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En una liga repleta de egos, es muy difícil encontrar declaraciones como las que dio Klay Thompson por estas horas, en la atención a la prensa del seleccionado estadounidense. Al escolta le consultaron sobre su rol en los Warriors, ahora que llegó Durant y el tirador fue claro: no tiene problemas en sacrificar protagonismo, por el bien del equipo.

"Hay que mirar a alguien como Manu Ginóbili. Salió del banco durante toda su carrera, creo que nunca promedió más de 20 puntos por partido y es cuatro veces campeón de la NBA. Y él tranquilamente podría haber ido a otro equipo y promediar 25 puntos por encuentro. Pero se sacrificó para ganar y eso es lo que pienso hacer el próximo año".

"No me importan las estadísticas, promediar 25 puntos o ni siquiera 20. Solamente quiero hacer el trabajo, volver a las finales y disfrutar esa aventura. No estoy preocupado por esta situación, voy a hacer lo que sea necesario para ganar".

Está claro que de las palabras al hecho hay un camino importante, pero a la vez, no deja de reflejar la humildad de un jugador que podría ser primera opción en casi cualquier otro equipo, y que ahora tendrá a dos mega estrellas por encima: Steph Curry y Kevin Durant.