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Juan Pablo Vaulet es uno de los jóvenes que integra el preseleccionado nacional que se prepara para Río 2016. El alero cordobés finalmente ha llegado a un lugar soñado, buscado desde hace mucho tiempo pero dilatado en parte por contratiempos físicos. Hoy, después de una 2015/16 muy ascendente dentro de la Liga, el pibe está viviendo algo único.

Y si bien el hecho de vestir la celeste y blanca es algo que ya cumple toda fantasía de cualquier jugador, para Vaulet esta concentración también es especial porque lo hace junto a varios ídolos que supo admirar desde chico. En diálogo con Básquet Plus, Juan Pablo se refirió a este prometedor presente bajo el mando de Sergio Hernández y lo que significa este proceso con el seleccionado argentino.

- ¿Caíste un poco en lo que estás viviendo ahora? No solo por lo que significa llegar a la selección sino también por las bestias que tenés al lado.

. Sí, uno desde chico que siempre los ve y el ahora estar acá y poder compartir esto con ellos la verdad es que es una sensación muy linda. Cuando venís acá te das cuenta que son jugadores y personas igual que yo y que todos. Es algo muy lindo todo esto que estoy pasando y trato de disfrutarlo al máximo.

- ¿Te insertaste rápido?

. Me integraron desde un principio, sí. Uno por ahí cae más cuando está al lado de esos monstruos, al principio solo observando, sin hablar mucho y viendo qué pasa, qué hacen, eso hace que esté un poco tímido. Pero mientras van pasando los días desde el domingo y durante toda la concentración creo que me voy a ir soltando de a poco. Creo que no solamente me pasa a mí, sino que les pasa a todos los otros chicos que están por primera vez o que no estuvieron tanto tiempo con ellos.

- El domingo subieron una foto en Twitter con ustedes cenando. Pequeño dato a observar pero estabas sentado y tenías de un lado a Manu y del otro a Luis.

. En ese momento estaba un poco shockeado, fue la primera cena que tuvimos cuando nos encontramos todos. Ellos hablando de todo, anécdotas que tuvieron entre ellos y yo totalmente callado, escuchando y sin terminar de caer todo lo que estaba pasando delante mío (risas). Estaba un poco impresionado, era la primera vez que venía y ya de arranque me encontré sentado en esa mesa. Me sorprendió pero fue algo muy lindo.

- ¿Hace cuánto venías imaginando en tu cabeza este momento?

. Siempre, uno siempre quiere y sueña con estar en la preselección y poder jugar para Argentina, defendiendo los colores. Cuando me convocaron hace una semana y media lo primero que se me vino a la cabeza fue la imagen de poder estar jugando con Manu, Luis, Chapu y Carlos. Son jugadores que uno vio desde chico y sabe todo lo que significan, entonces uno se hace la cabeza pensando cómo va a ser estar conviviendo con ellos en una concentración y todas las cosas que se pueden aprender de jugadores tan grandes. Ahora lo quiero disfrutar, lo único que pienso es en vivir y aprovechar todo esto lo máximo posible, desde ese día a día y desde el compartir una cancha, una práctica y aprender cosas. Entrenando uno se va soltando mucho más, ahí solo es cuestión de hacer lo que a uno tanto lo apasiona.

- ¿Con Sergio hablaste algo en especial?

. Sergio todo el tiempo trata de transmitirme tranquilidad, que disfrute todo esto que está pasando. Esto es básquet, es lo que hacemos toda la vida y es lo que siempre hice en el club. Ahora con la diferencia de que estoy en una preselección con otros jugadores, pero sigue siendo básquet y se trata de hacer lo que uno siempre hizo.

- ¿Desde aquella vez que te invitaron en el 2013 hasta estos últimos días tuviste alguna especie de deuda por estar acá de nuevo? Obviamente ya en otro nivel.

. Sí, fue en el 2013, hace como tres años, fijate cómo pasaron los años. No sé si deuda, no creo que esa sea la palabra. Lo que sí te puedo decir es que, si bien uno siempre quiere y sueña que lo citen para una preselección, en ese momento lo proyecté mucho más en mi cabeza. Sabía que tenía que seguir entrenando, en ese momento o más adelante se podía haber dado pero sabía que tenía que estar tranquilo y recuperarme de las lesiones que tuve en ese momento. Sabía que iba a volver a tener la oportunidad, nada más tenía que seguir para adelante y seguir entrenándome.

- Venís de un año cargado en la Liga, ¿Cómo lo terminaste y cómo estás ahora? Porque pienso en lo licenciado que estuviste del Sudamericano por todo ese trajín.

. Sí, la temporada pasada fue muy larga y terminé bastante cansado, sobre todo físicamente. Venía acalambrándome mucho en las piernas, y la verdad es que no venía bien físicamente, no me sentía seguro. Por eso quería parar, lo necesitaba para ponerme bien físicamente y fortalecerme. Necesitaba ponerme seguro en ese sentido, y eso fue lo que hice en estas últimas tres semanas. Ahora sí me siento mejor, físicamente estoy bien y mentalmente también me siento mucho más tranquilo después de todo el desgaste que significó toda la temporada. Me siento más nuevo, tratando de disfrutar a full todo esto tan lindo que me está pasando.

- ¿Hay un lugar aunque sea mínimo en tu cabeza para pensar hoy en lo que podría ser Río llegado el caso?

. No, todavía no pasa por mi cabeza eso. Ahora solo trato de disfrutar y sobre todo de aprender, lo único que tengo claro ahora que quiero disfrutar y aprender de todos estos monstruos que tengo al lado. Después si se da bienvenido sea, me haría mucho más feliz, y si no se da seguiré para adelante. Pero mis objetivos acá son esas cosas, disfrutar y aprender. Obviamente también vine a competir.

- ¿Pero en tu cabeza actúa como incentivo?

. Y sí, cuando uno ya está acá quiere competir y buscarse un lugar. Pero también sé que soy chico, que tengo muchas cosas que aprender todavía. Si se da buenísimo, sino no pasa nada, seguiré para adelante. Ahora lo único que quiero es disfrutarlo, no tener presión de nada y aprender.

Lucas Leiva / [email protected]

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