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La NBA tomó la determinación de escoger a los ganadores de los premios de la temporada regular sólo por lo acontecido hasta el 11 de marzo, fecha en la que se decretó la suspensión de la liga por la pandemia del Coronavirus. De esta manera, no entrarán en la consideración los ocho juegos que cada una de las veintidós franquicias elegidas disputarán en la burbuja de Orlando. La lucha por el premio al Jugador Más Mejorado plantea a tres candidatos bien claros.

Brandon Ingram fue, tal vez, el jugador que más ha evolucionado en esta campaña. Tras su salida de Los Ángeles Lakers, encontró en New Orleans Pelicans una tierra fértil para explotar su potencial. En lo que respecta al curso anterior, su crecimiento es muy marcado. Pasó de promediar 18,31 puntos a 24,1, de 5,1 rebotes a 6,2, de 3 asistencias a 4,2, de 0,5 robos a 1 por partido. Además, mejoró considerablemente su porcentaje de acierto en triples: de 33% en la 2018/19 a 38,4% en la actual. Por grandes momentos del año, fue el principal arma ofensiva de los de Alvin Gentry y eso le permitió recibir su primera nominación al All-Star Game.

De ganarlo, Devonte' Graham sería una excepción a la norma. Normalmente, la competencia no reconoce con este galardón a jugadores de segundo año. Sin embargo, el de los Charlotte Hornets ha hecho méritos suficientes para llévarselo. Su progreso estadístico lo demuestra: de 4,7 tantos a 18,2, el crecimiento más alto para cualquier atleta en esta campaña. Además, aumentó su promedio de asistencias de 2,6 a 7,5, sus robos de 0,5 a 1 y sus rebotes totales de 1,4 a 3,4. La evolución en los triples está bastante marcada: tiraba 2,6 por encuentro y ahora lanza 9,3, pero su porcentaje de acierto también creció del 28% al 37%. Todo esto está acompañado de una suba en su protagonismo y en sus minutos en cancha, apartado en el que registraba 14,1 y ahora ostenta 35,1.

Para cerrar la lista de máximos candidatos aparece Bam Adebayo, otro que fue miembro del Juego de las Estrellas por primera vez en su carrera. Como integrante de un plantel del Miami Heat que puede ser considerado la gran sorpresa de este torneo, el interno elevó casi todas sus cifras: de 8,9 tantos a 16,3, de 7,5 recobres a 10,5, de 2,2 pases gol a 5,1, de 0,9 recuperaciones a 1,2 y de 0,8 bloqueos a 1,3. Con un promedio de 34,3 minutos en cancha, el pivote se ha consolidado como uno de los "grandotes" más versátiles que tiene la NBA y el impacto en el nivel de su equipo podría ser otra variable para quedarse con el trofeo.