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Estados Unidos vive un momento extraño de explicar para el mundo del básquetbol. Hace ya 17 años que la doble humillación ante Argentina (primero en el Mundial 2002 y luego en los JJOO 2004), la forzaron a reformular su organización interna para encarar con más seriedad sus participaciones globales, especialmente los Juegos. Sin embargo, armaron un plan que incluyó también Mundiales. 

La cuestión es que, tras un paso en falso en el Mundial de Japón 2006, del 2008 al 2016 (3 Juegos Olímpicos, 2 Mundiales), no solo ganaron las 5 medallas de oro, sino que no perdieron un solo partido. Todo ese período, bajo el mando de Mike Krzyzewski, que también fue el coach en Japón, donde solo perdió un juego. Es decir, en el período 2006-2016, 5 oros, 1 bronce, 1 partido perdido en total. 

Krzyzewski se marchó tras Río y asumió en su lugar Gregg Popovich, cuyo primer desafío grande fue el Mundial 2019. Pues bien, le ganó milagrosamente a Turquía en la fase de grupos, perdió el primer cruce de cuartos de final ante Francia, perdió ante Serbia el partido por el quinto puesto y terminó con una lastimosa victoria ante Polonia para finalizar séptimo. Y el equipo era bueno eh. Muy bueno. Por citar algunos nombres: Tatum, Middleton, Mitchell, Smart, Walker...

Parece que el papelón no caló hondo, porque la preparación y armado del equipo para Tokio viene siendo, como mínimo, desprolijo. Primero, teniendo un millón de jugadores, resulta insólito que se haya decidido llevar a 3 (sobre 12, 25%), que están jugando las finales de la NBA, con olor grande a séptimo partido. Si esto pasa, Booker, Middleton y Holiday estarán en Estados Unidos matándose por el anillo mientras el resto ya esté en Japón, ya que el séptimo juego es el 22 de julio. Incomprensible. 

Después, se sumaron cuestiones posibles, que siempre hay que tener calculadas. Primero se lesionó Jayson Tatum una rodilla, que por suerte parece ir bien, después Jeremi Grant entró en protocolo de Covid por contacto estrecho, y ayer ocurrió algo similar con Bradley Beal. Grant está a tiempo de dar negativo y volver al plantel, pero Beal ya quedó desafectado, por lo que le buscarán un reemplazo.

Se empezaron a tirar nombres de todo tipo: desde intentar convencer a Steph Curry tras su negativa, pasando por Julius Randle, Duncan Robinson o alguno de los 3 que están como ayudantes en Las Vegas (Darius Garland, Keldon Johnson y Saddiq Bey), por la ausencia de Booker, Middleton y Holiday, pero nadie cree que hagan eso. El tema central es la falta de estado. Dicen que varios de los que están en Las Vegas acudieron muy fuera de condiciones físicas. Se notó. Perdieron 2 de los 3 amistosos. 

Ahora ya no hay margen de maniobra y el error puede ser fatal. A Estados Unidos ya no le alcanza con tener 9 figuras, aunque una sea Durant. Y este cúmulo de complicaciones, muchas evitables (simplemente armando una preselección de 15, ninguno jugando finales o semis), puede costarle el oro. Aun así, quizá pueda alcanzarle para ganar, pero dependerá un poco de la suerte, y de que sus megafiguras estén inspiradas en el momento justo. Puede fallar.