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Jabari Parker cumple su segunda temporada en Barcelona dos años después de sentir que no volvería a jugar como profesional. Es que con todas las lesiones de rodilla y lo que sufrió por quedar afuera de la NBA, el conjunto español lo devolvió al alto nivel.

“Yo estaba en un momento en que estaba asumiendo que no jugaría por ningún equipo. No respondía a las llamadas de mi agente y él vino a verme en el pabellón” contó sobre la propuesta cuando se encontraba en Hawai entrenando. “Me dijo: ‘te conozco desde pequeño y necesitas seguir jugando’. Entonces llamó mi agente en Europa y me preguntó si podía estar en Barcelona al día siguiente”.

A su vez, explicó: “Habría sido muy bonito ser una de las grandes estrellas de la historia de la NBA, pero no hay nada garantizado. Podría haber dejado el baloncesto a los 14 años y ahora, con 30 años, todavía estoy jugando en el deporte que me encanta, jugando la Euroliga, en una ciudad y un club espectacular”.

En cuanto a sus lesiones, contó que se siente afortunado: “Me he roto el ligamento cruzado anterior dos veces, con dos reparaciones de menisco. No tendría ni que estar andando de forma normal, pero estoy jugando a un nivel alto. La gente dice que soy una historia trágica. ¿Qué hay de trágico en mí? Gané millones de dólares, alimenté a mi familia, saqué a mi familia del gueto”.

Y agregó: “Mi éxito es que me levanto y puedo estar con mis seres queridos, que puedo hablar con mis amigos, compartir este espacio. Esto es lo único que me importa. Todo lo demás, dinero y los sitios en los que he estado… ni siquiera le he dado importancia a mi posición del draft. He cumplido mi sueño es lo único que me importa”.

A partir de esto, contó cómo fue su infancia en Chicago: “tengo grandes recuerdos jugando en el patio”. Creció en South Shore, un barrio complejo donde su padre no quería que jugara en la calle al básquet. “Podía pasar cualquier cosa, peleas, gente vendiendo cualquier cosa o disparos... Había gente que moría delante de mi casa. Por suerte, mi hermano tenía la llave de la iglesia y pasábamos todo el tiempo en el pabellón anexo. Éste es el motivo por el que todavía estoy aquí”.