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La Generación Dorada siempre tuvo que sobreponerse a lesiones que marginaron a grandes figuras de las definiciones. Manu Ginóbili en 2002 y 2008, Chapu Nocioni en 2011 a pesar que se esforzó por jugar, y un Fabricio Oberto que en aquel Atenas 2004 no pudo disputar la definición.

Es que, en el cierre del partido ante Estados Unidos, mientras iba a tirar en el cierre del juego que los tendría como ganadores una vez más ante el Dream Team, recibió un golpazo. Fue un Stephon Marbury que fue a la pelota y terminó impactando sobre la mano del interno cordobés. Y cuando fue a tomar el balón nuevamente sintió que algo no estaba bien.

En el programa Paren la Mano, el cordobés contó: “Era el golpe que en la NBA se da normalmente que uno golpea la mano porque se lo toma como parte de la pelota. Tuve la mala fortuna que me fracturó la mano. Cuando quise agarrar la pelota sentí lo roto y la pasé para el otro lado”.

Hasta ese momento había sido clave con 6 puntos y 6 rebotes en 18 minutos. Sin ir más lejos, Fabricio tuvo un gran torneo con 8.7 puntos y 4 rebotes con un alto 60% en dobles y una gran tarea defensiva.

Y allí se dio cuenta que se perdería la definición por la de oro. “Lo que más recuerdo de ese día era la concentración y la decisión con la que salimos a jugar. Sabíamos que teníamos dos caminos para obtener una medalla y fuimos por la primera opción” contó años después en La Voz de Córdoba.

Y a pesar de no haber estado en la final frente a los europeos, Oberto lo vivió como si hubiera jugado: “Yo recuerdo el partido y me veo haciendo puntos, fue increíble”. Y reflexionó: “Esa situación fue sólo una pequeña manchita negra porque si me tuviera que lesionar las dos manos para volver a ganar una medalla olímpica lo haría. Habíamos trabajado mucho y nos lo merecíamos”.

Alejandro Malky / [email protected]
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