Argentina y un esquema más claro con un roster acotado
14:19 23/11/2024 | Sin sus principales referentes, el equipo de Prigioni va acomodando su estilo a un sistema más acorde a su material disponible. Ante Venezuela fue claro.
Lo primero que deberíamos decir en este análisis es que Argentina, a 3 años de su retiro, sigue acomodándose a la era post Scola. Sí, ya sabemos. Suena repetitivo y, a veces, cansa. Pero es una realidad pura. Se está acomodando a eso y a un cambio en su conducción que también estaba bastante ligado a Scola, porque la etapa de Sergio Hernández 2014-2021 hubo casi una sociedad de hecho entre Oveja y Luifa.
Argentina, ahora, debe replantearse muchas cosas y empezar a pensar un poco más a largo plazo, cuando hasta el 2021 no lo tuvo que hacer, porque vivió dos grandes presentes (2001-2016, con algunos huecos en el medio, y 2016-2019). Ahora el talento es limitado y está casi todo por hacer, pero con algunas bases sólidas, como lo son los que todavía compiten al máximo nivel europeo.
Pero vayamos al partido contra Venezuela. Después de una primera ventana fallida, con derrota en Chile pese a contar con los mejores posibles, Argentina necesitaba mostrar que el golpe había pegado, que se tomaba nota de algo que en la gente sorprendió mucho. Prigioni lo venía diciendo desde hace tiempo: el equipo necesitaba dar un paso adelante en defensa.
Y eso se notó. No arrancó bien en ese aspecto, con desconcentraciones que le permitieron a Venezuela anotar fácil varias veces, pero después se encaminó a un trabajo sólido con algunos pilares: buena presión al balón en el perímetro con Corbalán y Vildoza, dureza y robustez en el rebote de los internos. Los números de Cáffaro no dicen mucho (3 puntos, 4 rebotes), pero atrás impuso tamaño, mientras que Juan Fernández tomó responsabilidades ante Carrera, Bressan fue intenso y Vaulet le dio más versatilidad cuando entró de cinco.
El único que complicó en serio a Argentina fue justamente Michael Carrera, un cuatro muy fuerte, con mañas y carácter, más tiro, pero fuera de eso no hubo nadie que realmente fuera un problema para Argentina, más aún con la bajísima puntería de 3 puntos que mostraron durante toda la noche.
En ataque, Argentina quedó en deuda con el tiro de tres puntos, porque salvo Fernández (5/9), el resto estuvo lejos, principalmente los que mejor pueden hacerlo, como Redivo (1/7), Brussino (0/5), Vildoza (1/5) y Corbalán (0/4). Acá hubo un claro objetivo táctico de Venezuela de cerrarse en el pick and roll para que Vildoza no tuviera tantos espacios para ir al canasto, arriesgando el tiro lejano de los bloqueadores, algo que le salió muy bien salvo por la aparición inesperada de Fernández, que falló 2 de sus primeros 3 y luego anotó 4 casi en fila. Gran partido del santafesino.
Este plantel que puso en cancha Prigioni no asusta en la pintura, pero Venezuela era inferior en tamaño a Cáffaro-Fernández-Vaulet-Bressan, por lo que prefirió apostar a controlar ese sector, buscando que no hubiese sobrecarga en la pintura, algo que logró a medias, porque Argentina tomó muchos rebotes ofensivos. Lo que más complicó a Argentina fue la zona que le ofreció Seoane, un detalle a trabajar mucho porque viendo el efecto que tuvo, los próximos rivales seguramente la pondrán en práctica. Fue el punto menos convincente del equipo argentino.
¿Argentina tomó demasiados tiros de 3 puntos? Bueno, lanzó 9/35, un flojo 26%, pero salvo algunos puntuales, que se tomaron en carrera sin mucho sentido, en general llegaron bien parados y con espacio. Como decíamos antes, la puntería falló en los mejores tiradores, ante una defensa que obligaba a meterla de tres para descomoprimirla, algo que no terminó de pasar. Sin embargo, no hubo juego alocado ni de acelerar las posesiones porque sí, sino una búsqueda de la ventaja.
Quizá podrían haber entrado un poco más en juego Cáffaro y Bressan desde el poste bajo, pero la realidad es que son dos jugadores que no resuelven tan rápido y eso hacía que los de Seoane doblaran velozmente para impedir el movimiento libres de los grandes rivales. Para Argentina tampoco fue fácil la creación de juego a partir de la presencia de un solo base real (Vildoza). Redivo lo reemplazó cuando Pepe descansó y no le fue sencillo superar la presión que le metían para subir el balón. Seguramente ante Colombia haya algun modificación al respecto (¿Farabello?).
En resumen. A nuestro entender, lo más rescatable del partido fue, además de la buena defensa general, el paso adelante con personalidad que dio el pibe Corbalán (22 años), decidido para encarar al aro con dos piernas prodigiosas, intento atrás, solidario. Le faltó meterla de 3, pero aprobó con 16 puntos y 4 rebotes. Obviamente, lo de Fernández como 4 abierto tirador también fue valioso. Y la protección del tablero. Se cuidó mucho y bien el balón (solo 7 pérdidas) y se manejó bien cuando Venezuela achicó la diferencia peligrosamente de 19 a 6 en el tercer cuarto.
Aprobado, con mucho por mejorar todavía, pero con algo que debe empezar a marcar la Generación de la próxima década: actitud ganadora y juego de equipo.
Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
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