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San Martín y Boca se verán las caras en uno de los cruces de primera ronda de los playoffs 2018, esta noche en Corrientes desde las 21:30. A priori, existe una enorme disparidad por lo sucedido en la temporada regular: los Rojinegros tienen el segundo mejor récord en condición de local (17-2), mientras que, jugando en la ruta, el Xeneize es el equipo con el segundo peor récord (4-15). Pero, como siempre se dice, los playoffs son otra cosa y ambos planteles tiene jugadores de mucha jerarquía, que saben cómo se juega esta clase de instancias.

Sin embargo, en la cuestión anímica las cosas se emparejan. Boca ha logrado levantar su nivel desde la llegada de Guillermo Narvarte a la dirección técnica, pero sobre todo en los últimos partidos. Ese incremento en el juego y la confianza les permitió escapar del descenso y lograr un lugar en la postemporada, a la cual llegan bien anínimicamente. Adrián Boccia, uno de los termómetros del equipo, levantó y fue gran pilar del buen cierre del equipo. Eso sí, está en duda Martín Osimani (distensión) por lo que la rotación se podría resentir un poco. Pese a alguna que otra molestia, el griego Lampropoulos dirá presente.

San Martín, por su parte, llega golpeado en ese sentido, ya que el principal referente del equipo se perderá esta serie y posiblemente el resto de los playoffs. Se trata de Leonardo Mainoldi, como consecuencia de una lesión en la columna lumbosacra. Igualmente, San Martín lo reemplazó con Michael Hicks por lo que la rotación no se resentirá tan profundamente. A su vez, Keenan llega este mismo domingo a Corrientes, ya que había sido licenciado para ir a los Estados Unidos por el nacimiento de su hijo. Pero, pese a estas circunstancia, la tranquilidad radica en que el equipo logró una esencia marcada y sabe a lo que juega, siendo amenazante por su intensidad y capacidad para correr.

La zona pintada es uno de los sectores del juego que mejor utiliza el Rojinegro, a partir de donde empieza a imponer su juego y supremacía. San Martín es el sexto mejor equipo en lo referido a los rebotes (33.6 por juego), séptimo en tapas (2.5) y quinto en puntos desde la llave (37.3). A su vez, Sebastián González tiene uno de los mejores bancos del torneo (4°), lo que habla de la amplitud del plantel y sobre todo del enorme trabajo de Justin Keenan, el mejor sexto hombre de la temporada (sexto máximo goleador, con una media de 18.3 puntos).

Boca Juniors, en tanto, es la tercera ofensiva de producción más baja de la Liga, con un promedio de 78 puntos anotados por juego. Pero ese déficit suele ser disimulado por buena defensa, ya que permiten 80.4 unidades (7° mejor en ese rubro). El trabajo en los tableros suele ser el motor xeneize: es el tercer mejor equipo rebotero y tiene en Fotios Lampropoulos una torre que no solo da recobres, sino que además tiene muchos puntos en sus manos: 14.7 para ser la primer vía de gol de Boca.

El mano a mano entre ambos en la fase regular culminó 1-1, ya que cada uno pudo hacer respetar su localía. Sin embargo, no son antecedentes muy fiables, porque los partidos se produjeron en diciembre de 2017 y en los primeros días del año actual.