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Pasaron cinco meses desde la desafortunada lesión de Sebastián Vega en Formosa. Si bien en algún momento se tejieron ciertas dudas si podía regresar en esta temporada o directamente ya tendría que pensar en la siguiente, lo cierto es que el alero hoy encara la última etapa de la recuperación de su fractura en el hombro izquierdo. No hay una fecha concreta para ese retorno, aunque los tiempos que se vienen manejando dan a entender que felizmente podrá volver a jugar en poco tiempo.

El jugador de Quimsa no la tuvo fácil, desde el pasado 18 de octubre está fuera de las canchas (lo operaron el 5 de noviembre) y ha tenido que atravesar una ardua recuperación que va llegando a su fin. Con muchas expectativas por su regreso, pero a su vez manejando la ansiedad y sabiendo que debe respetar los tiempos estipulados por los médicos, Vega habló con Básquet Plus y cómo atraviesa esta parte clave en su carrera.

El entrerriano nunca ha tenido una lesión tan extensa como la que padeció, y por eso hoy experimenta varias sensaciones que antes no había manejado. Esa lesión hizo que se perdiera 33 partidos hasta el momento (es el jugador que más juegos ha estado ausente). Por lo pronto, espera su regreso con cautela pero siempre pensando en volver al elenco santiagueño para darle una mano al vigente campeón de la Liga.

- Ya estás en el tramo final de la recuperación, pasaste un tiempo en Buenos Aires y ahora te volviste a instalar en Santiago. ¿Cómo viene ese regreso?

. Sí, estoy en la última parte de la recuperación. Mañana ya van a hacer 15 días de que estoy entrenando acá en Santiago, haciendo entrenamientos fuertes pero siempre solo, son prácticas sin oposición. El 12 de abril me vuelve a ver el médico especialista, me evaluará y veremos cómo voy a seguir.

- ¿Físicamente cómo te responde el hombro?

. Sí. Hago kinesiología a la mañana y generalmente tengo físico y gimnasio a la tarde. Obviamente que hay molestias que aparecen porque convengamos que hace cinco meses que estoy parado. Más allá de que hoy esté todo fijo, lo que hay que hacer ahora es darle elasticidad y capacidad de elongación a la cápsula o al hombro, por eso es normal que aparezca algún dolor. No es un dolor intenso, pero sí es como una pequeña molestia.

- Son esos dolores de estar tanto tiempo inactivo, mucho más en un deporte de alta exigencia en lo físico.

. Claro. Te voy a dar un ejemplo, el otro día cuando estaba entrenando lo tenía a David Jackson, que estaba con molestias en el pie haciendo la parte física. Justo coincidimos en un ejercicio y me dicen que yo estaba mejor que él, porque David no estaba jugando por el tema de la fascitis y cuando hizo los ejercicios quedó muerto. Ahí vos te das cuenta que en el alto rendimiento una semana parado cambia mucho, algunos pueden decir que es poco tiempo pero la verdad es que hasta una semana te cambia. Es muy exigente.

- ¿Y el ritmo de la Liga influye?

. Seguro, pero no pienso tanto en eso. Yo estoy contento, como te decía recién, porque estoy trabajando mucho. Convengamos que es un músculo que hace cinco meses que no se movía, está todo fijo y bien pero también está duro por la operación, es normal. Es obvio que se genere algún dolor, pero afortunadamente no es un dolor que indique que haya algo mal.

- ¿Hasta el 12 seguís entrenando de esta forma sin oposición?

. Sí, sin oposición y sin nada, como si fuera una pretemporada.

- Me dijiste que tiempos exactos de recuperación no manejás, pero a vos te debe alentar mucho el poder volver antes de que termine la temporada, pensándolo mucho más por el calendario largo que en este caso a vos te cae bárbaro para el regreso.

. Sí, viéndolo como decís vos, que el calendario sea largo me da muchas más posibilidades. Hasta el día de hoy la idea es, como siempre lo fue, terminar la temporada jugando. Sabemos que hasta que el médico me dé la autorización esto es progresivo, no es que yo diga "ya estoy listo" y me pueda poner a practicar el cinco contra cinco porque sería algo difícil. Me explicaron que esto es progresivo, que se va manejando con el correr del tiempo. Hablamos de una lesión grande donde no solamente se tiene que recuperar el músculo sino que también hay una parte psicológica, hay un miedo normal que también puede haber en distintas situaciones como ir a chocar o ir a buscar los rebotes o levantar el brazo. Es un tema de la cabeza que también tiene que recuperarse. Es un proceso lógico que atraviesan los deportistas profesionales, pero esperemos que todo ese proceso lleve el menor tiempo posible para terminar jugando con el equipo y darle una mano en lo que se necesite.

- ¿Y en ese momento, después de varios meses y de posibilidades que se manejaron sobre tu continuidad o despedida incluso de la temporada, qué te pasó por la cabeza?

. Nunca me pasó de tener una lesión tan grande y larga como la que me tocó ahora. Al principio, cuando recién te pasa, lo único que pensás es en querer volver lo más pronto posible, ya, no se entiende cómo una lesión así puede demandar tanto tiempo. Pero cuando te operan y empezás a hacer todo el proceso de recuperación te empezás a dar cuenta el motivo. No es todo tan fácil, hay procesos biológicos que sí o sí tenés que esperar como la cicatrización de los clavos, estás obligado a esperar y no se puede apresurar de ninguna manera. Lleva su tiempo. Y cuando va pasando el tiempo te vas dando cuenta que es un proceso que tenés que esperar, que no podés hacer nada, y ahí cambiás el chip y estás más paciente, lo comenzás a ver de otra forma. Cuando mirás los partidos estás un poco más paciente, más tranquilo. Al principio es un poco raro, pero después te acostumbrás. Obviamente ahora que todo ese proceso afortunadamente ya está terminando volvés a ver las cosas de otra forma, porque la ansiedad te empieza a jugar distinto. Ya ves que podés levantar el brazo, que podés tirar y hacer algunas otras cosas y decís "ya estoy", pero también hay que respetar esos tiempos, el físico y ver hasta qué punto está uno de esa recuperación.

- Y quizá te debe haber pasado de ver lesiones largas en otros y creer que es un proceso más sencillo, me incluyo, pero está claro que hay que estar en la piel de cada uno para saber cómo conllevar esa recuperación.

. Y es verdad, se piensa así. El año pasado lo hablaba con mi hermana que había tenido una lesión grande...

- Gise, en el Sudamericano...

. Claro, y hablábamos de lo que era recuperación y miedos. Ahora me tocó a mí estar del otro lado, y te ponés a pensar en "qué fácil que es decirlo", pero cuando te toca es como que inconscientemente se te transmiten algunas dudas o miedos, de ir a chocar o de cómo vas a ir a enfrentarte a tal otro. Pero también hay que ser sinceros y saber que eso se va trabajando, no es una parte que requiere una recuperación física sino también una preparación mental para volver, y con el correr de las prácticas y de los partidos esas cosas se van yendo y uno ya vuelve a jugar normalmente.

Lucas Leiva / [email protected]

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