “Lamentablemente no le estamos dando las alegrías que merece el pueblo quilmeño, los dirigentes, el hincha, el socio. Pero esto es deporte también y a veces te toca tener rachas, ojalá le podamos dar una alegría inmensa en este reestreno del José Martínez y para mí, estar sentado ahí después de tantos años es algo que me voy a llevar solamente en mi retina, en mi corazón, en mi sentimiento y en todas las personas que me quiere. “Es imborrable y va a ser para mí muy lindo. Ojalá podamos poner la frutilla en el póster con el triunfo, ojalá el quilmeño tenga esa alegría de este día que va a ser fantástico”.

Alejandro Malky / [email protected]
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