NBA 2016/17

Nicolás Brussino, íntimo con Básquet Plus

09:24 27/03/2017 | La joven promesa argentina que se desempeña en los Dallas Mavericks de la NBA charló con nosotros y a continuación compartimos la nota.

Una parte de la charla se produjo en la entrada al American Airlines Center
Básquet Plus viajó a Estados Unidos para entrevistar a los representantes argentinos en el país norteamericano. El primero en dialogar con nosotros fue Nicolás Brussino, quien nos brindó casi una hora de su tiempo para mostrarnos los lugares más emblemáticos de Dallas. También habló y se refirió a temas muy variados: su presente en la NBA, el puntaje que se da como cocinero, cómo ve el futuro de la selección argentina, se destacan entre varios otros. 
 
- ¿Cómo va la cosa?
- Muy bien, estoy tranquilo y disfrutando de estas nuevas experiencias que estoy viviendo. Muy contento de estar acá en la máxima liga 
 
- Cuanta historia tiene el lugar en el que estamos parados, nada más ni nada menos que donde asesinaron a John Kennedy…
- Si, conozco la historia y es bastante impactante, he visto el video. En mi primera semana acá hice un paseo con el entrenador, me mostró el video y me explicó la historia de Kennedy. Hay dos cruces en la calle, que marcan los sitios en donde recibió los disparos. 
 
- ¿Te reconocen por la calle?
- No, muy poco. A veces, cuando tengo puesta la camiseta de Dallas, capaz que alguno me conoce. Pero muy difícil. 
 
- ¿La ciudad que tal?
- Muy linda, hay muchos edificios, oficinas. Es una ciudad nueva y muy limpia también.
 
- ¿Vos vivís en el centro?
- Sí, hay una zona de negocios y comedores ahí, que está muy linda.
 
- ¿A cuánto estás del estadio?
- A diez minutos más o menos, no está tan lejos.
 
- ¿Compraste auto o te manejás en taxi?
- No, este año no. Uso Uber, es más barato que el taxi y tiene las mismas facilidades. Pero la temporada que viene, si me quedo, voy a comprar el auto.
 
- ¿Ya estás mejor con el inglés, o no?
- Si, salgo a comer y me manejo. Me cuesta el diálogo día a día con alguien, pero me la rebusco en ese sentido. Cuando necesito algo, busco la manera para comunicarme. 
 
- ¿Estás viviendo solo?
- Sí, estoy viviendo solo. Ahora hace dos meses que vino mi novia, así que estoy acompañado por ella.
 
- Me dijeron que estaban por venir tus viejos, ¿no?
- Sí, pero al final no vinieron porque fue el nacimiento del hijo de Juani. Después mi hermana se está por recibir y somos una familia en la que no nos gusta faltar a los acontecimientos importantes nuestros. Como yo estaba bien y me sentía bien y contento, no hacía falta que ellos vengan. Pero si, seguramente la temporada que viene van a venir.
 
- ¿Y tu novia hasta cuándo se queda?
- Se va ahora, esta semana.
 
- Contame un poquito cómo es tu día a día. Por ejemplo, mañana juegan y jugaron ayer…
- Mañana vamos a las 9:00 el primer grupo, que serían los jóvenes y hacemos jugadas y un poco de lanzamiento. Luego, 9:30, nos juntamos todos y tenemos sala de video; después de eso nos vamos a la cancha de entrenamiento, hacemos un poco de lanzamiento todos juntos y las jugadas de ellos las defendemos. Esa es la mañana previa al juego digamos.
 
- Hoy que es el día en el medio hicieron un entrenamiento normal…
- Si, hicimos uno normal. Lanzamiento, un poco de defensa, más que nada afianzamos lo que nos equivocamos el día anterior en el juego. Esas equivocaciones las corregimos en el entrenamiento. Ese fue más o menos el día de hoy.
 
- ¿De cuántas horas son los entrenamientos normales de la mañana?
- Hoy tuvimos video, gimnasio y entrenamiento; empezamos a las 10:30 y terminamos a las 12:40 más o menos. Pero después tenemos el día libre de descanso. 
 
- ¿Cuándo vuelven de un viaje es parecido o cambia mucho? 
- Es parecido. Si jugamos al día siguiente del que volvemos, entrenamos a la mañana y no cambia mucho, son siempre iguales. 
 
- ¿Se mantiene mucho el gimnasio durante el año? ¿O ya una vez que arranca la temporada cambia bastante?
- Sí, es muy difícil. No se hace potencia, es más que nada mantenimiento. Antes de la temporada sí, es potencia, físico, más duro.
 
- ¿Cómo te fue a vos con el tema de los kilos?
- Bien, estoy mejorando. He aumentado casi cuatro kilos. A mí me cuesta mucho, pero estamos laburando día a día en el gimnasio, estoy tomando suplementos, así que vengo bien. Por mi contextura física viene bien. Tampoco me tengo que hacer la cabeza, es un proceso de aprendizaje; nunc ame dijeron que estaba mal desde lo físico y adentro de la cancha me las rebusco y me las ingenio. Puedo jugar, no es que se me dificulta, pero bienvenidos sean los kilos que gane.
 
- ¿Vos notás la diferencia?
- Si, la noto día a día, tanto en los entrenamientos como en los juegos. Me estoy sintiendo muy cómodo. 
 
- ¿En qué se nota más?
- En la recuperación después del desgaste físico, en la intensidad, en los choques. A veces me ven flaco y me quieren llevar al poste bajo; a veces pueden y a veces no.  En eso también se siente mucho.
 
- ¿Ya la conocés a la ciudad? ¿O estás muy metido en el circuito para ir a la cancha?
- Me manejo bastante. A veces, cuando estaba solo, me iba caminando del estadio a mi casa e iba conociendo los lugares.
 
- ¿Cuáles serían los atractivos de Dallas?
Hay muchos museos, soy pésimo como guía turístico. Pero es una ciudad muy linda, muy limpia. Lo que me sorprendió apenas llegué fue que, apenas llegaba a las esquinas frenaba y dejaba pasar el auto, pero acá no es así. Acá como que te apuran los automovilistas y te dicen que pases así pasan ellos después. El peatón tiene muchas ventajas.
 
- ¿Caminás más allá de ir al estadio, para conocer?
- A veces camino, porque a veces termino los entrenamientos, duermo siesta y ya me quedo en mi casa. Acá se come temprano.
 
- ¿Te adaptaste a eso?
- Un poco, cuando nos vamos de viaje más que nada. Los negocios a las 22:00/22:30 no atienden más, así que ahí si como temprano. Pero acá en Dallas me mantengo siempre a la misma hora de las 21:00/21:30.
 
- ¿Y ahora cocina tu novio o cocinás vos?
- Ambos.
 
- Pero vos ya sabías cocinar me imagino…
- Sí, me empecé a cocinar en Marcos Juárez, cuando me fui a los 16 años. Estaba en una casa con otros chicos y cocinábamos una vez cada uno. Después cuando me fui a Corrientes no me cocinaba porque me daban viandas en el club, que se come muy bien. Pero cuando fui a Peñarol me volví a cocinar, aunque no hago cosas muy elaboradas.
 
- ¿Cuál es la especialidad Brussino?
- No tengo. Tampoco puedo comer muchas cosas, porque tengo que comer todo sin gluten. Pollo, bife, pasta, pescado, esas cosas sí que son sencillas, pero no me pidas algo elaborado con salsa. 
 
- ¿Te aprobás como cocinero? 
- Si. Un 6, 7 como mucho.
 
- ¿Acá está mucho más elaborado el tema de la comida para celíacos?
- Si, en los supermercados a los que fui tienen las góndolas separadas y un montón de productos y variedades. Después cuando salís a comer, en todos lados hay un menú aunque sea mínimo. Está muy avanzado eso acá. 
 
- ¿Y con los viajes?
- Es igual en todo Estados Unidos, nunca tuve inconvenientes para conseguir comida. Eso me facilitó mucho.
 
- Pero por ejemplo, ¿comen en los hoteles cuando viajan o no?
- Cada uno come donde quiere. A veces tenemos comida y en otras ocasiones no, pero algunos se piden a la habitación, otros salen y comen. Depende de cada uno, no hay una obligación de que comemos todos en un lugar específico.
 
- ¿Y en los hoteles también está la comida para celíacos?
- Si, en la mayoría hay. En donde no hay voy a comer afuera. En ese sentido, el de la comida, estoy muy bien. 
 
- ¿El American Airlines Center es tu segunda casa?
- Acá paso la mayor parte del día. Vengo a las 8:30 y desayuno acá; tenemos una sala en donde desayunamos y el que quiere lo hace acá. Después me voy tipo 13:30/14:00. Cuando estaba tomando las clases me iba a las 16:30. 
 
- ¿Las clases las tomabas acá también?
- Sí, todo acá. Se me hacía largo. Acá es donde estoy básicamente todo el día. 
 
- ¿Ya aflojaste con las clases de inglés?
- Ya no voy más, porque con el tema de los viajes, entrenamientos y juegos,  en este 2017 tuve muy pocas. No había tiempo. Pero estoy estudiando aparte, en mi casa y eso me ayuda bastante.
 
- ¿Buen alumno?
- Más o menos.
 
- Con tus compañeros obviamente te manejás en inglés…
- Si. Yo entiendo lo que me dicen, las cosas del básquet las entiendo todas. Me cuesta, como te decía, el día a día y estar hablando con alguien sobre lo que está pasando o algo así. Pero las cosas del básquet las entiendo mucho. 
 
- El otro día, cuando tu amigo te hizo la traducción, ¿fue la primera nota importante?
- Si, esa fue la segunda. La primera fue después de los 13 puntos contra Oklahoma en la pretemporada. Luego no tuve más.
 
- ¿El muchacho que cargo tiene?
- Es asistente en la parte ofensiva.
 
- ¿Es mexicano?
- Exacto.
 
- Porque te hizo una traducción medio libre, te agregó algunas cositas para matizar
- Así es.
 
- ¿Cuándo te vas a largar a contestar vos?
- Cuesta, es más que nada la confianza en uno. Pero bueno, es hasta que me anime más que nada. Es un tema de confianza y de animarse a decir las cosas como te salen, como las pensás, pero seguramente de a poco voy a hacerlo.
 
- Ya fuiste a todas las ciudades grandes (Los Angeles, Chicago, Miami, Philadelphia, Brooklyn), ¿todavía te sorprenden las cosas o ya te lo tomás con tranquilidad?
- No es que te acostrumbrás, pero ya a esta altura del año no es como el primer día. Todavía estoy yendo a estadios que nunca visité y me asombro de lo grandes que son. Las presentaciones, eso sí. No te acostumbras, pero ya lo vas tomando con otra dimensión, no tan sorpresivo. 
 
- Primer viaje, primer avión privado, primer hotel cinco estrellas con habitación para vos, ¿todo eso tardó un poquito en bajar o lo asimilaste rápido? 
- Al principio costó mucho, era todo muy nuevo para mí. Viajar en avión cada dos días, hotel de lujo, la habitación sola. Estar en la NBA costaba un poco, pero cuando fueron pasando los días fui cayendo y me fui acostumbrando a estas nuevas vivencias y disfrutando de los lujos. Estoy muy contento.
 
- Vos tenés a un monstruo al lado como es Nowitzki, con lo cual cuando ves a otro como Curry quizás no es tan shockeante, ¿o igual te pasa eso?
- Lo que me sorprende es lo que generan ellos, como los quiere la gente. Ellos vienen a tirar antes y se llena el estadio. Lo que generan ellos es lo que me shockea y más me gusta de ellos. He jugado en contra de Kevin Durant, de Carmelo Anthony, pero adentro de la cancha no te das cuenta de la dimensión de lo que estás viviendo. Cuando salís y ves que toda la gente le pide una foto o un autógrafo, ahí te das cuenta. Después caigo un poco de donde estoy parado.
 
- ¿Y acá con Dirk cómo es?
- También. Acá es igual, encima él es muy buena onda con todo el mundo. Para para sacarse fotos, firmarles autógrafos a los chicos. Me sorprende la calidad humana que tiene y también genera mucho en la gente. La vez que daban muñequitos de él, jugábamos a las 20:00 y ya a las 17:30 había gente haciendo fila para el muñeco. Es algo muy loco lo que genera. 
 
- ¿Cómo fue Dirk desde el primer día con vos?   
- Él siempre me ayudó y aconsejó. Al comienzo siempre hacíamos ejercicio de lanzamiento juntos, me hace chistes sobre el idioma. Tuvo muy buena onda conmigo y con todos, como te dije antes. 
 
- ¿Hablaste alguna vez con él? Más allá de las diferencias, porque el vino ya como estrella a la NBA, me imagino que se debe acordar de cosas que le pasaron a él cuando empezó: era flaquito, rubio, extranjero. 
- Seguramente él sienta que ya vivió lo que yo estoy experimentando. Flaquito, de otro país, no conocía a nadie. Capaz que ese fue un motivo de su acercamiento hacia mí. Serán cosas que el ve en mí para que yo me sienta cómodo, para que esté lo mejor posible así puedo dar lo mejor de mí y el día de mañana yo pueda hacer lo que sé hacer.
 
- ¿Cómo rompió el hielo con vos?
- La primera mañana que llegué yo estaba tirando al aro y el preguntaba “¿De dónde es este chico? “. Todos le contaban que era de Argentina y me decía “pescado”, así que desde el comienzo fue muy buena onda conmigo.
 
- ¿No le contestaste vos con las dos veces que les ganamos en el 2002?
- No, no le contesté.
 
- Le tenés que recordar a Wolkowyski, que lo mató en los dos partidos que jugaron en Indianápolis. 
- Si, ja ja.
 
- Pero igual se ve, más allá de que nosotros le prestamos más atención a las cosas que te pasan a vos, él también te dio un recibimiento muy genuino con ese choque de manos luego de un triple que metiste contra Washington. 
- Si, cuando me pasó la pelota me sorprendió. Y cuando la metí, el festejo con él fue muy, no sé si emocionante, pero estaba muy contento por ese acto que tuvo él hacia mí. Estaba el partido parejo, faltaban pocos minutos y siempre esas pelotas las tira el que más experiencia tiene. Que me la haya pasado fue algo muy lindo que hizo hacia mí.
 
- ¿Qué te pasó en ese partido, qué sentiste? ¿Son esos juegos bisagra? 
- Creo que se dio. La confianza en uno aumenta cuando van pasando los minutos y entra el primer tiro, el segundo… Eso creo que fue lo que pasó, entré en el primer cuarto y metí un triple, defendí y tomé algunos rebotes, algo que me hizo sentir bien. También el técnico pensó que podía ayudar al equipo y me fue metiendo cada tanto en el segundo y el tercero, también me hizo bien. La confianza aumenta en mí y también la de mis compañeros. En ese juego se dio todo lo que trabajé durante el año; fue el partido que casi más tiempo jugué. 
No tengo que demostrar nada. Yo sé que, como Nowitzki vio que yo estaba solo en la esquina, sé que todos lo van a hacer cuando yo esté ahí, en ese momento. Pero como te decía, tengo que tomar los tiros que me permite el juego, no hay que forzar. Después la meteré o no, pero yo sé que si hago eso, el día de mañana me va a servir mucho para mí. 
 
- ¿No te sorprendió a vos que, en un partido cerrado, el entrenador te haya dejado el último cuarto entero o casi?
- Yo estaba jugando muy bien y no había diferencias entre un equipo y el otro mientras yo estaba en cancha. Es más, subimos la energía, la defensa y el técnico eso lo notó. Me dio su voto de confianza para que yo hiciera las cosas que hice. Si me sacaba estaba bien y no me iba a enojar ni nada, pero se la jugó y le salió bien. 
 
- ¿Te cuesta mucho estar en el banco?
- No me gustan mucho los festejos y salir a abrazar a los jugadores en un tiempo muerto, no soy así. En los momentos difíciles sí, pero acá festejan desde el primer doble hasta el último.
 
- ¿Pero no es que estés ansioso por entrar?
- Pero a veces cuando vos es en el juego que tenés chances de jugar, ahí te da la sensación de entusiasmo, de ganas. Pero hay juegos que están parejos o por cómo viene el equipo y sabés si vas a tener minutos o no si te ponés a pensar un poco. Eso a veces en el banco me lo pongo a pensar.
 
- Cuándo termina un partido en el que no entrás, ¿te quedás mal?
- Como te dije antes, si veo que en el juego yo hubiese tenido la chance de entrar, ahí si un poco caliente me voy. Pero cuando es un partido parejo no, al contrario. Cuando está el partido ganado o perdido por mucho, ahí me doy cuenta que voy a entrar. Cuando veo que por el desarrollo del juego veo que no voy a desentonar y no juego, ahí si me voy caliente.
 
- ¿Cuándo te vas no te ponés a pensar en octubre? La lógica era que estuvieras en Texas Legends y que a lo sumo hicieras algún entrenamiento, lo que estás haciendo es mucho más de lo que se esperaba.
- Sí, estoy muy contento de eso, pero ya que estoy en el banco, uno quiere jugar. Desde un principio sé a qué vine y las cosas fueron superándose día a día. Llegué a ganarme un lugar entre cinco jugadores y quedé. Después me dijeron que me tenía que ir a la D-League, pero el tema de las lesiones me favoreció y me vestí todo el año. No falté nunca. Solamente no fui a una gira que se hizo en México, pero me quedé acá jugando en la D-League. Pero después estuve cambiado todas las veces y he tenido muchos más minutos de los esperados. En ese sentido estoy muy contento, no tengo que reprocharme nada. Pero como te dije antes, cuando vos ves que tenés chances de entrar algunos minutos y no lo hacés, ahí si te vas caliente. 
 
- ¿Se hablan estas cosas de decirte “tranquilo, vas a tener tu chance”?
- A veces lo hablo con JJ Barea, con Salah, pero yo sé que tengo que estar preparado para cualquier momento. Yo sé que pueden pasar 5/10 partidos que no juegue, o jugar en todos. Tengo que estar preparado para ese momento, no me puedo bajonear ni nada, pero no te avisan en qué juego vas a jugar y en cuál no. 
 
- ¿Cómo sabés qué es lo que quieren de vos? ¿Por las charlas técnicas normales de los partidos o hablan particularmente?
No, es en los entrenamientos, en los juegos. También las distintas situaciones del juego van cambiando, así que a veces te piden que sea un tirador, a veces que genere juego. Es un poco de todo, pero no es que te dicen que tenés que hacer algo específico. Cuando estás en la cancha hacés tu juego, lo que sabés hacer y nada más.
 
- ¿Qué te resultó más fácil de la NBA, del juego?
- El ataque. A la ofensiva hay mucho espacio; acá la defensa es muy compacta y al tener la línea de tres más alejada, el atacante tiene más espacio para tomar sus lanzamientos o realizar penetraciones. Pienso que so fue lo que menos costó. Después la defensa es la que más se me dificulta.
 
- ¿La individual o adaptarse a las reglas también?
- Un poco de las dos, acá tenés los tres segundos, estar siempre del lado de la ayuda. Hay varios conceptos que nosotros no los tenemos y acá se hacen sí o sí. A veces te quedás pensando en tu jugador, pero no. Aunque fuese Kevin Durant tenés que estar ayudando. Esas cosas a veces me cuestan.
 
- Vos habías jugado con la selección contra muchos cracks, pero acá todos o casi todos lo son. ¿En qué se nota concretamente?
- En la calidad que tiene cada uno para hacer sus puntos. Acá hay varios jugadores que tienen facilidad, no solamente dos de cada equipo, sino que todos. Acá le das a uno para que te haga 20 puntos y te los haces; eso es lo que me sorprendió, la facilidad que los jugadores tienen para hacer puntos.
 
- Hablábamos antes de la adaptación. ¿Cómo te relacionaste vos con los demás? Barea te habla español y eso es un apoyo; Salah también lo habla por su paso en el Madrid. ¿Es simple o compleja la relación? ¿Se juntan o no?
- Depende de cada uno. La ciudad es muy grande, todos viven muy separados. Cada uno tiene su familia, sus cosas; es difícil juntarse después de un entrenamiento. Capaz un fin de semana si no jugás, pero es muy difícil en ese sentido. 
 
- ¿No se da que uno diga que vayan todos a su casa porque hace una comida?
- Hemos tenido comidas de equipo cuando salimos afuera, en los viajes. Ahí es más común que pasemos momentos juntos. Acá en Dallas al comienzo hubo muchas juntadas, pero ahora no. El equipo no está dividido, pero en ese sentido son así. 
 
- ¿Es más difícil así conocer a los demás?
- No, porque con los viajes y las horas de entrenamiento tenés tiempo de conocer a la gente. También ellos están todo el día en el estadio, haciendo terapia, kinesiología, gimnasio. Si vos venís un día en el que no haya entrenamiento o juego, ellos van a estar acá entrenando sus condiciones físicas. En los viajes también es igual, hay mucho tiempo en los vuelos y en el avión para conocer. 
 
- ¿Charlas en los vuelos o dormís?
- Estoy en un asiento solo, está definido y cada uno tiene su asiento, así que ahí duermo bastante. 
 
- La tienen difícil para entre en los playoffs…
- Si, la tenemos difícil pero hay que seguir luchando. Ojalá se de ese milagro 
 
- Más allá de que tenés la cabeza metida con la temporada de NBA, ¿cómo te pega lo que se viene con la selección y la renovación de Sergio?
- Me pone muy contento que Oveja haya firmado nuevamente, lo he tenido un año en Peñarol y después en proceso de selección, así que me pone muy contento que siga siendo el técnico. Espero poder estar convocado y poder ir a la Copa América. 
 
- ¿Qué te genera la Copa América? ¿Es un desafío? Va a ser de alguna manera el primer torneo de esta nueva generación, que yo la llamaría China 2019.
- Va a ser muy diferente, todavía no nos conocemos. Hemos jugado muy poco juntos y los roles de cada uno aumentan. La experiencia todavía no la tenemos, somos muy nuevos a nivel internacional, así que es un desafío. Creo que tenemos material para estar a la altura de las circunstancias, pero hasta que no estemos en la Copa América no podemos saber a la altura de qué estamos. 
 
- ¿Qué creés que te va a cambiar haber estado un año acá? No vas a ser el mismo de los últimos años…
- No lo sé, eso depende del técnico, de cómo me vea y cómo me prepare yo. Son distintas facetas que hay que cumplir, seguramente ya so sea el que juega pocos minutos. También eso depende de mí como dije antes. Pero voy a tener que estar preparado para asumir otra responsabilidad. La NBA  me ha preparado muy bien, he aprendido mucho y creo que eso me puede servir para la selección.
 
- ¿Te entusiasma mucho este proceso (Juan Pablo Vaulet, Luca y José Vildoza, Maxi Fjellerup, Gabi Deck, entre otros), más allá de que todavía está todo por verse?
- Son jóvenes todavía, tienen mucho talento, están haciendo una Liga muy buenas, los sigo a todos. Tienen material, pero tampoco hay que apurarse. Hay que seguir cumpliendo etapas de cada uno, pero es muy bueno que a los jóvenes los estén siguiendo gente de la NBA, de España, de Italia. Eso quiere decir que hay una camada muy buena que está viniendo y hay que aprovecharla al máximo.
 
- ¿Te ilusiona?
- Si, seguro. Como a todos. Pienso que hay mucho talento, pero después hay que aplicarlo en el juego, en equipo. Pero el talento está y cada uno tiene que hacer su vida de la mejor manera posible, para poder darle lo mejor a la selección. 

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