Esta miércoles se hizo oficial la salida de Julián Pagura como entrenador de Ciclista después de 10 años en el club, donde empezó a cargo de las formativas y terminó siendo campeón del TNA para dirigir la Liga Nacional.
Tras tomar la decisión, el técnico de 35 años habló con Básquet Plus para explicar los motivos de su salida, analizar la reciente temporada luego de la eliminación contra Obras y contar sus objetivos para el futuro.
-¿Qué sentís en este momento y qué te llevó a tomar esta decisión?
-Es algo que vengo madurando hace un tiempo, porque creo que hace mucho tiempo que estoy en el mismo lugar y que por ahí hay situaciones que una conoce y no tiene la misma energía para afrontarlas. Como soy una agradecido al club que me formó como entrenador y que me dio la posibilidad de estar donde estoy, creo que lo más sano es dar un paso al costado para buscar otra posibilidad, y para que el club también puede tener otro entrenador con más energía. Hay muchas cosas que durante 10 años de trabajo se transforman en un desgaste. No estoy enojado ni mal con nadie, al contrario, tengo la mejor con la gente del club, voy a seguir viviendo acá, mis hijos juegan en Ciclista, vamos habitualmente a ver las inferiores y tengo un arraigamiento muy grande con el club en general, dirigí desde U13 hasta la Liga Nacional. Es una decisión personal que lleva a un cambio en mi vida profesional, y obviamente en la vida del club, que va a tener que buscar los servicios de otro entrenador.
-Si bien no guardás ningún tipo de rencor y lo dejás en claro, ¿todos los problemas que tuvieron que vivir en esta temporada terminaron de desgastarte?
-No, de hecho la decisión la tengo tomada desde antes de jugar la final del TNA en la temporada pasada. Esa es la realidad. Lo que pasa es que cuando salimos campeones y ascendimos, si me iba le generaba un problema al club, porque había que hacer un montón de cosas para jugar la Liga y encima había que salir a buscar un nuevo entrenador. Al mismo tiempo me servía quedarme un año más para dirigir la Liga y hacer una experiencia en todo sentido. Soy un entrenador que está acostumbrado a acomodarme con lo que tengo, es así y siempre lo hice. De hecho hace 15 días hicimos un torneo de mini y yo cobraba la entrada y hacía las hamburguesas. No tengo problemas para trabajar y saber que a veces hay que cosas que quizás no habría que hacerlas por la profesión que tiene, pero yo ayudé al club, Ciclista es mi casa. Pero también llegó un momento en que uno tiene que pensar en la situación personal y en crecer en cuanto a ser un poco más profesional en lo suyo. Creo que cuando tenés mucho derecho adquirido con las personas, es difícil poner el freno y decir “esto a partir de ahora no lo hago”. Ahí aparece la situación en donde uno siente que el ciclo está cumplido y tiene que dar un paso al costado para crecer como entrenador.
-¿Qué aprendiste en todos estos años en Ciclista y en este último en la Liga Nacional?
-Ser entrenador principal de inferiores en Ciclista es como hacer un master en cualquier lugar del mundo. Me permitió poder crecer en muchos aspectos y sentarme en un banco del TNA sin tener una diferencia entre una cosa y otra. Lo de este año me sirvió mucho porque la cantidad de partidos y los lugares donde jugamos suman. Yo tengo 35 años y el hecho de, por ejemplo, jugar contra Leo Gutiérrez, sentarse en el Polideportivo, enfrentarse a Julio Lamas es muy grande. Uno desde afuera lo ve como algo normal pero cuando estás en el lugar te das cuenta de que vos viviste toda tu etapa de formación viendo a esa gente que quizás tenías como muy lejana, pero que hoy los enfrentás y son tus pares. Esas son cosas fuertes a las que te vas acostumbrando a lo largo de la Liga. Fue una experiencia inigualable que te hace crecer en todo aspecto. En lo deportivo jugás un montón de partidos, tenés que hacer scouting de un montón de jugadores y trabajar el doble de antes. Y también aprendí mucho de los jugadores que dirigí profesionalmente en estos dos últimos años, quienes me dieron una mano muy grande en muchas cosas y me permitieron sentirme cómodo donde dirigía. El crecimiento, desde la maduración, fue muy bueno, tanto en el año del TNA como de la Liga.
-¿Qué balance hiciste de lo que fue esta temporada?
-El balance lo tengo claro. Nosotros armamos el equipo sabiendo que lo más importante era competir. Eso significa jugar de igual a igual contra el equipo contrario. Sabíamos que íbamos a salir últimos, que íbamos a ganar muy pocos partidos y fue el inicio de la conversación con los dirigentes. Perdimos sólo cinco partidos por 25 puntos o más, el resto los jugamos de igual a igual. Pero el balance es altamente positivo. Obviamente que las estadísticas marcan que fuimos el peor de la competencia, contra eso no voy a pelear, pero lo que tenemos en claro que es todos los jugadores crecieron mucho y pudieron mejorar sus cualidades. Nosotros como cuerpo técnico también crecimos, y el club, en cierta medida y pese a todo lo que pasó, también ha crecido porque jugó la Liga durante ocho meses. Es positivo por donde se lo mire. Lo único negativo es que no se hizo algo que hablamos a principio de temporada, que era tratar de retener a cuatro o cinco jugadores de este plantel para que la temporada que viene Ciclista pueda tener un equipo medianamente armado. Decorar todo el esfuerzo que se hizo con la contratación de esos cuatro o cinco jugadores era lo que esperábamos, independientemente de si yo seguía o no como técnico. Yo quería que, tras el ascenso, a los jugadores que seguían se les hiciera contrato por dos años porque era la única manera de aprovechar bien el año sin descensos y que, para la 2015/16, ya estén acostumbrados a la Liga y sean del club. Pero eso fue lo único que no se hizo.
-¿Dentro de todo este panorama de la temporada, qué significó haber pasado la reclasificación contra Lanús y competir de igual a igual contra Obras?
-Fue muy importante. Cuando perdimos de local contra Lanús sentimos que con el esfuerzo que habíamos hecho y pese a los resultados, esa no era la forma de cerrar la Liga. Por eso fuimos con una mentalidad distinta a Buenos Aires y ganamos los dos partidos allá. Con Obras se nos escapó el primer juego, que era para poder ganarlo porque ellos venían de 13 días sin jugar y nosotros veníamos muy bien desde lo anímico. Pero en los momentos clave nos sacaron una diferencia y eso hizo que se lo llevaran. En el segundo partido ya fueron superiores y anoche, salvo alguna situación del segundo cuarto, también fueron superiores. Pero así y todo fuimos un rival difícil para ellos y no es poco para un equipo tan joven y con tan poca experiencia como lo fue Ciclista en esta Liga.
-¿Y ahora cuál es tu objetivo para lo que viene?
-Lo que quiero es trabajar de lo que me gusta, tratar de volver a dirigir la Liga y seguir trabajando como un entrenador profesional. Obviamente estoy abierto a todas las opciones laborales que haya y, si las hay, elegiré la mejor para mi futuro. Me interesaría ser parte de un proyecto donde se pueda afrontar algo a un tiempo no muy corto como para poder hacer un buen trabajo, y apostar a trabajar como lo hice siempre. Tengo 35 años, dirijo hace 15 y sólo trabajé en tres clubes. Mi idea es ir a un lugar donde yo me pueda desarrollar como entrenador y pueda ayudar al desarrollo del club.
-¿Si no se da en Liga estás abierto al TNA?
-Por supuesto. Estoy abierto a un buen proyecto. Me encantaría seguir en Liga Nacional, pero no es malo ni mucho menos dirigir el TNA, si tengo ofertas ahí estaría halagado. A partir de mi desvinculación en Ciclista me abro al mercado para ver si puedo dirigir en otro equipo.
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @FernandezLea