Argentino de Junín fue uno de los grandes ganadores de la última jornada de la temporada regular. No sólo por quedarse con el sexto clásico del año ante Ciclista, sino porque la victoria por 95-94, en suplementario, le permitió subirse al cuarto puesto de la Conferencia Sur y tener ventaja de localía en el primer cruce de playoffs, donde deberá enfrentarse contra Quilmes.
Ariel Rearte es el padre de la criatura. Tomó la posta después del exitoso ciclo de Adrián Capelli y logró mantener al equipo en los primeros planos. Básquet Plus habló con el entrenador para analizar todo lo que dejó la etapa inicial de la competencia y lo que se viene en la postemporada.
-Contame un poco cómo fue el partido de anoche, que tuvo muchas idas y vueltas y recién se definió sobre el final, con el agregado de que la victoria les dio el cuarto lugar.
-Fue un partido parejo. En el trámite se jugó mucho más como quería Ciclista que como queríamos nosotros. Su formación chica nos generó inconvenientes defensivos, porque estaba el juego muy abierto y nuestros grandes tenían que ir a buscar gente lejos del aro. Los corrimos todo el tiempo desde atrás, pero nunca bajamos los brazos ni perdimos la idea de tratar de jugar a las ventajas que teníamos. Después el final tuvo de todo. Parecía que lo teníamos controlado nosotros, después ellos, fuimos a suplementario, lo podíamos haber cerrado con un par de pelotas que nos permitieron correr pero no logramos anotar las bandejas. Y se cerró de una manera muy emocionante. Para nosotros fue de la mejor manera, porque además de ganar el clásico nos metimos entre los cuatro.
-¿Qué significa haber dominado la temporada contra Ciclista y terminar 6-0 en el clásico?
-Para nosotros como cuerpo técnico y jugadores son seis partidos ganados, pero para la gente, el club y el barrio son partidos que valen más que dos puntos. Emocionalmente es muy importante para la gente del club y los hinchas, que son para los que trabajamos, porque uno se debe a la gente que lo contrata y atrás de la dirigencia está el club y el hincha de Argentino, que la verdad nos empuja, estimula y apoya un montón. Para el hincha es un momento muy feliz y lo vivimos anoche cuando volvíamos al club después del partido, donde había gente muy contenta y emocionada, gente grande e histórica del club festejando. Ahí se dimensiona la importancia de salir a jugar y ganar un clásico. Para nosotros como equipo es la satisfacción de devolverle a la gente una alegría después de tanto apoyo que nos dan cuando jugamos de local, que la verdad es que lo sentimos.
-El cuarto puesto era su objetivo. ¿Qué valor le dan?
-Muchísimo. En un momento de la temporada tuvimos un pico muy alto y también tuvimos momentos muy difíciles que quizás no se vieron como tal porque habíamos tenido seis meses muy buenos. Pero la verdad es que marzo fue muy malo para nosotros, porque tuvimos lesiones, un extranjero menos y muchos inconvenientes. Además, jugamos 10 partidos seguidos de visitante, y para cualquier equipo perder 10 juegos te quita energía, te va bajando la confianza. Es muy duro tener un golpe así, pero por suerte en abril pudimos sumar a Teague y Cabot, recuperamos los lesionados y el juego ofensivo del equipo. Más allá de ganar y perder, lo hicimos bien. Con Regatas perdimos dos partidos en la última bola, con Peñarol también. Es decir que el equipo recuperó competitividad, y cerrar de esta manera después de tanta incertidumbre es bueno. Cerrar entre los cuatro era el objetivo más alto que teníamos. Veníamos mes por mes cumpliendo objetivos, marzo nos tiró muy para atrás, pero por sacrificio del equipo y gestión de la dirigencia retamos el buen camino y la competitividad y terminamos cerrando un cuarto puesto que es muy bueno para Argentino.
-¿Cuáles serían los motivos o claves de este cuarto puesto?
-El equipo tienen algunas cosas muy importantes. No hay egoísmos, todos ponen por delante el rendimiento colectivo por encima de lo individual. Siempre tenemos la intención de pasarnos la pelota y buscar al compañero mejor ubicado. A veces nos sale y otras no, pero no es por no pensarlo sino porque el rival te pone en una situación difícil, o a veces tenés una mala noche y no resolvés de la mejor manera. Pero en nuestro espíritu siempre está el sentido colectivo y pasarse la pelota. Defensivamente, somos un equipo que batalla mucho, que busca incomodar al rival y cuando tenemos energía y plantel largo podemos mostrar una defensa sólida. En esas dos cosas se basó esta serie regular. Hay una tercera que nos hizo ganar varios partidos, y es que nunca nos entregamos. Si a veces hay una desventaja grande, salimos a lucharla y si hay una chance vamos a buscarla. Hubo dos o tres juegos que estaban muy bravos y el equipo los terminó revirtiendo.
-Te tocó reemplazar a Adrián Capelli, quien había realizado un trabajo bárbaro en el club. Sin embargo agarraste la silla caliente y, pese a no tener el mayor presupuesto, pusiste al equipo otra vez en los primeros planos. ¿Qué significa para vos haber llevado adelante este desafío?
-En cuanto al plantel, yo estoy muy conforme por lo que cada uno entregó desde su lugar. Este es el mejor equipo que Argentino podía armar, y todos hemos tocado picos muy altos durante la temporada. Era una responsabilidad venir a un lugar donde Adrián (Capelli) había logrado un montón de cosas sin tener los presupuestos o recursos económicos de otros equipos, pero lo tomé como lo sigo sintiendo, como una gran oportunidad y responsabilidad. Ir a trabajar todos los días al club era una forma de retribuir toda la confianza que Argentino mostró cuando me fue a buscar para llevar adelante este proceso. Estoy muy agradecido a Argentino y a Junín como ciudad, porque me recibió a mi y a mi familia de la mejor manera, y creo que la mejor forma que tenemos todos de devolverle al club la confianza es trabajar mucho más fuerte día a día y nunca conformarnos con lo que tenemos. Siempre hay que trabajar para ir por un poco más.
-¿Cómo ves lo que se viene? Ahora les toca Quilmes, un rival complicado pero con el que tuvieron buenos resultados este año. ¿Cómo imaginás la serie?
-Será muy pareja. Quilmes es un equipo muy sólido, que tiene un proceso con Leandro (Ramella) al frente que lo va mejorando año a año. Tiene jugadores con mucha experiencia. Los cuatro partidos contra ellos han sido muy parejos, y como en todo playoffs se elevarán los niveles de exigencia, y los de ejecución deberán estar más cerca de la perfección que en la temporada regular. Más allá de tener una mentalidad fuerte en cada juego, tenemos que desarrollar un buen juego ofensivo y sobre todo defensivo para poder controlar a uno de los equipos con mejor ofensiva de la Liga, al menos desde mi punto de vista. Si a Quilmes lo dejás jugar, tiene muchísimos recursos. No hay que darle muchos espacios, y tenemos que tratar de tener el manejo de las situaciones del juego durante los 40 minutos. Será una serie muy dura, los respetamos muchísimo.
-¿Qué buscarán en estos diez días de parate antes del comienzo de la serie?
-Primero y principal recuperar lesiones. Tuvimos muchos contratiempos en estas últimas cinco fechas, así que la primera semana nos vendrá bien para recuperar a todos. Y después ya nos meteremos en el trabajo de la serie con Quilmes. Tenemos que trabajar mucho en el aspecto defensivo para controlar, como te decía, a un equipo con muchas variantes. Ya jugamos muchas veces y los dos tenemos un parámetro de lo que puede llegar a pasar. Tenemos que jugar cerca de la perfección y ejecutar de la mejor manera posible, porque creo que los playoffs te exigen eso, ejecutar muchas veces bien para sacar una ventaja.
-Ahora que ya viviste la temporada regular bajo este nuevo formato. ¿Cómo lo viste?
-A mi realmente me gusta esto de jugar. Todo cambio necesita sus tiempos. Jugar más partidos es salir de un molde en el que estuvimos durante casi 30 años de Liga y fue muy exitoso. Todo cambio genera movimiento. En lo personal me gusta una Liga donde se juegue mucho, pero retocaría varias cosas. Jugar 10 partidos seguidos de visitante como nos tocó es mucho. Jugar 8 seguidos de local también es mucho. No tener cada tres o cuatro juegos un espacio de cinco o seis días para poder trabajar y entrenar tus cosas también es algo para tener en cuenta. Este formato nuevo nos llevará tiempo de adaptación. Estoy seguro de que se modificarán cosas para buscar mejorarlo con la opinión de todos. De a poco hay que ir acostumbrándonos a este formato de Liga mientras dure. El día que cambie habrá que adaptarse nuevamente. A mi me gusta esto de jugar, pero también me gustaría que el fixture no sufra tantas variaciones y que cada un bloque de partidos te de un tiempo para entrenar. Estamos en una Liga donde si los equipos tienen un tiempo para entrenarse, juegan mucho mejor. No somos como la NBA, donde el talento está por encima del entrenamiento, más allá de que son una máquina de entrenarse esos jugadores. Nuestros equipos lucen mucho más si tenemos tiempo de trabajo para fortalecer diferentes cosas. Jugar está buenísimo, pero también necesitamos tiempo para trabajar así los equipos no bajan.
-¿Y cómo viste este nivel de la Liga comparada a la anterior?
-Similar. Creo que hubo mejores extranjeros este año, se invirtió más dinero ahí. Como nivel de juego estuvo bastante similar al año anterior. Cuando a los equipos le tocaba jugar cinco, seis o siete juegos seguidos sin entrenarse quizás se iba notando que bajaban el rendimiento, o estadísticamente los seguías y veías que les iban anotando más puntos. Pero por ser el primer año de este nuevo formato, el nivel de la Liga sigue siendo muy importante.
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @FernandezLea