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Podría decirse que Manu tuvo muchos laderos en su carrera profesional, tanto en Europa, como en la NBA, pero si algo marcó su carrera fue la selección argentina, con la que logró el mayor éxito posible: ser campeón olímpico. Allí, sus dos grandes aliados fueron Andrés Nocioni y Luis Scola. Chapu, que la semana próxima lanzará su biografía autorizada, El Chapu, habló con Básquet Plus sobre el retiro del más grande basquetbolista latinoamericano de todos los tiempos.

-¿Qué reflexión te merece la noticia?
. Creo que de Manu lo que más puedo hablar es la parte fuera del deporte, porque en lo basquetbolístico ya está todo dicho con sus números, sus récords, sus logros. Como persona, fuera de la cancha, me demostró ser un gran tipo. Con la Generación Dorada compartimos muchos momentos, muchísimas alegrías, así que fue un gran placer compartir tantos años con él. Yo valoro más lo de afuera que lo de la cancha en sí.

-¿Qué fue tenerlo de compañero?
. Era el jugador dentro del equipo que hacía marcar la diferencia. El tipo que hacía elevar al equipo dos o tres niveles más de lo que podía ser. 

-¿Qué dimensión tenía en la NBA, que vos viviste desde adentro?
. Creo que la dimensión que tuvo en la NBA no es la misma que la que tuvo en Argentina. En Estados Unidos estaba catalogado como una estrella, y eso es enorme. Siempre se lo consideró un jugador franquicia, dentro de un equipo muy especial como San Antonio. Eso tiene mucho mérito.

-¿Qué lo hizo diferente?
. Su cabeza y su físico. Fue una combinación perfecta. Tuvo un físico privilegiado y todo lo que hizo con su cuerpo primero lo desplegó en su cabeza. Por eso es el mejor basquetbolista de la historia argentina, uno de los mejores deportistas del país de todos los tiempos y también uno de los más destacados de la NBA.

Fabián García / [email protected]
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