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La Unión viene de hacer un muy buen partido ante Quilmes y conseguir una victoria de punta a punta en casa, algo que no siempre ha logrado en este torneo. De esto y muchos otros temas hablamos a continuació con su entrenador, Guillermo Narvarte.

- Son un equipo raro, ahora, cuando juegan bien, que bien que juegan.

. Sí. El tema es que a veces, no digo que seamos dependientes de la ofensiva, pero nos tranquilizamos con la ofensiva. El equipo tiene jerarquía, sobre todo en la mediacancha. La energía la tenemos todos los días, sólo que a veces la utilizamos bien y otras veces mal. Creo que hemos mejorado algunas cosas, viviendo situaciones nuevas. Con Quilmes fue la primera vez que nos sucede de jugar un primer tiempo tan bueno. Hubo un par de partidos que sacamos diferencias importantes en el primer tiempo, pero en los últimos minutos nos íbamos apagando. Bajábamos porcentajes, aparecían algunas cositas y parecía que estaba todo mal. Hay que saber llevar esa historia. Hemos descubierto que varias veces jugamos malos primeros tiempos y después nos recuperamos. 

- No son un equipo regular, ni siquiera dentro de un mismo partido.

- No somos regulares. Creo que estamos teniendo bastante regularidad atrás, estamos bastante bien. Eso lo conseguimos con jugadores jóvenes, de 25, 26 o 27 años. Tienen experiencia en la Liga pero no están consolidados. Por ahí han estado en equipos donde estaban detrás de un lider. Están en el proceso de madurar. Cuando hablamos con Mario para armar el equipo, buscamos esos jugadores que están por dar un salto de consolidación. Konsztadt viene de jugar con Leo Gutiérrez, Elsener con Lábaque, Orlietti con Clancy, Piñero con Martínez. Ahora ya no están para mirar al papá del equipo, sino que tienen que asumir ellos ese rol.

- ¿Le das mucho importancia de acá en más, a mantener una estructura de equipo a dos o tres años?

. Todos quieren eso. Se está armando algo como para apostar, si bien yo no tengo la decisión. Me parece que hay jugadores que son repetibles, que están entrando en su madurez. Esta es una franquicia que tiene sus dificultades a la hora de armar el equipo y es un poco lo que creo que debería suceder.

- ¿Cuánto cambió el equipo con la llegada de Green y Francis?

. En los primeros 14 partidos, el equipo había hecho buenos partidos, pero más que nada con los nacionales. Hubo partidos que los cinco nacionales resolvían situaciones. De ese grupo, Frazier se acercaba un poco pero no tenía esa consistencia. Withers y Osby estaban fuera de contexto totalmente. Primero salió Osby y cuando tomamos la decisión de que Withers no tenía que estar más, sirvió para descontaminar el equipo. Lo limpiamos. Fue tremendo.

- Por los que vinieron también.

. No sólo por ellos. Nosotros viajamos a Paraná después de perder con Libertad y a la mañana decido el corte de Withers. Ya estábamos sin Osby. Llega Shaun a Paraná, al hotel. Fue tremendo el cambio que hizo el grupo en esa práctica. Shaun saludó a todos y al otro día a jugar. No fue tan determinante pero generó una onda positiva. El tipo se comunicaba en español y venía de jugar en ACB. Empezó a comulgar lo que veníamos comulgando todos. Se integró como uno más. Veíamos que pasaba la pelota, que entendía el juego... no pasaba por anotar. Nos dio jerarquía. Y la llegada de Torin nos terminó de consolidar, nos dio un referente interior.

- ¿Te estás encontrando con jugadores que deben resolver cada vez más conceptualmente? Porque en 56 partidos me imagino que es difícil decirle todo lo que tienen que hacer.

. Hago hincapié con que nosotros hicimos una muy buena pretemporada. Estoy muy contento con lo que hicimos. Estuvimos más de 40 días y con pocas jornadas libres. Sacando una vez Pablo Orlietti, todos la hicieron completa. No tuvimos lesiones. Eso nos permitió cambiar mucho en lo físico, pero también en lo conceptual. Después empiezan las cualidades individuales para ejecutar. Shaun y Torin entienden lo que estamos haciendo, entonces eso te ayuda. Tener jugadores con capacidad intelectual, te ayuda a cortar los tiempos. Para mi en la Liga como se está jugando, lo mental, la energía y la salud, está superando a lo intelectual. Nosotros traíamos cuatro días libres y cuando estamos descansados, jugamos mejor. Le pasa lo mismo a todos. Yo creo que el nivel de extranjeros está más bajo, comparado con años anteriores. No nos olvidemos que somos 20 equipos y hay unos 50 extranjeros. Hay un grupo de 10 o 12 determinantes, pero es sólo el 20%. Antes había menos, pero había un 50% de extranjeros determinantes. Entonces baja el nivel de ejecución individual. Hay jugadores que meten números nomás. Para mi es mucho más integral lo de jugadores como Horner o Green. Lo de Williams de Olímpico también es tremendo.

- ¿Le encontraste una explicación al tema de la localía y el cambio que tienen cuando juegan de visitante?

. Habría que ver el récord, porque nosotros somos otro equipo después del partido 14. Nosotros perdimos muchos de local de entrada. Lo de visitante es un hecho. Nosotros perdemos un partido de visitante y es un drama, duele muchísimo. Lo veo por ahí. De local también hay que acostumbrarse a jugar con el entorno que tenemos. Ahora estamos un poquito más habituados. Y tuvimos un período donde éramos prisioneros de los propios resultados: ganábamos afuera y después estábamos obligados a ganar de local. Pero nosotros hemos hecho muy buenos juegos en casa y nunca se magnificó lo del récord acá. El número está, pero para mi el 11-9 es mentiroso. Con estos jugadores perdimos con Argentino, San Martín y Ferro.

- ¿Qué meta estás manejando hoy?

. Nos quedan 15 partidos. Tenemos que tener en claro que la competencia nos va a poner en el lugar que nos merecemos. No podés estar mirando resultados. El objetivo es tratar de estar en playoffs, lo cual no es sencillo en el Norte. Va a estar durísimo. Las metas fueron cambiando con el rendimiento. Cuando estábamos últimos, el objetivo era salir del 10. Los equipos cambian la cabeza dentro de la misma Liga. Sacando tres o cuatro equipos que quieren el objetivo máximo, después hay poquitos equipos que pensaran en luchar abajo. Hubo otras ligas en las que cuatro meses antes sabías que jugabas playoffs por el descenso. Esta vez no ha pasado eso.