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Fue un partido que todos querían ver, pero nadie deseaba que suceda. La carrera del mejor basquetbolista argentino de la historia llegaba a su fin. Un poco deslucido por la pobre actuación de los Spurs en esa serie de playoffs, pero, ¿Qué importaba? El fanático del básquet argentino ese dia estaba prendido en la pantalla y a más de uno se le plantó un lagrimón cuando finalizó.

Un 24 de abril de 2018, el bahiense Emanuel Ginóbili protagonizó su último partido en su muy rica historia en la NBA. Sus San Antonio Spurs cayeron por 99-91 en el Oracle Arena y le ponía punto final a una carrera plagada de logros, en la que estuvo 16 temporadas en la mejor liga del mundo.

Para variar, Manu fue una de las figuras de su equipo. En ese partido, el argentino aportó 10 puntos (2/3 en dobles, 1/4 en triples y 3/3 en libres), 7 asistencias y 5 rebotes, en 25 minutos en cancha. El partido anterior también demostró que el único viejo era el viento. El cuarto juego de la serie entre Spurs y Warriors, Manu jugó un partido descomunal y aportó 16 unidades, 5 asistencias, 3 tableros y 25 minutos de juego, en su último juego en el AT&T Center.

Pese a la derrota de San Antonio Spurs y la eliminación de los playoffs de la NBA (ante los futuros campeones) absolutamente todo el Oracle Arena se rindió ante los pies de Manu Ginóbili. Desde Steve Kerr (compañero de Ginóbili en 2002) y pasando por todas las estrellas de ese súper equipo, se tomaron el tiempo de saludarlo antes de dirigirse al vestuario.

Pasaron Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson y Draymond Green y estrecharon su abrazo hacia el argentino en reconocimiento por su increíble carrera en la NBA, en la que consiguió cuatro anillos en cinco finales, el premio al mejor sexto hombre en 2008 y participó en dos oportunidades del All Star Game. Hasta Steve Kerr se tomó el atrevimiento de pedirle que siga una temporada más, pero la decisión ya estaba tomada.

El 24 de abril fue el cierre de la carrera de Emanuel Ginóbili y todos los amantes del baloncesto recordamos esa jornada con una sonrisa. Desde su retiro se rumoreaba que Manu iba a entrar entre los grandes de verdad en la historia de la NBA y ayer lo consiguió cuando se confirmó que ingresará al Hall of Fame en septiembre de este año.