Mundial 2014 . Octavos de final

A romper con la lógica

13:25 07/09/2014 | Argentina se enfrenta a Brasil en el duelo más desfavorable de los últimos tiempos, por un lugar en cuartos de final.

MM
El grupo argentino, una piña; esa es su mayor virtud

Argentina vs. Brasil

- Hora: 22.00 (17.00 de Argentina)

- TV: TyC Sports, DirecTV (610 y 611 hd), TV Pública y DeporTV

- Estadio: Palacio de los Deportes de Madrid.

- Arbitros: Luigi Lamónica (ITA), Sreten Radovic (CRO) y Jorge Vázquez (PR)

- Historial: Brasil 47-41.

 

Desde que el grupo de Argentina se reunió a fines de julio para comenzar los entrenamientos previos al Mundial, todos, absolutamente todos, tenían en claro que el día más importante del torneo era el cruce de octavos de final. O sea, hoy.

 

Los poderosos equipos del Grupo A, de donde saldría el rival, hacían pensar que nada sería fácil, ni siquiera con la presencia de Manu Ginóbili, al que en ese entonces se contaba como parte del equipo. Cuando se bajó, este cruce pasó a tener todavía una dificultad mayor.

 

Que el rival vuelva a ser Brasil no mejora las cosas, aunque sí le da un toque muy especial, ya que desde el 2010, siempre se han tenido que ver las caras en los torneos grandes, en cruces: octavos de final también en el Mundial de Turquía 2010 (victoria épica de Argentina) y cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (otro triunfo argentino, aunque con el equipo completo ambos). Desde la final del Sudamericano de Bahía Blanca en 1999 que Brasil no le gana a su archirrival un partido importante.

 

¿Qué cambia ahora? Mucho. Primero, que los planteles son otros en relación al 2012. En realidad, el de Argentina es otro. No están ni Ginóbili, ni Delfino, ni Pipa Gutiérrez, ni Jasen ni Kammerichs. Sus lugares fueron ocupados básicamente por jóvenes, y eso es un déficit que, necesario al fin, Argentina está cubriendo como puede.

 

Lo que no cambia es la rivalidad, y normalmente, lo que ha ocurrido, sobre todo desde que la Generación Dorada existe, es que en los clásicos las desigualdades se han emparejado. Argentina era mucho más en Indianápolis 2002 y le ganó sufriendo, y Brasil era más en Turquía 2010 y perdió. 

 

Aquí, los protagonistas intentan disimular la importancia de la historia. Los que están adentro (jugadores, entrenadores) dicen que no vale la estadística. Los que ya no juegan y no tienen ese compromiso, opinan casi lo contrario: que llegar a un final parejo, para Brasil, sería una carga inmensa.

 

La realidad es que los de Magnano han jugado un muy buen torneo, quizá el mejor desde que asumió el argentino, y llegan a este cruce con una oportunidad histórica, con el plantel completo y variantes de juego muy difíciles de contrarrestar.

 

Yendo al juego en sí, la lógica indica que Brasil intentará desequilibrar en donde más le duele a esta Argentina: en la pintura. Allí tiene tres torres (Tiago, Nené, Varejao), contra los que Argentina tendrá que ejecutar una defensa de riesgo mayor a cualquiera de las que ya mostró en este torneo: Nocioni defendiendo a un cuatro gigante, Scola fajándose con otro pivote alto, Herrmann intentando neutralizar a Marquinhos y Prigioni defendiendo a Leandrinho, además de Campazzo con Huertas. Todos enfrentamientos complicadísimos, desde el momento que Lamas ha tenido que cambiar posiciones como nunca antes (doble base, un 3 de 4, un 4 de 5).

 

La llave de Argentina está más que clara, si tuviéramos que elegir cinco puntos decisivos: 1) No perder balones que le permitan a Brasil correr. 2) No permitir rebotes ofensivos. 3) Seleccionar bien los tiros para no tener desequilibrio en el balance defensivo. 4) Involucrar a Nocioni rápidamente en la ofensiva. 5) No caer en problemas de faltas.

 

A esto, se le podrían sumar muchos detalles técnicos y estratégicos más, pero esos cinco son los puntos determinantes. Un buen arranque le dará a Argentina una confianza muy necesaria, porque si le toca remarla, ya demostró que tiene coraje, pero no resto físico para hacerlo. Lo mismo con la defensa del pick and roll de Huertas en el centro, cuando le toque defenderlo con Scola. La defensa de equipo y las rotaciones serán innegociables.

 

En ataque, lo que pueda hacer Nocioni también será de vital importancia, porque es el hombre (junto con Herrmann), que debe abrir la zona para que Scola pueda encontrar mayores espacios en su uno contra uno interior. Grecia casi no le permitió a la Argentina tirar de tres puntos, y esa es un arma que los de Lamas necesitarán de forma imprescindible.

 

Lo natural será que Lamas juegue mucho más que en los partidos anteriores con sus veteranos, salvo problemas de faltas, porque el formato de juego ahora de más días de descanso se lo permite. Si gana, volverá a jugar recién el miércoles, por lo que hoy los jugadores deberán irse del Palacio de los Deportes físicamente vacíos. 

 

Probablemente este sea el desafío más grande para una selección argentina desde que en el 2002 se encaramó en la cumbre mundial con su subcampeonato en Indianápolis. Los desafíos siempre han sido su fuerte. La prueba de esta noche en Madrid será enorme. Lo mismo que la gloria en juego. 

 

Fabián García (Enviado especial a Madrid, España)
[email protected]
En Twitter: @basquetplus

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