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Hace poco, en el podcast que hicimos con Sergio Hernández, le preguntábamos por qué Gregg Popovich era mejor entrenador que él, y para arrancar, Oveja tiró una anécdota ocurrida en China en setiembre, luego del partido en el que Argentina venció a Francia y se clasificó para la final del Mundial. 

"Estaba acostado en mi habitación del hotel, y serían las 2 de la mañana, cuando veo que me entra un mensaje de texto al celular. No era un Whatsapp, sino un sms. Y el mensaje tenía una felicitació, muchos halagos. Me deseaba suerte para el próximo partido y me decía que estaba muy orgulloso, pa, pa, pa. Yo no sabía de quién era el mensaje, así que lo dejé en la mesita de luz y me quedé dormido".

Al otro día, por la mañana, apenas se levantó, Sergio vio que tenía otro mensaje en el telefóno. "Ah, soy Pop", decía el sms. "Tengo una lindísima relación y estuve muchísimas veces con él, pero no lo conozco tanto como para decirte él tiene todo esto que yo no tengo. Es un enorme entrenador, que tiene un conocimiento del juego tremendo, un manejo de situaciones único, es curiosa, inteligente y todo eso lo convierte en un líder que está más allá de lo que él pueda saber más que yo en básquet".