Después de terminar una nueva temporada en la Liga ACB junto a su Tenerife, Nicolás Richotti regresó al país. Y claro, de paso por Buenos Aires, se dio una vuelta para mirar el duelo entre Obras y Quilmes por las semifinales de la Conferencia Sur. Aprovechamos la ocasión para hablar de todo con el escolta. Su año, el futuro, la Selección y más.
-¿Hacía mucho que no venías a un partido de Liga?
-Muchísimo. Sinceramente no me acuerdo cuando fue, pero hace mucho que no veía uno.
-¿Habría sido en Bahía?
-No, creo que alguno de Comodoro.
-¿La seguís la Liga?
-Sí, la sigo. Es verdad que por el cambio de horario en España me cuesta ver partidos, pero cuando me despierto al otro día miro los resultados y las estadísticas. La verdad es que estoy muy pendiente porque tengo muchos amigos jugándola, siempre es lindo ver lo que hacen.
-Cuando estaba tu viejo imagino que te dormías más tarde...
-Sí. Cuando él estaba me quedaba escuchando o viendo los partidos. La radio igual no me gustaba porque sufría demasiado. Ahora que no está no los veo tanto, pero sigo las estadísticas.
-¿Qué balance hacés de la temporada?
-Creo que muy positivo. Cumplimos el objetivo principal, que era mantener el equipo en la Liga ACB por tercer año consecutivo. Una vez cumplido ese objetivo la idea era ir por un poquito más. Nos quedamos a la puerta de los playoffs, que para un equipo como el nuestro hubiese significado muchísimo, pero podemos estar más que contentos con los resultados conseguidos.
-¿Y en lo personal?
-Muy bueno. Creo que año a año he ido dando un pasito hacia delante, asumiendo un poco más de responsabilidades. Creo que este año me fue muy bien y pude ayudar a mis compañeros a conseguir esas 16 victorias. Estoy muy contento.
-Es un caso especial el tuyo. No sos un veterano, pero tampoco sos un jugador muy joven. En esta parte de tu carrera estás asentado en la ACB y posiblemente a las puertas de pegar un salto también...
-Fueron muchos años de ir remándalo en categorías bajas, tanto de Italia como España. El trabajo y el sacrificio al fin y al cabo tienen recompensa. Después de todo eso, estoy muy feliz con este presente. No me lo hubiese imaginado nunca si miro para atrás. Estoy contento con lo que viene, así que vamos a ver.
-¿Estás ansioso por lo que viene?
-No, estoy muy tranquilo. No trato de pensar mucho. Yo tengo contrato con el club (Tenerife), así que no es algo que me preocupe realmente. Así que bueno, que sea lo que Dios quiera.
-¿Pero estás en un momento como para dar un salto?
-La ambición está. Uno siempre quiere seguir mejorando, tanto a nivel personal como a nivel colectivo. Mi idea siempre es tratar de buscar lo mejor para mi, lo que creo que es lo más conveniente. Sinceramente me gustaría jugar mucho una competición europea, que es algo que todavía no lo hice. Me exigiría un poquito más, así que si viene sería muy interesante.
-¿Lo del Valencia te hace un poquito de ruido o no querés pensar?
-No, no quiero pensar porque son rumores que se escuchan por ahí, pero de cierto hay muy poco. Y si hay algo de cierto, todavía no sé mucho. Prefiero no volverme loco, si las cosas tienen que venir, que sean a su tiempo.
-¿Una cosa así, un Valencia, sería el saltito que estás esperando?
-Valencia sería muy bueno, sinceramente. Hoy es uno de los mejores cuatro equipos de la Liga española, creo que jugaría Euroliga y sería algo lindo. Pero un equipo de ese nivel siempre tiene sus exigencias, y para mi sería algo muy nuevo, un desafío. Si viene tendría que pensarlo.
-¿Y en el mientras tanto, cómo tenés la cabeza con la Selección?
-La cabeza está puesta siempre en la Selección. Desde que termino con mi equipo, uno empieza a pensar en lo que viene, y lo que viene es eso. El 28 hay que empezar a entrenarse con el grupo en Mar del Plata, con toda la ilusión del mundo para poder estar en los Panamericanos, y demostrar que realmente pueden confiar en mi y puedo ser parte de los 12.
-Están los Panamericanos y también el Preolímpico. Esta vez, al menos desde afuera, parece que no se te puede escapar un lugar...
-Yo trato de no confiarme. Tengo ganas de trabajar duro. Hay un entrenador nuevo, Sergio (Hernández) no me conoce en los entrenamiento o en el día a día. Tengo que demostrarle a él que puedo ser parte de los 12. Tengo bastante tiempo por delante y voy con toda la ilusión del mundo.
-¿Tenés una cosita pendiente por la última vez?
-Pendiente no, pero eso fue un bajón sinceramente. Un palo duro porque estaba ahí, me quedé en el último corte. Y es algo que al fin y al cabo jodió, porque lo tenés tan cerca que pensás que no se te puede escapar. Pero trato de no pensar mucho en eso y sí pensar en todo lo que hice este año para mejorar. Vamos a ver este año como se dan las cosas.
-A priori estás mucho mejor que en ese momento. Y además me parece que aquella vez tu jugaron una mala pasada los nervios o algo...
-Como digo siempre. Julio (Lamas) me dio a entender que estuvo muy contento conmigo y que se le hizo muy difícil el corte, pero por el hecho de cómo quería armar el plantel, la decisión no era una cuestión de bajo rendimiento, sino que él quería llevar tres bases y más juego interior. Ahí quedé un poco colgado, pero me fui satisfecho por el paso adelante que había dado respecto a lo que hice dos años atrás.
-¿Qué te genera esta responsabilidad posible de un Preolímpico donde todas las cosas que se están dando son complicadas? El equipo tiene menos jugadores que en torneos anteriores, va a ser una clasificación durísima, la novedad de la presencia de Brasil, que al principio quizás uno pensaba que no iba a estar. Más allá de que hay dos lugares, no va a estar fácil, y las noticias que van saliendo dicen que los equipos van a llevar todo el potencial...
-Sí, sinceramente era esperable que todos los equipos estén reforzados al máximo. Lo que se viene son unos Juegos Olímpicos y nadie se los quiere perder, son algo único. No tuve la posibilidad de vivirlos, pero todos los que lo hicieron hablan maravillas, así que es normal que todo el mundo quiera clasificarse. En el caso de que tenga que estar en el equipo, me generaría muchísima ilusión, y es verdad que sería algo nuevo para mi. Jugar con la Selección un torneo de esa magnitud sería una experiencia increíble. No sé si lo podré hace bien o mal, pero que le voy a meter muchas ganas está claro. Tendría que vivir la experiencia y tratar de dar lo mejor.
-Imagino que una vez terminada la Liga pudiste ponerte a pensar algo sobre lo que va a ser ese torneo. En ese aspecto, ¿cómo ves a Argentina?
-Es verdad que a Argentina lo engancha en el medio de un recambio casi total. Venimos hablando de recambio hace mucho tiempo, pero esta vez parece ser la que va a tener un verdadero recambio. No hay que volverse locos con los resultados. Obsesionarse con eso sería pecar, habría que ir creciendo a medida que pasa el torneo, partido a partido. En Argentina, tanto en jugadores como entrenadores, hay muchísimo nivel, es gente que entiende, que le gusta el básquet, que sabe y que sobre todo tiene mucho corazón a la hora de jugar. Yo por eso, si estuviera en un equipo de otro país, tendría miedo de enfrentarme a Argentina.
-Siempre se habla del plus del conocimiento del juego que tiene el equipo argentino desde hace muchos años. ¿Eso en un torneo corto puede marcar la diferencia?
-Creo que sí. Es verdad que en esos partidos no hay tanto scouting de temporada, pero se conocen los jugadores de haberse visto en sus respectivos equipos. Es cuestión de retoques, de hacer lo que se hace partido a partido. Eso, al fin y al cabo, puede marcar la diferencia.
-La última. En un momento acá se habló del rumor de que San Lorenzo te había llamado, al menos para tantearte. ¿Fue así?
-Sí, hubo algo de eso. Pero fue todo muy verde. Todavía mi idea no es volverme a Argentina. Espero tener bastante por recorrer en Europa. Todavía no tengo mi mente acá.
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