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El presente de Golden State no es el mejor. En la noche de ayer cayó contra San Antonio y ganó apenas cinco de los últimos 10 partidos disputados. Denver lo alcanzó en el primer puesto de la Conferencia Oeste (47-22), pero le es suficiente para ya estar clasificado a los playoffs. En esta temporada ha tenido derrotas particulares, como lo fueron las caídas en el Oracle Arena, contra Boston (128-95), por una diferencia abultada, y contra Phoenix (115-111), el peor récord del Oeste. ¿Hay falta de motivación en el equipo cuando no se trata de los partidos decisivos de post temporada?

Los Warriors no tienen el mismo andar que en los últimos años. De hecho, ganando los 13 encuentros que le quedan en esta temporada regular apenas podría superar uno de los últimos cuatro récords. Su mejor balance se dio en la histórica temporada 2015/16, en la que se quedó con 73 triunfos y nueve derrotas. En la 2014/15 y la 2016/17 se fue a playoffs con un récord 67-15, mientras que los peores números se dieron en la 2017/18 con 58 victorias y 24 derrotas, el único que podría superar, por ahora.

El plantel ha ido sumando figuras de renombre durante estas cinco temporadas (incluyendo la corriente): Kevin Durant fue un boom en el mercado del verano 2016 y, este año, debutó DeMarcus Cousins para aportar al equipo en el aspecto defensivo y armar un increíble quinteto inicial con Curry, Thompson, Durant y Green. Pero, ¿Se puede transformar esto en algo contraproducente?, ¿Puede ser que juntar tantas figuras genere, a la larga, un conflicto que afecte al rendimiento del equipo? A veces no resulta posible darle el protagonismo que pide una estrella, cuando hay que repartir la torta entre tantos jugadores. Este es uno de los motivos principales de los rumores de traspaso de Kevin Durant, quien será agente libre el próximo verano, y podría ir en busca de nuevos retos, en una franquicia que se arme a su alrededor.

En principio, juntar tantas figuras parecía no ser un problema para el camino de los Warriors, sin embargo el equipo dirigido por Steve Kerr ha ido perdiendo química a lo largo de la temporada y los números están a la vista. Dentro de este período de dominio del que corre la quinta temporada, con cuatro Finales NBA y tres anillos conseguidos, el porcentaje en tiros de campo del equipo ha disminuído respecto a las últimas dos temporadas. La efectividad más alta se dio en la temporada pasada con 50.3%, mientras que, en la corriente temporada, lleva una efectividad de 48.7% en tiros de campo. Más notorio se hace cuando se analiza la efectividad desde el triple: 37.8% está tirando en la presente temporada, siendo el número más abajo de las últimas ocho.

Es una posibilidad que el juego dinámico de los Warriors se vuelva a encender en playoffs, pero también es verdad que puede pagar el precio de no tener regularidad durante la temporada. ¿Podrá Steve Kerr recuperar la química entre tantas estrellas?

Camilo Marchetta/ [email protected]

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