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Las lágrimas de Maxi Torino, la desolación de Kili Linares, el desconsuelo de Alvaro Álvarez dicen más que mil palabras. Estos chicos, como todo el plantel de Salta Basket quedará en la historia de nuestro básquet por haber cambiado más que la mentalidad en una provincia que había perdido las expectativas.

Anoche los infernales perdieron, es verdad, pero dejaron la vida y mostraron un nivel que sin dudas subió de categoría hace rato. El resultado terminó 74 a 66 a favor de Parque Sur en su cancha y logró ascender, además de terminar invicto en su estadio de Concepción del Uruguay. Las claves estuvieron otra vez en el tercer cuarto, parte del partido en que más ventaja lograron sacar los sureños.

Nuestra bandera tuvo el orgullo de tener a 8 basquetbolistas formados en la provincia. Es verdad también que los chicos no hubiesen podido sin Gastón García (el más regular del equipo), Eric Freeman, Manuel Luna, Emiliano Correa y los también provincianos Federico Parada y Alfredo Ganami, entre otros.

Quedará la espina de haber estado a un paso del Torneo Nacional de Ascenso, pero los salteños nos tenemos que sentir orgullosos que estos hombres consiguieron lo que, por ejemplo, el fútbol hace casi 20 años no puede lograr.

En el cuarto inicial, Salta Basket tuvo pequeñas fallas pero logró recuperarse rápido y terminar 12 a 9 arriba, para el nerviosismo de los jugadores locales. Sin embargo en la segunda parte los jugadores de René Richard se agrandaron y fueron descontando hasta lograr imponerse 25 a 22. Los salteños tuvieron un aceptable juego, especialmente en defensiva donde Torino controló bien a Novello, uno de los diferentes y Ganami hizo lo propio con Bernasconi.

La maldita tercera etapa, como ocurrió en los partidos 1 y 3 de la serie final fue otra vez clave para que Parque Sur vuelva a sentirse victorioso. Los infernales fallaron y de contra, los locales metieron todo lo que tiraron (especialmente los tiros de tres que hicieron que la ventaja sea por momentos casi 20 puntos).

La cachetada despertó a una visita que sabía que no tenía margen de error y García devolvió la confianza con un triple. Alvarez lo imitó y Torino consiguió un tiro libre después de encestar un doble. Otra vez la confianza estaba intacta, como a lo largo de toda la serie, pero los sureños también demostraron ese carácter que solo tienen los equipos que llegan a esta instancia y volvieron a aumentar la diferencia.

En la última etapa el conjunto comandado por Ricardo De Cecco demostró la valentía de que si había que morir, sería de pie. Los salteños no regalaron ningún punto y lograron descontar, pero los locales también siguieron avanzando y finalmente el partido culminó en 8 puntos a favor de los nuevos ascendidos al segundo torneo más importante de Argentina.