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Muchas son las incógnitas y pocas las certezas sobre lo sucedido ayer en el Madison Square Garden. Resulta que una de los figuras de New York, Derrick Rose, no se presentó al compromiso que su equipo tenía con New Orleans Pelicans, en el marco de una nueva jornada de la temporada regular de la NBA. Por lo pronto, se presentó a entrenar, lo que despeja algunas dudas.

Una vez finalizado el juego, que culminó en derrota para los Knicks 104-96, se les preguntó a sus compañeros y al entrenador por el paradero del base, pero ninguno pudo responder de forma convincente: "Está bien", se limitó a decir Joakim Noah, cuando desde la prensa se empezaron a preguntar si había ocurrido algo malo con él. Jeff Hornaceck, por su parte, expresó que no tenía ningún tipo de información, la respuesta debe esperar hasta que escuchemos algo de Derrick en persona.

Según la periodista de ESPN Ramona Shelbourne, la ausencia de Rose, sin aviso ni permiso, tiene que ver con "razones familiares". Luego, el propio jugador sentenció que debía estar con su familia. Realmente esa tiene que ser la justifiación verdadera, porque el exChicagofue sancionado por la franquicia, pero de manera leve y se espera que forme parte del equipo en el siguiente partido ante Philadelphia.

Cabe recordar que Rose se sentó en la banca durante todo el último cuarto del juego del viernes ante los Bucks. El entrenador Hornacek había apostado por el rookie Ron Baker, en lo que terminó siendo victoria 116-111 de los neoyorquinos. Se había elucubrado que su repentina ausencia tenía algo que ver con situaciones como estas, estrictamente deportivas. Pero, por como se fueron desarrollando las cosas, parece que no fue así.

Para empeorar la suerte de Derrick, el partido ante New Orleans fue muy malo en todos los aspectos para New York. No solamente perdieron 104-96, sino que fueron ampliamente superados por los Pelicans. Ante tanta frustración e impotencia, a Carmelo Anthony y a Kyle O'Quinn se les cruzaron los cables y terminaron siendo expulsados del juego con un minuto de diferencia uno del otro, cuando finalizaba el tercer cuarto.