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Ri Myung-Hun, el norcoreano que casi llegó a la NBA

21:11 28/03/2020 | Se llama Ri Myung-Hun y no jugó en la NBA porque el presidente de Corea del Norte no lo permitió. Una historia insólita y particular.

Ri Myung-Hun ante una marca (Foto: No sin mi mochila)

Corea del Norte es un país que se encuentra inmerso en una dictadura totalitaria, de las pocas que quedan. El lugar está cerrado para el resto del mundo y poco se conoce más allá de lo que difunde su líder Kim Jong-un y algunas que otras costumbres que se pueden ver en internet. El básquet ocupa un lugar muy importante para los habitantes de la zona, en especial luego de que el actual presidente forjó una cordial amistad con el exjugador de la NBA, Dennis Rodman. 

Sin más preámbulos, el actor principal de esta historia, que bien podría estar personalizada en una película, se llama Ri Myung-Hun. Al comienzo no era muy fanático del básquet, pero todo cambió cuando vio jugar a Michael Jordan, quien lo enamoró gracias a su vistosa y lujosa habilidad. Gradualmente empezó a practicar sus acciones y fundamentos hasta que se convenció de una cosa: haría todo lo posible por llegar a la NBA. 

Apoyado en lo que hacía Jordan, el norcoreano perfeccionó su tiro, aprendió los fundamentos básicos y trabajó de tal manera que, a pesar de sus 2,35 metros, podía lanzar y picar como un exterior más. Era una especie de Yao Ming que tenía un talento especial, a pesar de que era un diamante en bruto que se inició en el mundo de la naranja de manera tardía. A su vez, lo cerrada que estaba Corea del Norte al mundo atentaba contra su deseo de captar atención a nivel global. 

Pero el destino le tenía preparado un guiño y así fue que en 1998, durante una clínica de básquet en Pyongyang, la capital del país, un scout finalmente lo descubrió. La hazaña no fue nada fácil, ya que el protagonista en cuestión, Tony Ronzone, no tenía muchas ganas de ir a un lugar gobernado por un dictador, con mucha fuerza militar y también nuclear. Sin embargo, el rumor de que había un gigante con habilidades innatas para jugar lo movilizó como un agudo canto de sirenas. 

Lo que descubrió Tony lo sorprendió. Ri podía correr la cancha, lanzar de media y larga distancia, picar el balón y asistir a sus compañeros. Lo tenía todo en un crisol de 2,35 metros de altura. Inmediatamente se dio cuenta de la joya que tenía en sus manos y empezó a hacer lo que estuviera en sus manos para sacarlo de Corea del Norte. 

Tony, quien era un miembro de la FIBA y también reclutador de talentos de Dallas Mavericks, debió hacer incontables gestiones para que al gigante le den permiso de salir del país. Así fue que finalmente antes de que termine 1998, Ri logró dejar su lugar de origen para ir a Canadá en busca de aquel sueño que había comenzado al ver a Jordan destrozar rivales sin más armas que un 23 en su camiseta. 

Al llegar a Canadá ya tenía 32 años, pero igualmente empezó a entrenar y a trabajar sin parar. Intentó mejorar su físico y también su coordinación. En Norteamérica tenía las mejores armas para hacerlo y estaba feliz del estival horizonte que lo aguardaba. Su ética y sus habilidades captaron instantáneamente la atención de distintas franquicias de la NBA e incluso algunas manifestaron interés para contratarlo.

Desafortunadamente, en Estados Unidos existía (todavía se mantiene vigente) una ley llamada Acto de Comerciar con el Enemigo, la cual le impedía a cualquier equipo fichar a Ri, ya que su país era considerado hostil por el gobierno norteamericano. Su sueño parecía perdido, pero el destino otra vez le volvería a sonreír y el Departamento de Estado le otorgó en 2000 un permiso especial para que pueda jugar en la NBA. 

A pesar de todos los esfuerzos conjuntos de distintos sectores aledaños al jugador, Kim Jong-II no se mostró muy convencido y decidió prohibirle la chance de firmar con cualquier franquicia de la liga. Por si esto fuera poco, el presidente norcoreano cambió de parecer a los meses y le ofreció a la NBA y a Estados Unidos una propuesta insólita: dejaría que Ri jugara a cambio de que el club que lo contrate le regale trigo de manera constante. Sí, no escucharon mal. ¡Trigo! 

Ronzone, quien había estado llevando a cabo las negociaciones, se retiró inmediatamente y Ri nunca más pudo volver a tener una chance en la NBA. Cualquier otra persona hubiera estado enojada, pero al gigante no le importó mucho y siempre le agradeció al presidente por haber hecho todo lo posible. "Tuve una buena vida en Corea del Norte, incluso sin ese contrato", confesó hace un par de años. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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