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Carlos Delfino está en el mejor momento de su segunda carrera como jugador de básquet profesional. ¿Por qué su segunda carrera? Porque Lancha, cómo él mismo declaró en varias ocasiones, ya se veía retirado tras las duras lesiones que sufrió en uno de sus pies y que lo mantuvieron alejado de las canchas durante casi dos años. Fue en 2014 y el santafesino tenía 32 años.

Pero Carlitos volvió a sus orígenes, como dice la trillada frase: “Uno siempre vuelve a los lugares en los que fue feliz” y así fue. Delfino volvió a su Santa Fe natal, con su gente de confianza y lo que parecía imposible, se hizo posible. Se recuperó de su lesión, se acomodó físicamente y volvió a jugar de manera profesional.

Empezó a jugar en Argentina y luego se fue al extranjero nuevamente. Pasó por España hasta desembarcar en Italia y parece que en Pésaro encontró su lugar, está allí jugando su segunda temporada y lo está haciendo en gran nivel. Tal es así que volvió a la selección Argentina tras más de cinco años de ausencia.

Recientemente realizó una entrevista con la radio Marca de España y dejó algunos conceptos importantes. Sobre su regreso tras su larga ausencia de las canchas, Delfino comentó: “Después de estar más tiempo en un quirófano que en una cancha en estos últimos años, por fin puedo decir que he logrado tener continuidad, en Pesaro me siento como en casa y poder seguir jugando al básquet con 39 años me hace sentirme vivo. Es una oportunidad única porque en algún momento pensé que todo se había acabado y todo quedaba en un cassette o en Youtube”.

También habló sobre la competencia italiana y al respecto dijo: “La Liga italiana es muy competitiva, ha crecido mucho, con dos equipos por encima del resto como Milán y Virtus, pero en la que cada semana cualquier equipo puede sufrir fuera de casa. Es una liga que se hace muy amena y te da la oportunidad de competir con chicos muy jóvenes y con extranjeros trotamundos”.

Cuando le preguntaron sobre su retirada, Lancha respondió: “Estoy buscando una recta y no sé dónde está el final. No estoy pensando en la retirada, tengo un año más de contrato y sólo quiero disfrutar día a día, que es la enseñanza que me ha dejado todo este tiempo. Para mí va a ser muy difícil colgar las botas porque me sigo divirtiendo”.

Con respecto a su retirada, Delfino también dijo dónde sería el ocaso de su carrera como jugador: “Lo más razonable sería que la última parada de mi carrera sea aquí en Italia. Uno siempre tiene el sueño de que me hubiese gustado retirarme en mi club, el Unión de Santa Fé. Hoy por hoy, mi última parada es Pesaro pero no se sabe nunca qué puede pasar. Mientras tenga salud y me siga divirtiendo, veremos. Hay grandes jugadores que estiraron su carrera, a mí lo que me gusta es jugar y el día que no me vea competitivo y útil, lo dejaré”.