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El Unicaja salvó el primer 'match ball' y acorta distancias en la semifinal (1-2) con un convincente triunfo (66-74) ante un UCAM Murcia que acusó la presión de tener la final a tiro ante su público, salió totalmente agarrotado y perpetró un primer cuarto infame (9-25, min 6) que le pasó factura.

Los malagueños, pese a estar al borde del precipicio recuperaron las señas de identidad de su juego y con el liderato de Osetkowski (18+8), Perry (14+3+2) y Sima (13+12) forzó el cuarto partido ante un Murcia que pese a anotar sólo 20 canastas en juego (12/34 t2 y 8/30 t3) nunca se rindió.

El inicio del UCAM Murcia fue calamitoso. Tan cerca se veía de la final que esos nervios atenazaron a los suyos. Les temblaron las piernas,se les nublaron las ideas y se les encogieron las muñecas. Todo lo contrario que el Unicaja. Muy escocido tras las dos primeras derrotas, salió como si les fuese la vida en ello (y en realidad les iba) y comendados por un renacido Ostekowski puso el turbo (3-19, min 6).

No le tembló el pulso a Sito Alonso, que dio entrada de golpe a Morin, Sant-Ross, Radebaugh y Caupain para intentar cambiar esa dinámica tan negativa. Pero ni eso ni una defensa zonal lograron detener el aluvión ofensivo de los malagueños, que llegaron a mandar por 18 puntos (9-27, min 11).

La planilla estadística del UCAM era digna del museo de los horrores: 1/11 t2, 1(4 t3 y 4/4 tl) y 6-15 en rebotes. Al final, de tanto intentarlo, le entraron tres triples a los murcianos, que con siete puntos de Caupain y mordiendo en el rebote ofensivo (llegaron a capturar cuatro consecutivos), se metieron en el partido con un parcial de 13-2 (22-29, min 15).

El Unicaja se colocó en zona y con cinco puntos de Osetkowski y seis de Sima, absoluto dominador bajo tableros, fabricó un parcial de 2-11 para retomar con fuerza el mando del partido al llegar al descanso (24-39,, min 20).

Parecía increíble que el UCAM Murcia continuase con vida tras marcharse a vestuarios sólo con seis canastas en juego (2/18 t2 y 4/17 t3). Los malagueños arrasaban en tiros de dos (13/26) y en rebotes (30-17).

Los locales dieron un nuevo arreón en la reanudación con un parcial de 8-0 con seis puntos de Sleva (desaparecido en la primera parte) y una canasta de Morin (32-39). Pero la respuesta del Unicaja fue tan contundente como letal. Perry tuvo una irrupción brutal con tres triples, y junto a otro de Carter y varias embestidas de Osetkowski hizo trizas la defensa zonal murciana y comandó un parcial de 6-20 mortal de necesidad para el UCAM (38-61, min 28).

La defensa zonal 3-2 de los malagueños se le atragantó al Murcia, que lo intentó ya sin presión en el último acto y llegó a colocarse a ocho puntos (64-72, min 39). Pero el Uni aja supo administrar la ventaja.

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