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Quilmes sumó una lógica derrota en casa del campeón, al que enfrentó además con su principal figura, Luca Vildoza “entre algodones” por una dolencia que arrastra desde la semana pasada.

No obstante, si bien era una derrota que podía estar en los planes, el equipo de Javier Bianchelli se fue masticando bronca porque batalló sin bajar los brazos nunca, llegó al cuarto final en igualdad de condiciones y una actuación para el olvido en los últimos diez minutos lo dejó con las manos vacías.

Sólo dos libres de Eslava convirtió Quilmes en el cuarto final para terminar perdiendo 78-61 frente a San Lorenzo en cotejo correspondiente a la Conferencia Sur de la Liga Nacional de básquetbol.

El conjunto marplatense sorprendió al poderoso equipo de Julio Lamas durante buena parte del primer cuarto. Con un interesante aporte de Basualdo en la pintura, Quilmes llegó a sacar una luz de ventaja de diez puntos (12-22).

Sin embargo, San Lorenzo cerró mejor el parcial y quedó a tiro al momento de irse al descanso (22-25).

Para peor, en el reinicio del juego, el equipo capitalino metió un parcial de 10-0 en un minuto y medio y rápidamente dio vuelta la historia (32-25).

Vildoza, que a diferencia del partido anterior firmó planilla y estuvo a disposición aún pese a estar en inferioridad de condiciones, entró al rectángulo de juego cuando habían pasado poco más de tres minutos del segundo cuarto.

Pero el base, lejos de su mejor forma física, poco pudo hacer para cambiar las condiciones del juego.

San Lorenzo llegó al primer tiempo con una esperada ventaja (48-39).

Lejos de entregarse, Quilmes salió dispuesto a dar batalla en la segunda mitad del partido. Y lo hizo con un Bruno Sansimoni “enchufado” para sacar provecho de la mayor cantidad de minutos que tuvo a partir de la lesión de Vildoza.

Con la buena conducción del pibe y su aporte goleador más los puntos que sumó Basualdo en la pintura, Quilmes se mantuvo siempre en partido (56-54) a falta de dos minutos y medio. San Lorenzo, incómodo, entró a los últimos 10 minutos del juego ya sin ventaja (59-59).

El comienzo del cuarto final fue un show de pérdidas en ambos lados. Sin embargo, dentro de ese contexto errático y de confusión generalizada, San Lorenzo estuvo un poco más fino para el aro mientras que Quilmes tardó más de ocho minutos y medio en convertir.

Así, sin brillo pero con efectividad, el dueño de casa metió un parcial de 15-0 (74-59) y le bajó la persiana al partido.

Tan flojo fue lo del “cervecero” en esos últimos diez minutos que el equipo apenas convirtió 2 libres de Eslava, quedándose sin chance alguna de poder dar el batacazo.