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Si hubo un equipo que en el receso quedó patas para arriba, ese fue Houston Rockets. Los texanos perdieron a su entrenador, a su general manager, tiraron a la basura el small ball, ficharon dos pivotes, se deshicieron de Russell Westbrook a cambio de John Wall y ahora analizan cómo hacer para retener a James Harden. 

El Barba ya dijo que quiere irse a Brooklyn Nets, pero el nuevo entrenador del equipo, Stephen Silas (que viene de ser asistente en Dallas), quiere aportar desde su lugar para que Harden se quede, algo que parece un objetivo imposible. 

Silas declaró en la atención a la prensa virtual que se está haciendo esta semana con distintos protagonistas, que "cuando suceden cosas como esta en las que hay un poco de indecisión y cosas que suceden, doy un paso atrás y les doy algo de espacio a los muchachos". 

Y agregó: "Desde mi perspectiva, mi comunicación ha sido, 'te estoy dando espacio', y ahí es donde ha estado mi comunicación con él. Los tipos así necesitan eso. Necesitan resolverlo, y no es así. no es necesario que alguien los golpee todo el tiempo para averiguar dónde están y todo eso".

Evidentemente, el plan persuasivo de los Rockets sería "James, tenés vía libre para hacer lo que se te de la gana este año", algo que no difiere demasiado de los últimos 8, desde su llegada, en los que armó y desarmó a antojo, pidiendo a Paul, luego queriendo que se vaya, ídem con Westbrook. Ahora habrá que esperar unos días para ver si la salida se concreta o el plantel que arma Houston seduce a JH para quedarse.