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En las horas previas al encuentro se confirmó que Blake Griffin no iba a estar presente ante los Bucks por segunda vez consecutiva (posiblemente será baja durante toda la serie) y desde ese momento ya empezaron a decaer las pocas chances de los Pistons. Este emparejamiento es uno de los más desparejos que se ha podido ver en esta primera ronda de la postemporada, el cual se desbalancea un poco más si a Detroit le falta su principal referente de la zona interior, ni más ni menos que ante un equipo que cuenta con la bestia griega Giannis Antetokounmpo. De hecho, los locales dominaron 60-38 en cuanto a puntos en la llave.

Esta noche de miércoles se volvieron a demostrar tales diferencias, pero en esta ocasión recién a partir del complemento. El segundo cuarto fue sin duda el mejor momento de los Pistons en la serie: aprovecharon el tiempo de descanso de varios titulares del rival (entre ellos Giannis), para carburar y meter una buena racha a partir de trabajo defensivo y de dos jugadores clave en ofensiva: Luke Kennard, quien metió 8 (60 por ciento de campo) de sus 19 puntos totales en ese lapso, así como también Reggie Jackson, que aportó 6 de sus 18 totales, junto con 8 asistencias. 

Pero una vez que volvieron al campo tras el entretiempo, Milwaukee volvió a ser una aplanadora: metió un parcial 35-17 en el tercer período, que dinamitó la confianza y las chances de competir de los Pistons. La reacción de la visita nunca se hizo presente y, de esta manera, los Bucks pudieron administrar la rotación sobre el cierre e igualmente lo ganaron con mucha tranquilidad: 120-99, para estampar el 2-0 en la serie antes del viaje a Detroit para la continuidad con los J3 y J4.

Los de Budenholzer tuvieron varios puntos altos en esta noche de miércoles, entre ellos Eric Bledsoe (27pts-6asis), el propio Antetokounmpo (26pts-12reb-4asis), Middleton (24pts-8asis-5reb) y Pat Connaughton (18pts-9reb).