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Tristan Thompson fue expulsado a falta de 2.6 segundos para el final del tiempo extra, cuando el partido estaba totalmente definido y Shaun Livingston intentó llegar al aro. Según la interpretación inicial de los árbitros, su falta fue encuadrada como flagrante grado 2. Sin embargo, en un informe posterior, desde la NBA se encargaron de bajar la gravedad del foul de Thompson (flagrante 1), así como también estipularon una multa de 25.000 dólares debido al golpe que le dio a Green con la pelota. 

“Livingston no tendría que haber tirado. Es una norma no escrita. Si ganas por 10 o 11 y quedan unos 20 segundos o menos… no tiras a canasta”, se excusó Thompson de forma infantil, aludiendo los famosos códigos no escritos. “Estoy en una cruzada personal contra esas idioteces de las normas no escritas y rituales. Si se va a agotar la posesión y vas a perder la bola, tirás. Es lo que se supone que tenés que hacer. Lo estoy diciendo desde hace cuatro años: en situaciones así no vamos a acumular pérdidas, vamos a tirar”.

Por su parte, la noticia positiva estuvo relacionada a la no exclusión de Kevin Love para el Juego 2 del domingo. Resulta el interno ingresó por unos segundos a la cancha, cuando se produjo la trifulca en la que Thompson golpeó a Green. Un asistente lo regresó al banco de suplentes casi de inmediata y, como además no formó parte del incidente, se decidió darle la posibilidad de jugar. Tyronn Lue tampoco fue sancionado por sus comentarios agresivos en contra del trabajo arbitral.